martes, diciembre 26, 2006

Encaminados a cambiar...



Ya pasadas las fiestas navideñas y en la antesala, tanto en la recepción de un nuevo año, como de un año más de vida útil, se reinicia un período vital de cambios y algunas transformaciones.
Se abren caminos y se trazan nuevas metas.
Nunca es tarde para cambiar, si se tienen fuerzas y se propone uno realmente asumir los cambios y tratar de redirigir el destino,ése que se labra con esfuerzo,esperanza y buena voluntad.
Por eso, elevo una plegaria, miro al cielo, esperando, no sé, cierta confirmación, cierto asentimiento.
Desde mi ventana, a pesar de ciertas cosas y situaciones, aún creoi y me resisto a pensar que no sea posible salir airoso de ciertas pruebas y momentos difíciles...
Desde luego, que esto no pretende ser un clamor desesperado, ni una deprimente nota crónica de una llamada de auxilio, es sólo una reflexión un poquito apesadumbrada, pero sin embargo, en el fondo confiada, de que las cosas, al final, han de salir bien...o al menos mejorar un poco.
Esperemos pues, que nos depara el inminente destino, que ha de labrarse con paciencia, determinación, esperanza y un poquito de azúcar...


domingo, diciembre 24, 2006

¡FELIZ NAVIDAD!





Queridos Amigos, ya puesto el árbol, servida la mesa y adornado el recinto, no queda más que albergarles y recibirles junto al calor, no de la chimenea, sino de un pequeño departamentito arrendado, donde reside este Amor, este afecto agradecido por ustedes, que han hecho reverdecer la esperanza y redireccionar ilusiones rotas, momentos de desasosiego, para pintar una sonrisa, provocar una carcajada, llamar a la reflexión y generar confianza en lugar del desespero y la duda.

Gracias amigos, por y para ustedes esta pequeña nota de invitación afectuosa, de emoción sibcera,esperando que el nacimiento del niño Dios les brinde la maravillosa oportunidad de reencontrar el amor, de despejar la tristeza y vivir con ánimo, convencidos en que la fe y la esperanza renacen en los hombres y mujeres de buena voluntad, y todos lo somos...en esencia, aunque a veces hallamos errado el camino y divagado en senderos tenebrosos u oscuras sendas.

Todos somos capaces de ser justos, ponderados, humanos, solidarios, amistosos, tolerantes, comprensivos ...

Si queremos, podemos!

Se les quiere y bajo el árbol he colocado sus nombres, para que la luz de la esperanza y la fuerza del amor les colme de bendiciones, salud, prosperidad y múltiples momentos gratos de ahora en adelante, a todos Ustedes, queridos amigos.

¡Feliz Navidad!



viernes, diciembre 22, 2006

Por...



Por todos aquéllos, que desesperados, en la noche oscura, anhelan y desean alcanzar la felicidad,como herramienta útil y muestra permanente de querer y ser querido, buscando encontrarla en agentes externos, en elementos exógenos, sin darse realmente cuenta, que ésta se anida en sus propios corazones, que forma parte del "vivir" ser felices, aún cuando a veces,la tristeza y el desaliento toquen a su puerta.

Por esa Amiga, que erróneamente piensa, que no existe oportunidad efectiva de ser feliz,más allá de ese ser que le atormenta,no le valora,ni toma en cuenta todo el tiempo, que le utiliza e irrespeta, que más que acompañlarle estorba, porque nunca acompaña ni entiende,porque más bien le ofende y ese amor que ella le dedica no encuentra en él correspondencia, por más esfuerzos que haga, por más que luche en vano, porquequien no sabe de esfuerzo, quien no puede amar jamás podrá calibrar ese esfuerzo ni respoinder a un bello sentimiento con la nobleza requerida; ella, que es bella, inteligente y tiene un mundo por delante ,sin atreverse a descubrirlo, por temor a "estar sola", sin querer darse cuenta, que a veces,cuando se tiene a una errónea compañía,se sufre y desvive más que estando realmente en soledad.

Por esa Amiga, que piensa que no tiene cabida la esperanza, por haber errado la elección al casarse a temprana edad y haber puesto su confianza en quien no ha sabido apreciarla, dejando a un lado, toda esa maravillosa personalidad,ese conjunto de deseos y anhelos reprimidos que le impiden brillar con ese particular destello que se exaspera por salir al exterior.

Por esa Amiga que ha sido subvalorada en su desempeño por ser objeto de la egoista e incomprensible actitud de quien se cree "dueña" de su destino laboral, hija insigne, ser de luz,que no requiere de preconcebidas ideas para demostar su valía y a la vuelta de la esquina ha de encontrar la oportunidad de demostrar todo su brillo.

Por ese trabajador insigne que en cumplimiento de su labor, mira con asombro y siente con tristeza que atropellan su integridad con falsos prejuicios y ponderaciones de vanas, por quienes detentan autoridad ,mientras otros,menos hábiles disfrutan con sorna de prevendas que satisfacen la ignominiosa actitud del ventajismo y la injusticia.

Por quienes anhelan un trabajo digno, un jefe justo,una sonrisa abierta,la palmada en la espalda,la emoción certera de sentir el honroso cumplimiento del deber en conjunción con la esperanzada fraternidad de permanecer hermanados.

Por quienes han perdido durante el año que termina, una ilusión,una esperanza o el calor y presencia de un ser querido a quien recuerdan con añoranza y estiman esperanzados reencontrarles algún día.

Por quienes cada día, anhelan alcanzar un pedacito de cielo, con confianza y alegría.

Por los seres maravillosos, que a través de este increíble y eficaz medio de comunicación virtual, permisados por nuestro afecto, se "inmiscuyen" en nuestras vidas, cada día, para brindarnos apoyo, alegría y algarabía, compartiendo un universo de vida, sueños y poesía.



Por las familias enteras que esperanzadas cada día, aspiran compartir en estas fiestas, integridad y compañía.



Por la emoción certera y la infinita alegría, de sabernos, todos juntos, integrantes de un universo cautivo, que cada día se retroalimenta de nuestro esfuerzo, nuestra vida, que empieza y recomienza, cada vez, otra vez, vuelta y vuelta, año tras año y nos concede la infinita posibilidad, de retroalimentarnos todos, con nuestro esfuerzo, nuestra esencia, permitiéndonos compartir la esperanza y la alegría, la tristeza y poesía,la risa franca con el llanto, la música que alimenta nuestros espíritus y los eleva, llevándolos con el viento, más allá de todo, más allá del tiempo, para validar la inmortalidad de nuestras almas y perpetuar momentos como éste,de esperanza y sentimiento.

Por el a veces incomprendido esfuerzo, de perpetuar el sentimiento, a pesar de contingencias, desacuerdos y rabietas, tratando por sobre todas las cosas, de alimentarlo, cuidarlo, protegerlo y mantenerlo con renovada esperanza.

Por ti, Por el, Por ella, Por nosotros, vosotros y ellos, Por todos...

jueves, diciembre 21, 2006

Estrellita la primera, sólo un deseo te pido...





Estrellita la primera, mi grandiosa Estrella Azul,
sólo te pido un Deseo, sólo uno, por favor.

Que hoy 21, con tu luz,
irradies más que nunca todo el cielo,
toda tú; y con ello, sin distinción alguna,
llenes de esperanza y buena voluntad
el corazon de todos los pobladores de este atribulado mortal mundo...

