domingo, septiembre 09, 2007

Sin tu cariño...


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos estos días que han pasado, venía pensando qué podía regalarte, pues de tí he recibido ya muchos, este es un pequeño estracto de El Caballero de la Armadura Oxidada de Robert Fisher, el cual quiero compartir:
"...-¡Aguardad, por favor! le suplicó el caballero.
El rey se volvió y le miró con compasión.
-¿Sí?
El caballero que no podía hacer que tambalease la resolución del rey, pidió:
-¿Hay algún consejo que me podáis dar antes de iros?
El rey lo pensó un momento, luego respondió:
-Esto es un nuevo tipo de Cruzada para vos, querido caballero:una que requiere más coraje que todas las otras batallas que habéis conocido antes. Si lográis reunir las fuerzas necesaria y quedaros para hacer lo que tenéis que hacer aquí será vuestra mayor victoria.
Dicho esto, el rey se giró y estirando el brazo como para abrir una puerta, desapareció en la pared, dejando perplejo al caballero.
El caballero corrió al sitio donde había estado el rey, esperando que, de cerca, también podría ver la puerta. Al encontrar tan sólo lo que parecía ser una pared sólida, comenzó a caminar por toda la habitación. Lo único que el caballero podía oír era el sonido de su armadura resonando por todo el castillo.
Después de un rato, se sentía más deprimido que nunca. Para animarse cantó un par de canciones de batalla: Estaré contigo para llevarte a una Cruzada, cariño y dondequiera que deje mi yelmo, ésa será mi casa. Las cantó una y otra vez.A medida que su voz se fue cansando, la quietud comenzó a ahogar su canto, envolviéndolo en el silencio más absoluto. Sólo entonces pudo el caballero admitir francamente algo que ya sabía: tenía miedo de estar solo.
En ese momento, vio una puerta en la pared más lejana de la habitación. Fue hasta ella, la abrió lentamente y entró en otra habitación. Esta otra sala se parecía mucho a la anterior, sólo que era más pequeña. También ésta estaba vacía de todo sonido.
Para pasar el tiempo, el caballero comenzó a hablar consigo mismo. Decía cualquier cosa que le venía a la mente. Habló de cómo era de pequeño y de qué manera era diferente de los otros niños que conocía. Mientras cazaban codornices y jugaban a "ponle la cola al burro", él se quedaba en casa y leía. Como en aquel entonces los libros eran manuscritos de los monjes, había pocos, y, muy pronto, los hubo leído todos. Fue entonces cuando comenzó a hablar con todo aquel que pasaba delante de él. Cuando no había con quién hablar, hablaba consigo mismo, agual que ahora.Se encontró diciendo que había hablado tanto durante toda su vida para evitar sentirse solo.
El caballero pensó profundamente sobre esto hasta que el sonido de su propia voz rompió el aterrador silencio.
-Supongo que siempre he tenido miedo de estar solo.
Mientras pronunciaba estas palabras, otra puerta se hizo visible. El caballero la abrió y entró en la siguiente habitación. Era más pequeña aún que la anterior. Se sentó en el suelo y siguió pensando, al poco rato, le vino el pensamiento, de que durante toda su vida había perdido el tiempo hablando de lo que había hecho y de lo que iba a hacer. Nunca había disfrutado de lo que pasaba en el momento. Y entonces apareció otra puerta. Llevaba a una habitación más pequeña que las anteriores.
Animado por su progreso, el caballero hizo algo que nunca antes había hecho. Se quedó quieto y escuchó el silencio. Se dio cuenta de que, durante la mayor parte de su vida, no había escuchado, realmente a nadie ni a nada. El sonido del viento, de la lluvia, el sonido del agua que corre por los arroyos, habían estado siempre ahí, pero en realidad nunca los había oído. Tampoco había oído a Julieta, cuando ella intentaba decirle cómo se sentía; especialmente cuando estaba triste. Le hacía recordar que él también estaba triste. De hecho, una de las razones por las que había decidido dejarse la armadura puesta todo el tiempo era porque así ahogaba la triste voz de Julieta. Todo lo que tenía que hacer era bajar la visera y ya no la oía.
Julieta debía de haberse sentido muy sola hablando con un hombre envuelto en acero, tan sola como él se había sentido en esta lúgubre habitación. Su propio dolor y su soledad afloraron. Comenzó a sentir el dolor y la soledad de Julieta también. Durante años, la había obligado a vivir en un castillo de silencio. Se puso a llorar.
El caballero lloró tanto que las lágrimas se derramaron por los agujeros de la visera y empaparon la alfombra que había debajo de él. Las lágrimas fluyeron hacia la chimenea y apagaron el fuego. En realidad, toda la habitación había empezado a inundarse, y el caballero se hubiera ahogado si no fuera porque en ese preciso instante apareció otra puerta.
Aunque estaba exhausto por el diluvio, se arrastró hasta la puerta, la abrió y entró en una habitación que no era mucho mayor que el establo de su caballo.
-Me pregunto, por qué las habitaciones son cada vez más pequeñas- dijo en voz alta.
Una voz replicó:
-Porque os estáis acercando a vos mismo." ....

Con mucho cariño, de tu amiga de siempre...MIGUELINA

Daniela dijo...