Que aunque sea por un momento, destierres de nuestra mente
pensamientos malsanos, decepciones,egoismos y pesadumbre.

Que te insstales en cada corazón y desde alli emanes
infinita ernergía liberadora para todos, concediéndonos
salud,esperanza y fuerza creadora, para poder lograr
y concretar, nuestros más ansiados deseos,
sin dañar a nadie,sin causar dolor alguno...

Hoy, 21 de diciembre de 2006, a pocos días de la navidad, en la fecha que se conmemnora la para quienes creen en ello, la llegada del espíritu de la navidad, llegue a Ustedes, creyentes y no creyentes, mis deseos de salud, esperanza y prosperidad para todos...

Que la magia de estas fiestas anide en vuestros corazones toda la fuerza para creer que todo es posible si tenemos fe y luchamos por ello.

Que se encienda en nuestras almas la luz del amor y el entendimiento, para permitirnos romper barreras, enfrentar obstáculos y salir airosos de cada nuevo reto, levantarnos de cada caída, limpiar con extremo cuidado cada pequeña herida, confiados en que ésta habrá de sanar y seguir adelante, riendo, soñando, amando, llorando, ...viviendo.

miércoles, diciembre 20, 2006

¡Qué bello es vivir!







Buenos dias, queridos amigos...
Para "revalidar" al Amor y tratar de salir airoso de este día a día "normalmente atribulado", estas líneas del día de hoy, en las que pretendo tratar de obviar el dilema diario, los problemas de comunicación, el que alguien se hubiera ubicado erradamente en el estacionamiento del edificio y al salir temprano, sin verle (porque sencillamente no debía estar allí) le llegara con la parte trasera de mi vehículo a su lateral izquierdo, saliendo de todos modos, atribulado por buscar cita en un afamado taller en el que hay que hacer "cola", para poder llegar a tiempo, sin quedarme más remedio que darme a la "fuga", pues al fin y al caso, es más fácil para el arriesgado infractor encontrarme donde vivo que perder la llegada oportuna al taller, pero para de igual modo perderla, al llegar a las 6 y 30 am y constatar la presencia de catorce vehículos por delante, habiendo perdido el viaje y retomando mi espacio laboral, para dar rienda suelta al hermoso inicio de una nueva jornada, en la que tampoco pretendo hacer caso al hecho de que, mi superior se intimide con mi presencia y pretenda escudar sus deficiencias (de las que si a ver vamos, tampoco tiene la culpa, pobrecita, a fin de cuentas, ella no es responsable de haber sido puesta al frente de un equipo de trabajo, sin el training suficiente para hacerlo, ella es buena revisando sentencias, haciendo compras,etc) ni mis compañeros son responsables de lo que acontece, ni el UNIVERSO tampoco tiene culpa de nada de esto, de igual manera, la vida continua, es bella y nuestro mayor compromiso es hacer de ella el mejor instrumento de realización personal y afectivo.

Ah pero eso si, me permito y requiero aclararles,antes de continuar y para no seguir llevando leña en los comentarios, que NO ESTOY DEPRIMIDO, ni me estoy quejando por los resultados de las elecciones pasadas, ni expresando "¡pobrecito de mi, me va a llevar el coco!, ni por los últimos vaivenes de mi vida afectiva, ni mis irreductibles ganas de "pegar la carrera" sin tener destino fijo. Nooooo, que vá. Es Navidad, la vida es un tobogán que nos impele a vivirla, donde estamos arriba y abajo, subiendo y bajando, percibiendo todo su valor, en su combo de presentación, con todo lo que trae en él, es como dijera la mamá de Forrest Gump, como "una caja de bombones, nunca sabes cuál te va a tocar" y estoy plenamente consciente de que así es.

Y en medio de todo, el AMOR como fuente de inspiración, como base de entendimiento, anhelo cercano y distante de quienes le necesitamos, para seguir... y vivir.

Por ello, parafraseando el título en español de uno de los más afamados clásicos de Frank Capra (It´s a Wonderful life!), que por cierto, si no la han visto,se los recomiendo y si ya la han visto, igual pueden participar de la placentera experiencia de volverla a ver, en el que, un hombre atribulado, hijo, hermano y esposo abnegado, ciudadano ejemplar, quien truncara sus propios sueños, en función de satisfacer los de quienes ama y por fuerza de las circunstancias y de su excelente gentilicio atraviesa un severo trance, que conlleva a rendirse ante la adversidad y dar por finalizada su existencia con prescindencia absoluta del afecto de quienes le rodean, que precisamente transcurre en Navidad y pretende aleccionarnos sobre la vida, el amor, la solidaridad y la amistad que se anida en los corazones de los hombres, recurro a esta hermosa experiencia para, vivificar el Amor que reside en todos nosotros, respirar profundo,tratar de ver más allá de mis narices y seguir adelante, con una sonrisa y, REPITO, en mayúsculas,resaltado y negrillas, "sin depresión, decepción, desencanto o tristeza, a pesar de todo, a pesar de mi, ¡se los Juro!.

martes, diciembre 19, 2006

Píntame un cordero...


ANTOINE DE SAINT EXUPERY, el autor de EL PRINCIPITO, fue un aviador y literato francés que sólo vivió escasos 44 años. Nació en Lyon, en 1900 y falleció en 1944. En realidad, nunca se supo que ocurrió con él. Saint-Exupéry desapareció para siempre en una misión de reconocimiento, cuando sobrevolaba la Francia ocupada por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Saint-Exupéry comenzó escribiendo en prosa lírica vivencias de carácter novelesco y, posteriormente, continuó con diarios, informes y cartas.
Sus textos son consecuencia de reflexiones profundas de índole humanista y de crítica a la cultura.
Entre sus novelas sobresalen VUELO NOCTURNO y EL CORREO DEL SUR. Como diario dio vida a PILOTO DE GUERRA. Pero su obra más famosa y por la que ha trascendido es EL PRINCIPITO, un cuento largo que en formato de libro ha batido récords de venta en el mundo y en todos los idiomas desde 1943, año en que se publicó por primera vez en francés. EL PRINCIPITO es su obra cumbre. En sus páginas se evocan -de manera sencilla y clara- los valores más arraigados y esenciales del humanismo, donde quedan de manifiesto la solidaridad, bondad, entereza, tenacidad, compañerismo y entusiasmo por el conocimiento. El libro es un símbolo de búsqueda permanente del hombre, de aquellos principios que enriquecen el espíritu y que traen paz infinita al alma.

II
Viví así, solo, nadie con quien poder hablar verdaderamente, hasta cuando hace seis años tuve una avería en el desierto de Sahara. Algo se había estropeado en el motor. Como no llevaba conmigo ni mecánico ni pasajero alguno, me dispuse a realizar, yo solo, una reparación difícil. Era para mí una cuestión de vida o muerte, pues apenas tenía agua de beber para ocho días. La primera noche me dormí sobre la arena, a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano. Imagínense, pues, mi sorpresa cuando al amanecer me despertó una extraña vocecita que decía: - ¡Por favor... píntame un cordero!-¿Eh?-¡Píntame un cordero!

Me puse en pie de un salto como herido por el rayo. Me froté los ojos. Miré a mi alrededor. Vi a un extraordinario muchachito que me miraba gravemente. Ahí tienen el mejor retrato que más tarde logré hacer de él, aunque mi dibujo, ciertamente es menos encantador que el modelo. Pero no es mía la culpa. Las personas mayores me desanimaron de mi carrera de pintor a la edad de seis años y no había aprendido a dibujar otra cosa que boas cerradas y boas abiertas. Miré, pues, aquella aparición con los ojos redondos de admiración. No hay que olvidar que me encontraba a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Y ahora bien, el muchachito no me parecía ni perdido, ni muerto de cansancio, de hambre, de sed o de miedo. No tenía en absoluto la apariencia de un niño perdido en el desierto, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Cuando logré, por fin, articular palabra, le dije: - Pero… ¿qué haces tú por aquí?

Y él respondió entonces, suavemente, como algo muy importante: -¡Por favor… píntame un cordero! Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer. Por absurdo que aquello me pareciera, a mil millas de distancia de todo lugar habitado y en peligro de muerte, saqué de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma fuente. Recordé que yo había estudiado especialmente geografía, historia, cálculo y gramática y le dije al muchachito (ya un poco malhumorado), que no sabía dibujar. - No importa - me respondió-, píntame un cordero! Como nunca había dibujado un cordero, rehice para él uno de los dos únicos dibujos que yo era capaz de realizar: el de la serpiente boa cerrada. Y quedé estupefacto cuando oí decir al hombrecito: - ¡No, no!

Yo no quiero un elefante en una serpiente. La serpiente es muy peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio. En mi tierra es todo muy pequeño. Necesito un cordero. Píntame un cordero.
Dibujé un cordero. Lo miró atentamente y dijo: -¡No! Este está ya muy enfermo. Haz otro.Volví a dibujar. Mi amigo sonrió dulcemente, con indulgencia.
-¿Ves? Esto no es un cordero, es un carnero. Tiene cuernos…
Rehice nuevamente mi dibujo: fue rechazado igual que los anteriores. -Este es demasiado viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo.
Falto ya de paciencia y deseoso de comenzar a desmontar el motor, garrapateé rápidamente este dibujo, se lo enseñé, y le agregué: -Esta es la caja. El cordero que quieres está adentro. Con gran sorpresa mía el rostro de mi joven juez se iluminó:
-¡Así es como yo lo quería! ¿Crees que sea necesario mucha hierba para este cordero? -¿Por qué? -Porque en mi tierra es todo tan pequeño…
Se inclinó hacia el dibujo y exclamó: -¡Bueno, no tan pequeño…! Está dormido…

Y así fue como conocí al principito.

Amanece...



Cada nuevo día, con cada Amanecer,
se renuevan en el mundo infinitas esperanzas
de millones de corazones que viven,sueñan y anhelan
por alcanzar un mundo mejor, una nueva oportunidad,
para lograr ser cada día mejores personas y ciudadanos.

Al renovarse esos sueños y activarse ese cúmulo de esperanzas,
el universo conspira en un espiral de buena voluntad,
de infinitos deseos, que con su brillante luz,resplandecen y hacen posible lo imposible, imaginable lo inimaginable,factible, real, la consagración de todas las metas y a través del Amor y la buena voluntad, nos permiten crecer validando con ello nuestra imperfecta naturaleza y avivando con ello la fe en la bondad que existen en el fondo de los corazones de los hombres y mujeres que aman al buen Dios.

lunes, diciembre 18, 2006

¡Feliz Semana Navideña!



Queridos Amigos, desde aqui, en este pequeño rincón de nuestro insólito universo, reciban todos un pequeño y sincero mensaje de salutación navideño...

Estamos a sólo 13 días de finalizar este atribulado 2006 y con él, termina una etapa de esperanzados deseos, no materializados.

De fraguada lucha contra la adversidad e intolerancia.

De mutlitud de propósitos y supuestas inequívocas señales (incluidos falsos vaticinios por parte de pitonisos, clarividentes, adivinadores, mediums, astrólogos, sociólogos, psiquiatras, etc) que terminaron siendo fiascos desesperanzadores respecto al fin de esta implacable confrontación contra la disidencia del pensamiento y la libre expresión.

Una vez más se ha roto esa extraña y falsa premisa de que "el bien triunfa siempre sobre el mal" que sólo aplica para los comics y las historias de aventuras.

Comienza inevitablemente para muchos, otra etapa.

La de "la consolidación del socialismo del siglo XXI", un nuevo invento de nuestro inteligente y creativo presidente, que a pesar de no tener concepto definido, nos arropará a todos, bajo su manto sagrado para, de seguro conducirnos "al mar de la felicidad" .

Luego de este asueto navideño, en el que curiosamente no brillan esperanzados los ojos de venezolanos ni reina la alegría en los hogares que integran este convulsionado país, se implementarán los nuevos cambios en educación, política y desarrollo endógeno, con inclusión del cierre y sanciones a plantas televisoras de señal abierta que atacaron al oficialismo,procesos de revocatorios a gobernadores y alcaldes disidentes, todo lo prometido será cumplido ...y más.

Ninguna de las transformaciones que han de efectuarse deben sorprendernos, porque todas se anunciaron en su momento y si de algo se caracteriza nuestro excelso primer mandatario, es de ser un libro abierto, de excesiva y contundente verborrea, así que...a llorar al río!, pero bueno, ni modo, este mensaje pretende ser alentador, solidario, de buena voluntad, después de todo...es Navidad.

Hagamos un alto en la lucha desesperada por recomponer la sociedad y escapar de la neurosis colectiva, de la impotencia que generó su inaplicabilidad, para esperanzados (o anestisiados) en estos 13 días de paz, reencontrarse con amigos, compartir la "alegría" de las fiestas y planificar, de acuerdo a las exiguas posibilidades de cada quién, la manera en que se ha de afrontar esa abrupta e impositiva nueva forma de vida.

A los que se esforzaron por lograr un cambio positivo, que la fe y la buena voluntad permanezcan por siempre en vuestros corazones, y que el niño Dios les ilumine este nuevo y pedregoso sendero para hacerles menos tortuoso el camino....

Para quienes aún celebran (ojo y con verdadero asombro, porque para ser sinceros y en autentico atisbo de franqueza, no se lo creen y saben internamente que no tendrían por qué celebrar) el sostenimiento de este ignominioso status quo, que el niño Dios les ilumine aún más el sendero, para que les amortice de algún modo el coñazo, cuando terminen por resultar víctimas de su propia maledicencia, producto de su propio error.

Seguro estoy de que ellos no van a tolerar ni resistir tanto oprobio cuando les terminen por confiscar la voluntad y pierdan los irrisibles privilegios de los que hoy se jactan.

A Ustedes amigos, los de siempre, los ausentes, los que me leen y los que no lo hacen, los nuevos, los de antes, e incluso, los que tal vez dejaron de serlo, quienes afortunadamente no están dentro de nuestra división político territorial y los que aún, lamentablemente cohabitamos en ésta, todo mi amor y mis auténticos deseos de salud y paz espiritual para estos días de reconciliación y teóricas esperanzas (les debo los deseos de prosperidad para los que "estamos dentro", porque lamentablemente, pese a lo idealista, romántico y soñador que soy, sinceramente no merecen que les sea sarcástico, mucho menos hipócrita).

Durante esta "recta final" del 2006, espero seguir escribiéndoles, en la medida de mis efectivas posibilidades, no obstante a ello y anticipadamente !FELIZ NAVIDAD!.