Freddy...hace tiempo que no sé de ti. Cómo estás querido amigo?.
Besos.

FEVC dijo...

Hermoso y alentador regalo,mi querida amiga. EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA es un texto que aprecio y atesoro muchísimo,por su extraordinaria trascendencia. lo tuve en tres oportunidades y tantas veces lo regalé, por considerar que no debia retenerlo, que tenia que compartirlo con alguien, que a su vez atesorara su valiosa inspiración de vida.
Lo confieso, también he rompido a llorar, de hecho,no he parado de hacerlo,pero en realidad, no es por temor a estar solo,o al menos, no en su totalidad.
La mayor parte de mi vida,he estado solo,consciente y no de ello. He crecido,vivido y alimentado mi interioridad,en soledad. Luchando por vencer esa soledad,llegué a estar acompañado y disfruté de ello, en dos maravillosas ocasiones y ahora, de coñazo, vuelvo a estarlo. Como una vez me predijo un "amigo":si ese es tú destino, tienes que aprender a vivir así". En su momento, rechacé y contradije esa predicción, dado que suponía un malintencionado deseo, de quien, a sabiendas que luchaba por conseguir alguien a mi lado, se nutría y beneficiaba de tenerme encerrado, como residente, compartiendo gastos, en su hogar, colaborando con la limpieza,
ayudando a cambiar la arena de los gatos, cocinando, de vez en vez y saliendo exclusivamente a los lugares y sitios en que él y su pareja se dirigian,a ver las películas que ellos decidían y entablar amistad,exclusivamente con los amigos que ellos tenían. Entonces, decidi hacer lo contrario:Vivir para mi y no para ellos,buscar lo mío y salir de ese entorno agradablemente diabólico y controlador:y consegui el amor. Maravilloso, breve,sufrido y espectacular, pero lo consegui. Tanto así, que estando aún compartiendo gastos con ellos, viviendo en una pequeña habitación, una noche nos tocaron la puerta, para "invitarnos a tomar un chocolate caliente" y preguntarme "si ya tenía previsto donde mudarme,porque ellos necesitaban la habitación".
Al dia siguiente, buscamos prestado y de inmediato, a los dos dias, conseguimos un lugarcito donde instalarnos, en el que nos quedamos la primera noche,dada la premura, durmiendo en el piso, sin nada más que nuestros cuerpos para darnos calor.Mientras tanto, los "amigos" vaciaron la habitación, sacaron la cama, libros y cajas de cartón con películas para el patio de su casa, en plena temporada de lluvia, donde por su puesto,se mojaron y cambiaron incluso la cerradura,para evitar que entráramos a buscar las cosas sin que estuvieran ellos allí (?),hasta que pude ir a buscarlas.
Bueno, no sé por qué te cuento esto, pero lo que quería expresarte era que, aún habiendo estado solo, casi toda mi vida, aún persistiendo el miedo a estarlo, hay que afrontarlo y aprender a vivirlo, quizás lo que ocurre en este caso, es el rechazo a tener que estar solo y aceptarlo, a la fuerza, porque las circunstancias así lo indican y dicha circunstancia depende "de lo que está pasando en el país",de esta "realidad fragmentada, que ha hecho añicos mi vida, acabando con ella", eso es lo que me causa tanto dolor, porque ahora, no son "mis amigos", los que me corren y echan a la calle, es el gobierno de todos, el que me hace a un lado y me pregunta:¿Ya has pensado para dónde te vas?, ¡porque necesito la habitación!.
¡Gracias, por ese hermoso regalo amiga y perdón por la plática mañanera cargada de tristeza!

Daniellha, llegas con la brisa matutina, cargada de sentimientos de melancolía y tristeza,¿sabes algo? no te imaginas ¡cuánto me gustaría expresarte que estoy bien!,
¡QUE RÍO, SUEÑO Y VIVO!, pero de pronto, sólo puedo ratificarte el último verbo; dado lo que acontece por acá. Se te quiere y agradece la visita. Besos agradecidos.

Anónimo dijo...

Para eso estamos los amigos, Freddy, me encanta saber que lo aprecies, simplemente deseaba compartir algo que te indicara que estoy aquí, contigo, de esta manera que ha sido maravillosa para ambos. Estoy muy triste por la separación forzosa de Golfo, espero que sea transitoria, de veras, sé cuánto lo quieres y uno llega a querer a los amigos de los amigos casi del mismo modo, así que solo espero que todo eso pase volando, y más temprano que tarde vuelvas a estar con los tuyos.
PD: Me encantó la canción, muy propicia para reiterarte en estos momentos, que yo no sabría vivir sin tu cariño. Cuídate, se te quiere mucho. Tu amiga de siempre, MIGUELINA

Anónimo dijo...

Quiero qué sepas qué siempre estás en mi corazón!!!!!!!!!!
Estoy pasando momentos difíciles pero ya sabes qué soy una luchadora y como buena tormenta...la estoy peleando!
Estoy un poco alejada del blog, tengo la inspiración de una langosta, así qué no puedo escribir nada!
Pero siempre estoy aquí, para lo qué necesites amigo!!!!!!!!!
Te quiero y espero algún día verte!

Besos tormentosos!!!! (Andrea)