¡Se les quiere y recuerda siempre!



domingo, diciembre 17, 2006

Deprimido no, Decepcionado si


En estos días,específicamente el día de antes de ayer, tuve oportunidad de escuchar decir, con respecto a mi persona "es que él está muy deprimido", lo cual me hizo reflexionar un poco:...realmente estoy deprimido?.
Luego de meditarlo un rato, francamente no lo creo.
Pienso que "actualmente" no estoy deprimido.

Decepcionado si, desiluisionado, también.

Realmente no sé como describir lo que me pasa en estos momentos, en los que navego en barco a la deriva, sin rumbo definido ni destino cierto.

En el que grito a las estrellas, clamando por encontrar un norte que me guíe a un buen sendero.

Saben algo? después de 17 años de ejercicio profesional, y más de dicho lapso trabajando, levantándome temprano, caminando cual "correcaminos", de lado a otro,sin descanso, de los cuales la gran parte ha transcurrido en el ámbito de la administración pública, al mirar atrás y descubrir que una tormenta de arena pareciera haberse llevado todo, haber borrado las huellas del camino recorrido, me siento como despojado, como sin sentido, e incluso, con el perdón de Ustedes, sin algunos de mis amigos.

Y esto lo expreso, porque ahora, en este crucial momento en el que me invaden tantas dudas y añoro con total vehemencia que se abra alguna puerta, no puedo dejar de expresar la amargura y desconcierto ante la reacción de algunos de aquéllos seres, a quienes amo, sentía cercanos y representaban una posibilidad de ayuda, que ahora pasmosamente dan la espalda e incluso al contactarles, se excudan con el empleo de incómodas expresiones, nerviosas sonrisas y anteceden a cualquier expresión de mi parte un :!aqui las cosas están mal!, nosotros todavía no estamos bien, como para tratar de evitar, no sé, infiero que una desmedida solicitud de ayuda. Y eso, a decir verdad, más que deprimir, decepciona.

Porque, si bien es cierto, a esos amigos he acudido, con el afán de solicitar su ayuda, no es menos cierto que esa ayuda, no consiste precisamente en pretender que me reciban por asalto, en los lugares donde ahora habitan, ni siquiera en su cambiada vida; no, tan sólo quería y me hubiera gustado saber, que podía contar con ellos, con su presencia, su compañía; no invadirles la intimidad, ni acrecentarles sus problemas,eso sería además de abusivo, injusto y despiadado, supremamente egoísta de mi parte! y quienes efectivamente me conocen, pueden reconocer mi a veces mal genio, mi vehemencia y apasionado proceder frente al deber,pero nunca me han conocido como abusador,egoista o desconsiderado. Lo que si hubiera querido escuchar,era un "no importa amigo, vente que aquí vemos, yo no puedo albergarte, pero ante esta crisis, podemos al menos contar el uno con el otro, podemos saber que nos tenemos de compañía". Eso precisamente es lo que yo hubiera hecho o dicho, de estar en su lugar, ¿era eso mucho pedir?tal vez sí; así como es imposible pedir peras al olmo, tampoco podemos pretender, que el resto de las personas sean como uno lo es o que se comporten com uno lo haría o como quisiera que lo hicieran.Eso sería desdecir su particular y maravillosa esencia (indistintamente de lo que humanamente pueda pensar)

Lo que tampoco puedo, en consecuencia evitar, es sentirme decepcionado, defraudado (sensación sumamente acrecentada desde el pasado 3 de diciembre).

Y debo confesarles, que no se trata de que precisamente en estos momentos hubiera pensado partir, a consecuencia de tan funestos acontecimientos, no, eso ya lo había pensado y hasta avisorado en un post anterior, sólo que de haber acontecido lo esperado, lo ansido incluso por una mayoría hoy día aparentemente inexistente, se trataba de una decisión sujeta a ejecución posterior, más concienzuda, organizada y calmada, que ahora se acrecienta, sin definitivamente saber qué hacer o cómo ejecutar?

Ante este desmoronamiento, este deslave afectivo, personal, profesional, de consecuencias francamente incalculables, curiosa y extrañamente, en este momento no tiene cabida la depresión, ésta aparentemente ya pasó por acá sin hacer m,ás mella de lo acostumbrado, aunque lamentablemente me temo no poder garantizar su destierro o pronto regreso.

Más sin embargo si se anidan ahora la desilusión y la decepción. Pero, ni modo, tendré que idearmélas para establecer mecanismos que me permitan erradicarlas o simplemente... aprender a vivir con ellas.

viernes, diciembre 15, 2006

Un mundo...¿ Maravilloso?




Hoy es viernes y en teoría, debería activarse el "efecto liberador" del fin de semana. Además es quincena y diciembre, de manera que parecieran sobrar razones para asumir una actitud festiva.
No obstante, tantos sentimientos encontrados, tantas preguntas sin respuestas, tantos anhelos no satisfechos hacen mella en mi alma y obnubilan mi espíritu.

También es hoy el día acordado para "festejar" la navidad, en mi particular ámbito laboral, con un "forzado almuerzo" para el cual nos han "obligado a trabajar de 8 a 10 am, para de la sede, "salir corriendo" al pomposo lugar de almuerzo, hasta las 4pm. Horario restringido de principio a fin. Entre cámaras, monitores,circuito cerrado y amenazas voyeristas desde arriba hacia abajo, ¡cómo para no perderselo!
¡Vaya manera de festejar!, para algunos "encumbrados" directores y en pleno siglo XXI, este evento constituye es una manera de matar el hambre a quienes no están acostumbrados a comer y beber de esa forma; para otros, constituye una manera de maquillar egoismos, falsedades, intrigas y maledicencias, para el grueso, una manera efectiva de vengar tanta indiferencia, discriminación y maltrato, unas veces light, otras descaradamente cruel.
Para mi, sinceramente, no hay razón para festejar, al menos no hoy, ni con esas premisas falsas, absurdas.
Prefiero abstraerme a un mundo imaginario,en el que se reconoce el esfuerzo creativo, responsable y valeroso de quienes esforzadamente trabajan por salir adelante.
Prefiero soñar en una reunión de amigos, que festejan la especialidad de estar juntos, pese a todas las circunstancias.
Prefiero seguir soñando y creyendo en un mundo mejor, maravilloso.
Aunque solo sea posible en un apartado rincón , en un Mundo Maravilloso, como el de la canción que presento, un recóndito lugar de mi microuniverso particular.
¡Feliz fin de semana! y recuerden,..se les quiere...¡a Ustedes!

jueves, diciembre 14, 2006

¡Volando alto, con plena conciencia de la libertad y el sentimiento, como Juan Salvador Gaviota!...


Buenos días apreciados amigos, siguiendo un poco con la tónica del "compartir" propio, no sólo de estas fiestas, sino del amor y la fraternidad producto de la amistad, me permito escribirles fragmentos de una obra literaria maravillosa que habla de la intolerancia, la resistencia al cambio y la infintamente maravillosa experiencia de ser libre.

He querido compartir con ustedes, una muestra (pequeña, aunque no lo crean) de la literatura que añoro, por haber sido parte importante de mi formación personal y ciudadana. Me gustaría, en tal sentido, poder contar con el mayor número de comentarios, saber qué piensan al respecto, si los han leído, si les gusta o no.

Este medio ha constituido un importante y valiosísimo elemento comunicacional de mi vida, se los confieso con total franqueza, de manera que les agradezco su presencia, sus visitas y comentarios.

Escribir sin tener un receptor, no tiene sentido alguno.
¡Se les quiere!

Juan Salvador Gaviota (Richard Bach)

Richard Bach, piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, luego de su jubilación continúa volando en aviones de su propiedad. Su producción literaria incluye otras obras; Ilusiones, Ningún lugar está lejos, El don de volar, Biplano, Nada es azar, Ajeno a la tierra, El puente hacia el infinito y Alas para vivir.

Amanecía, y el nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo.Chapoteaba un pesquero a un kilómetro de la costa cuando, de pronto, rasgó el aire la voz llamando a la Bandada de la Comida y una multitud de mil gaviotas se aglomeró para regatear y luchar por cada pizca de comida.

Comenzaba otro día de ajetreos.

Pero alejado y solitario, más allá de barcas y playas, está practicando Juan Salvador Gaviota. A treinta metros de altura, bajó sus pies palmeados, alzó su pico, y se esforzó por mantener en sus alas esa dolorosa y difícil posición requerida para lograr un vuelo pausado. Aminoró su velocidad hasta que el viento no fue mas que un susurro en su cara, hasta que el océano pareció detenerse allá abajo. Entornó los ojos en feroz concentración, contuvo el aliento, forzó aquella torsión un... sólo... centímetro... más...Encrespáronse sus plumas, se atascó y cayó.Las gaviotas, como es bien sabido, nunca se atascan, nunca se detienen. Detenerse en medio del vuelo es para ellas vergüenza, y es deshonor.Pero Juan Salvador Gaviota, sin avergonzarse, y al extender otra vez sus alas en aquella temblorosa y ardua torsión -parando, parando, y atascándose de nuevo-, no era un pájaro cualquiera. La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.

Este modo de pensar, descubrió, no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros. Hasta sus padres se desilusionaron al ver a Juan pasarse días enteros, solo, haciendo cientos de planeos a baja altura, experimentando. No comprendía por qué, por ejemplo, cuando volaba sobre el agua a alturas inferiores a la mitad de la envergadura de sus alas, podía quedarse en el aire más tiempo, con menos esfuerzo; y sus planeos no terminaban con el normal chapuzón al tocar sus patas en el mar, sino que dejaba tras de sí una estela plana y larga al rozar la superficie con sus patas plegadas en aerodinámico gesto contra su cuerpo. Pero fue al empezar sus aterrizajes de patas recogidas -que luego revisaba paso a paso sobre la playa- que sus padres se desanimaron aún más.-¿Por qué, Juan, por qué? -preguntaba su madre-. ¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la Bandada, Juan? ¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros? ¿Por qué no comes? ¡Hijo, ya no eres más que hueso y plumas!-No me importa ser hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber qué puedo hacer en el aire y qué no.

Nada más.Sólo deseo saberlo.-Mira, Juan -dijo su padre, con cierta ternura-. El invierno está cerca. Habrá pocos barcos, y los peces de superficie se habrán ido a las profundidades. Si quieres estudiar, estudia sobre la comida y cómo conseguirla.

Esto de volar es muy bonito, pero no puedes comerte un planeo, ¿sabes? No olvides que la razón de volar es comer.Juan asintió obedientemente. Durante los días sucesivos, intentó comportarse como las demás gaviotas; lo intentó de verdad, trinando y batiéndose con la Bandada cerca del muelle y los pesqueros, lanzándose sobre un pedazo de pan y algún pez. Pero no le dió resultado.Es todo inútil, pensó, y deliberadamente dejó caer una anchoa duramente disputada a una vieja y hambrienta gaviota que le perseguía. Podría estar empleando todo este tiempo en aprender a volar. ¡Hay tanto que aprender!No pasó mucho tiempo sin que Juan Salvador Gaviota saliera solo de nuevo hacia alta mar, hambriento, feliz, aprendiendo. El tema fue la velocidad, y en una semana de prácticas había aprendido más acerca de la velocidad que la más veloz de las gaviotas.A una altura de trescientos metros, aleteando con todas sus fuerzas, se metió en un abrupto y flameante picado hacia las olas, y aprendió por qué las gaviotas no hacen abruptos y flameantes picados. En sólo seis segundos volo a cien kilómetros por hora, velocidad a la cual el ala levantada empieza a ceder.Una vez tras otra le sucedió lo mismo. A pesar de todo su cuidado, trabajando al máximo de su habilidad, perdía el control a alta velocidad.Subía a trescientos metros. Primero con todas sus fuerzas hacia arriba, luego inclinándose, hasta lograr un picado vertical. Entonces, cada vez que trataba de mantener alzada al máximo su ala izquierda, giraba violentamente hacia ese lado, y al tratar de levantar su derecha para equilibrarse, entraba, como un rayo, en una descontrolada barrena.Tenía que ser mucho más cuidadoso al levantar esa ala. Diez veces lo intentó, y las diez veces, al pasar a más de cien kilómetros por hora, terminó en un montón de plumas descontroladas, estrellándose contra el agua.Empapado, pensó al fin que la clave debia ser mantener las alas quietas a alta velocidad; aletear, se dijo, hasta setenta por hora, y entonces dejar las alas quietas. Lo intentó otra vez a setecientos metros de altura, descendiendo en vertical, el pico hacia abajo y las alas completamente extendidas y estables desde el momento en que pasó los setenta kilómetros por hora. Necesitó un esfuerzo tremendo, pero lo consiguió. En diez segundos, volaba como una centella sobrepasando los ciento treinta kilómetros por hora. ¡Juan había conseguido una marca mundial de velocidad para gaviotas! Pero el triunfo duró poco. En el instante en que empezó a salir del picado, en el instante en que cambió el angulo de sus alas, se precipitó en el mismo terrible e incontrolado desastre de antes y, a ciento treinta kilómetros por hora, el desenlace fue como un dinamitazo. Juan Gaviota se desintegró y fue a estrellarse contra un mar duro como un ladrillo.

Juan Salvador Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los Lejanos Acantilados. Su único pesar no era su soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba al volar; que se negasen a abrir sus ojos y a ver. Aprendía más cada día.

Aprendió que un picado aerodinámico a alta velocidad podía ayudarle a encontrar aquel pez raro y sabroso que habitaba a tres metros bajo la superficie del océano: ya no le hicieron falta pesqueros ni pan duro para sobrevivir. Aprendió a dormir en el aire fijando una ruta durante la noche a través del viento de la costa, atravesando ciento cincuenta kilómetros de sol a sol. Con el mismo control interior, voló a traves de espesas nieblas marinas y subió sobre ellas hasta cielos claros y deslumbradores... mientras las otras gaviotas yacían en tierra, sin ver más que niebla y lluvia. Aprendió a cabalgar los altos vientos tierra adentro, para regalarse allí con los más sabrosos insectos.Lo que antes había esperado conseguir para toda la Bandada, lo obtuvo ahora para si mismo; aprendió a volar y no se arrepintió del precio que había pagado. Juan Gaviota descubrió que el aburrimiento y el miedo y la ira, son las razones por las que la vida de una gaviota es tan corta, y al desaparecer aquellas de su pensamiento, tuvo por cierto una vida larga y buena.Vinieron entonces al anochecer, y encontraron a Juan planeando, pacífico y solitario en su querido cielo. Las dos gaviotas que aparecieron juto a sus alas eran puras como luz de estrellas, y su resplandor era suave y amistoso en el alto cielo nocturno. Pero lo más hermoso de todo era la habilidad con la que volaban; los extremos de sus alas avanzando a un preciso y constante centímetro de las suyas.Sin decir palabra, Juan les puso a prueba, prueba que ninguna gaviota había superado jamás. Torció sus alas, y redujo su velocidad a un sólo kilómetro por hora, casi parándose. Aquellas dos radiantes aves redujeron tambien la suya, en formación cerrada. Sabían lo que era volar lento.Dobló sus alas, giró y cayó en picado a doscientos kilómetros por hora. Se dejaron caer con él, precipitándose hacia abajo en formación impecable.Por fin, Juan voló con igual velocidad hacia arriba en un giro lento y vertical. Giraron con él, sonriendo.Recuperó el vuelo horizontal y se quedó callado un tiempo antes de decir:-Muy bien. ¿Quiénes sois?-

Somos de tu Bandada, Juan. Somos tus hermanos. -Las palabras fueron firmes y serenas.

Hemos venido a llevarte más arriba, a llevarte a casa.-¡Casa no tengo! Bandada tampoco tengo. Soy un Exilado. Y ahora volamos a la vanguardia del Viento de la Gran Montana. Unos cientos de metros más, y no podré levantar más este viejo cuerpo.-Sí que puedes, Juan. Porque has aprendido. Una etapa ha terminado, y ha llegado la hora de que empiece otra.Tal como le había iluminado toda su vida, también ahora el entendimiento iluminó ese instante de la existencia de Juan Gaviota. Tenían razón.

El era capaz de volar más alto, y ya era hora de irse a casa. Echó una larga y última mirada al cielo, a esa magnífica tierra de plata donde tanto había aprendido.-Estoy listo -dijo al fin. Y Juan Salvador Gaviota se elevó con las dos radiantes gaviotas para desaparecer en un perfecto y oscuro cielo.

El cineasta Hall Bartlet en 1973, realizó una estupenda película, logrando con asombroso acierto, la titánica tarea de traducir en imágenes tan espectacular historia, acompañado de uno de los soundtracks más hermosos a cargo del talentoso Neil Diamond.

miércoles, diciembre 13, 2006

El corazón humano es caprichoso con sus cariños y afectos...y en reconocimiento de la verdad



En medio de este panorama, para nada alentador, en el que se siguen conculcando ánimos, comprando conciencias , pese a ello, debe renacer la esperanza y buena voluntad.

Y por favor, discúlpenme, no quiero resultar recalcitrante,fastidioso o reiterativo, no es mi intención. Aún cuando pareciera resultar un cuento de nunca acabar, es tan cierto cuanto acontece, que realmente provoca hacerse el sordo, evadir esta realidad y dejarse llevar por el tan nombrado y esperado espíritu navideño para lograr hacer un paréntesis entre tanta maledicencia. No obstante, resulta difícil olvidar tanta amenaza, atropello y sorna, sentir en carne propia el inquisitorio peso del poder del estado, por tan sólo disentir democrática y racionalmente de inapropiadas políticas y situaciones verdaderamente escabrosas, no poder salira a la calle, ni transitar libremente a hacer compras por estar la zona comercial abarrotada por mercaderes,comerciantes informales, producto de un inexistente plan de empleo, quienes se han apostado al frente de los comerciantes formalespara impedir en muchos casos el acceso a las tiendas, mermar sus las ganancias producto de su esfuerzo y apego a la Ley y crear además toda una espiral de caos, desidia, descontrol, desaseo y desespero colectivo.

¿Cómo "vivenciar la alegría navideña" cuando, por ejemplo, los empleados públicos regionales no han podido percibir la bonificación adicionamente ofrecida y comprometida incluso, presupuestariamente ofrecida con bastante anterioridad a los comicios electorales (entre otras cosas, para garantizar que votaran y que además lo hicieran por ellos), cuya disponibilidad financiera, "misteriosa e inexplicablemente desapareció" días antes de este evento electoral y estas son fechas en las que nada se sabe al respecto y los múltiples anhelantes beneficiarios esperan desesperanzados poder ver materializado lo prometisdo, sin que nadie les de siquiera una explicación irrisoria ?

¿Cómo alegrarse y compartir, cuando a otra escala,en otro ámbito local funcionarial, el mismo beneficio se discrimina,bajo el disfraz de someterlo a una evaluación de mérito y desempeño" que no tiene factor de ponderación alguna, salvo que el jerarca que dispone de los recursos, con posterioridad al evento, imponga que deba "contarse bien" y colocar, por ejemplo, luego de establecer una base fija de 30 ó 15 dias, dependiendpo del tiempo de servicio activo de dicho personal, para todo ese contigente de beneficiarios, dejando un remante de 15 dias sujeto a una consideración subjetiva, que atienda, por ejemplo,al "apoyo político" y desestime el cumplimiento de las obligaciones y funciones que efectivamente corresponden a ese desempeño funcionarial?

¿Cómo estar contentos, agradados, felices y en consecuencia, celebrar la navidad, ante esa situación?

¿Cómo permanecer impasible y satisfecho cuando se premia al que presuntamente "patea la calle", no cumple horario de trabajo, entra y sale cuando le da la gana, sin justificación alguna se ausenta, se pasea por los pasillos, no rinde cuentas de su desempeño, frente al trabajador que cumnple horario,llega antes de la hora y se va después,siempre estápresto a colaborar en su desempeño y el de su equipo?

El Corazón humano es caprichoso con sus cariños y afectos, tan frágil y endeble como una hoja expuesta a la rapidez del viento, a la inclemencia de una aguerrida tempestad.

El hombre antagoniza consigo mismo en una cruel batalla que pareciera no tener fin. A veces somos producto de un entorno hostil y despiadado, que enturbia el entendimiento, amarga sonrisas y acrecienta un malestar e insatisfacción que no nos deja ser y conduce nuestra atribulada existencia por desanimados caminos derroteros.

Y no es sólo "política", "elecciones", "inconsistencias numéricas ni extrañas reuniones o sensaciones de no estar presenciando la verdad, de vivir en una suerte de "mundo paralelo", donde lamentablemente hay que dejar de lado connotaciones filosóficas y premisas propias de vida para dedicarse simplemente a sobrevivir. No, es que además, más allá de ello, en nuestras casas, en nuestro trabajo, nuestro día a día está preñado de desidia, de egoísmos y malsanos deseos que condicionan esta carrera desenfrenada por sobrevivir a costa del débil, del reconocible afán de avasallar, atropellar, desconocer los méritos y valores del prójimo, del que lo hace bien, quien nos ayuda a que el desempeño del grupo de trabajo sea óptimo, quienes se encuentran tras la felicitación que recibe el Director, el Administrador, el Jefe.

Ahora los Directores y Jefes, cual amnésicos irremediables, sólo reconocen sus propias necesidades, eludiendo su responsabilidad inmediayta para con quienes se encuentran bajo su mando y no ven más allá de sus narices y los gastos que ellos sí tienen que realizar, cual si se tratase de una Navidad exclusiva, de una necesidad inminente que sólo a ellos atañe y a la cual los demás no tienen derecho, a fin de cuentas ellos como responsables de su gestión, son quienes reciben la felicitación, la palmada en la espalda y el grueso de la bonificación, para ellos si hay la cuantificación completa, son objeto de una evaluación que no admite revés, pero que paradójicamente afecta a quienes se encuentran bajo su dependencia. Qué ironía, ¿puede un Director ser excelente y tener un excelso tope remuneratorio, cuando quienes estan por debajo de éste se encuentran bastante por debajo de la media ponderatoria?

Una golondrina no hace verano. Una sola persona es incapaz de sacar adelante una gestión que en esencia resulta de la compartida y aguerrida labor de una cadena de eslabones que lo hacen posible. Tras un largo peregrinar, todavía no se ha llegado al ansiado lugar, esa especie de oasis particular, donde prevalezcan la confianza y el entendimiento, donde las dificultades se diriman, gracias a la firme convicción de que no somos poseedores de la verdad absoluta, donde cada día persiste el necesario ensamble de cada uno de los elementos que conforman un todo. Pero bueno, es Navidad y la vida continúa, no queda más que vivir por sobre todas las cosas, de cumplir la meta trazada y revalidar la fe que se anida en nuestros corazones...bueno, en los que todavía pensamos de esa forma, a pesar del día a día, de la verdad que yace y se esconde debajo de las alfombras, de la decepción y el desespero... A fin de cuentas y a pesar de todo, es Navidad...y esto, lamentablemente, no es cuento, es la verdad.

martes, diciembre 12, 2006

El Particular Universo del maestro Quiroga



No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir y evócala luego. Si entonces eres capaz de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.(Horacio Quiroga)

La abeja haragana (Cuentos de la Selva)

Había una vez en una colmena una abeja que no quería trabajar, es decir, recorría los árboles uno por uno para tomar el jugo de las flores; pero en vez de conservarlo para convertirlo en miel, se lo tomaba del todo.

Era, pues, una abeja haragana. Todas las mañanas apenas el sol calentaba el aire, la abejita se asomaba a la puerta de la colmena, veía que hacía buen tiempo, se peinaba con las patas, como hacen las moscas, y echaba entonces a volar, muy contenta del lindo día. Zumbaba muerta de gusto de flor en flor, entraba en la colmena, volvía a salir, y así se lo pasaba todo el día mientras las otras abejas se mataban trabajando para llenar la colmena de miel, porque la miel es el alimento de las abejas recién nacidas.

Como las abejas son muy serias, comenzaron a disgustarse con el proceder de la hermana haragana. En la puerta de las colmenas hay siempre unas cuantas abejas que están de guardia para cuidar que no entren bichos en la colmena. Estas abejas suelen ser muy viejas, con gran experiencia de la vida y tienen el lomo pelado porque han perdido todos los pelos al rozar contra la puerta de la colmena.

Un día, pues, detuvieron a la abeja haragana cuando iba a entrar, diciéndole:

—Compañera: es necesario que trabajes, porque todas las abejas debemos trabajar.

La abejita contestó:

—Yo ando todo el día volando, y me canso mucho.

—No es cuestión de que te canses mucho —respondieron—, sino de que trabajes un poco. Es la primera advertencia que te hacemos.

Y diciendo así la dejaron pasar.

Pero la abeja haragana no se corregía. De modo que a la tarde siguiente las abejas que estaban de guardia le dijeron:

—Hay que trabajar, hermana.

Y ella respondió en seguida:

—¡Uno de estos días lo voy a hacer!

—No es cuestión de que lo hagas uno de estos días —le respondieron—, sino mañana mismo. Acuérdate de esto. Y la dejaron pasar.

Al anochecer siguiente se repitió la misma cosa. Antes de que le dijeran nada, la abejita exclamó:

—¡Si, sí, hermanas! ¡Ya me acuerdo de lo que he prometido!

—No es cuestión de que te acuerdes de lo prometido —le respondieron—, sino de que trabajes. Hoy es diecinueve de abril. Pues bien: trata de que mañana veinte, hayas traído una gota siquiera de miel. Y ahora, pasa.

Y diciendo esto, se apartaron para dejarla entrar.

Pero el veinte de abril pasó en vano como todos los demás. Con la diferencia de que al caer el sol el tiempo se descompuso y comenzó a soplar un viento frío.

La abejita haragana voló apresurada hacia su colmena, pensando en lo calentito que estaría allá adentro. Pero cuando quiso entrar, las abejas que estaban de guardia se lo impidieron.

—¡No se entra! —le dijeron fríamente.

—¡Yo quiero entrar! —clamó la abejita—. Esta es mi colmena.

—Esta es la colmena de unas pobres abejas trabajadoras le contestaron las otras—. No hay entrada para las haraganas.

—¡Mañana sin falta voy a trabajar! —insistió la abejita.

—No hay mañana para las que no trabajan— respondieron las abejas, que saben mucha filosofía.

Y diciendo esto la empujaron afuera.

La abejita, sin saber qué hacer, voló un rato aún; pero ya la noche caía y se veía apenas. Quiso cogerse de una hoja, y cayó al suelo. Tenía el cuerpo entumecido por el aire frío, y no podía volar más.

Arrastrándose entonces por el suelo, trepando y bajando de los palitos y piedritas, que le parecían montañas, llegó a la puerta de la colmena, a tiempo que comenzaban a caer frías gotas de lluvia.

—¡Ay, mi Dios! —clamó la desamparada—. Va a llover, y me voy a morir de frío. Y tentó entrar en la colmena.

Pero de nuevo le cerraron el paso.

—¡Perdón! —gimió la abeja—. ¡Déjenme entrar!

—Ya es tarde —le respondieron.

—¡Por favor, hermanas! ¡Tengo sueño!

—Es más tarde aún.

—¡Compañeras, por piedad! ¡Tengo frío!

—Imposible.

—¡Por última vez! ¡Me voy a morir! Entonces le dijeron:

—No, no morirás. Aprenderás en una sola noche lo que es el descanso ganado con el trabajo. Vete.

Y la echaron.

Entonces, temblando de frío, con las alas mojadas y tropezando, la abeja se arrastró, se arrastró hasta que de pronto rodó por un agujero; cayó rodando, mejor dicho, al fondo de una caverna.

Creyó que no iba a concluir nunca de bajar. Al fin llegó al fondo, y se halló bruscamente ante una víbora, una culebra verde de lomo color ladrillo, que la miraba enroscada y presta a lanzarse sobre ella.

En verdad, aquella caverna era el hueco de un árbol que habían trasplantado hacia tiempo, y que la culebra había elegido de guarida.

Las culebras comen abejas, que les gustan mucho. Por eso la abejita, al encontrarse ante su enemiga, murmuró cerrando los ojos:

—¡Adiós mi vida! Esta es la última hora que yo veo la luz.

Pero con gran sorpresa suya, la culebra no solamente no la devoró sino que le dijo: —¿qué tal, abejita? No has de ser muy trabajadora para estar aquí a estas horas.

—Es cierto —murmuró la abeja—. No trabajo, y yo tengo la culpa.

—Siendo así —agregó la culebra, burlona—, voy a quitar del mundo a un mal bicho como tú. Te voy a comer, abeja.

La abeja, temblando, exclamo entonces: —¡No es justo eso, no es justo! No es justo que usted me coma porque es más fuerte que yo. Los hombres saben lo que es justicia.

—¡Ah, ah! —exclamó la culebra, enroscándose ligero —. ¿Tú crees que los hombres que les quitan la miel a ustedes son más justos, grandísima tonta?

—No, no es por eso que nos quitan la miel —respondió la abeja.

—¿Y por qué, entonces?

—Porque son más inteligentes.

Así dijo la abejita. Pero la culebra se echó a reír, exclamando:

—¡Bueno! Con justicia o sin ella, te voy a comer, apróntate.

Y se echó atrás, para lanzarse sobre la abeja. Pero ésta exclamó:

—Usted hace eso porque es menos inteligente que yo.

—¿Yo menos inteligente que tú, mocosa? —se rió la culebra.

—Así es —afirmó la abeja.

—Pues bien —dijo la culebra—, vamos a verlo. Vamos a hacer dos pruebas. La que haga la prueba más rara, ésa gana. Si gano yo, te como.

—¿Y si gano yo? —preguntó la abejita.

—Si ganas tú —repuso su enemiga—, tienes el derecho de pasar la noche aquí, hasta que sea de día. ¿Te conviene?

—Aceptado —contestó la abeja.

La culebra se echó a reír de nuevo, porque se le había ocurrido una cosa que jamás podría hacer una abeja. Y he aquí lo que hizo:

Salió un instante afuera, tan velozmente que la abeja no tuvo tiempo de nada. Y volvió trayendo una cápsula de semillas de eucalipto, de un eucalipto que estaba al lado de la colmena y que le daba sombra.

Los muchachos hacen bailar como trompos esas cápsulas, y les llaman trompitos de eucalipto.

—Esto es lo que voy a hacer —dijo la culebra—. ¡Fíjate bien, atención!

Y arrollando vivamente la cola alrededor del trompito como un piolín la desenvolvió a toda velocidad, con tanta rapidez que el trompito quedó bailando y zumbando como un loco.

La culebra se reía, y con mucha razón, porque jamás una abeja ha hecho ni podrá hacer bailar a un trompito. Pero cuando el trompito, que se había quedado dormido zumbando, como les pasa a los trompos de naranjo, cayó por fin al suelo, la abeja dijo:

—Esa prueba es muy linda, y yo nunca podré hacer eso.

—Entonces, te como —exclamó la culebra.

—¡Un momento! Yo no puedo hacer eso: pero hago una cosa que nadie hace.

—¿Qué es eso?

—Desaparecer.

—¿Cómo? —exclamó la culebra, dando un salto de sorpresa—. ¿Desaparecer sin salir de aquí?

—Sin salir de aquí.

—¿Y sin esconderte en la tierra?

—Sin esconderme en la tierra.

—Pues bien, ¡hazlo! Y si no lo haces, te como en seguida — dijo la culebra.

El caso es que mientras el trompito bailaba, la abeja había tenido tiempo de examinar la caverna y había visto una plantita que crecía allí. Era un arbustillo, casi un yuyito, con grandes hojas del tamaño de una moneda de dos centavos.

La abeja se arrimó a la plantita, teniendo cuidado de no tocarla, y dijo así:

—Ahora me toca a mi, señora culebra. Me va a hacer el favor de darse vuelta, y contar hasta tres. Cuando diga "tres", búsqueme por todas partes, ¡ya no estaré más!

Y así pasó, en efecto. La culebra dijo rápidamente:"uno..., dos..., tres", y se volvió y abrió la boca cuan grande era, de sorpresa: allí no había nadie. Miró arriba, abajo, a todos lados, recorrió los rincones, la plantita, tanteó todo con la lengua. Inútil: la abeja había desaparecido.

La culebra comprendió entonces que si su prueba del trompito era muy buena, la prueba de la abeja era simplemente extraordinaria. ¿Qué se había hecho?, ¿dónde estaba?

No había modo de hallarla.

—¡Bueno! —exclamó por fin—. Me doy por vencida. ¿Dónde estás?

Una voz que apenas se oía —la voz de la abejita— salió del medio de la cueva.

—¿No me vas a hacer nada? —dijo la voz—. ¿Puedo contar con tu juramento?

—Sí —respondió la culebra—. Te lo juro. ¿Dónde estás?

—Aquí —respondió la abejita, apareciendo súbitamente de entre una hoja cerrada de la plantita.

¿Qué había pasado? Una cosa muy sencilla: la plantita en cuestión era una sensitiva, muy común también aquí en Buenos Aires, y que tiene la particularidad de que sus hojas se cierran al menor contacto. Solamente que esta aventura pasaba en Misiones, donde la vegetación es muy rica, y por lo tanto muy grandes las hojas de las sensitivas. De aquí que al contacto de la abeja, las hojas se cerraran, ocultando completamente al insecto.

La inteligencia de la culebra no había alcanzado nunca a darse cuenta de este fenómeno; pero la abeja lo había observado, y se aprovechaba de él para salvar su vida.

La culebra no dijo nada, pero quedó muy irritada con su derrota, tanto que la abeja pasó toda la noche recordando a su enemiga la promesa que había hecho de respetarla.

Fue una noche larga, interminable, que las dos pasaron arrimadas contra la pared más alta de la caverna, porque la tormenta se había desencadenado, y el agua entraba como un río adentro.

Hacía mucho frío, además, y adentro reinaba la oscuridad más completa. De cuando en cuando la culebra sentía impulsos de lanzarse sobre la abeja, y ésta creía entonces llegado el término de su vida.

Nunca, jamás, creyó la abejita que una noche podría ser tan fría, tan larga, tan horrible. Recordaba su vida anterior, durmiendo noche tras noche en la colmena, bien calentita, y lloraba entonces en silencio.

Cuando llegó el día, y salió el sol, porque el tiempo se había compuesto, la abejita voló y lloró otra vez en silencio ante la puerta de la colmena hecha por el esfuerzo de la familia. Las abejas de guardia la dejaron pasar sin decirle nada, porque comprendieron que la que volvía no era la paseandera haragana, sino una abeja que había hecho en sólo una noche un duro aprendizaje de la vida.

Así fue, en efecto. En adelante, ninguna como ella recogió tanto polen ni fabricó tanta miel. Y cuando el otoño llegó, y llegó también el término de sus días, tuvo aún tiempo de dar una última lección antes de morir a las jóvenes abejas que la rodeaban:

—No es nuestra inteligencia, sino nuestro trabajo quien nos hace tan fuertes. Yo usé una sola vez de mi inteligencia, y fue para salvar mi vida. No habría necesitado de ese esfuerzo, sí hubiera trabajado como todas. Me he cansado tanto volando de aquí para allá, como trabajando. Lo que me faltaba era la noción del deber, que adquirí aquella noche. Trabajen, compañeras, pensando que el fin a que tienden nuestros esfuerzos —la felicidad de todos— es muy superior a la fatiga de cada uno. A esto los hombres llaman ideal, y tienen razón. No hay otra filosofía en la vida de un hombre y de una abeja.

lunes, diciembre 11, 2006

De la Navidad, un cumpleañero especial y el Amor que se anida en cada uno de nosotros...



"No eches raíces en un sitio, muévete, pues no eres un árbol, para eso tienes dos pies. El hombre más sabio es el que sabe que su hogar es tan grande como pueda imaginar." (Mago de OZ)



"Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año" (Charles Dickens)

La Navidad, como ya se ha expresado, permite reconciliarnos con la fe, vivir hermanados pensando en un presente amigable y fraterno, en un futuro esperanzador.

Es tiempo de buena voluntad, villancicos y cánticos que nos permiten reflexionar, añorar a los seres queridos, establecer alianzas esperanzadoras que nos permitan tomar una bocanada de aire fresco y seguir adelante, confiados en la infinita gracia del Dios Padre.

Por ello, creyendo firmemente en la buena voluntad, en la capacidad regenerativa del hombre frente a si mismo, en la consensualidad manifiesta de salir airosos de los trances que se nos presentan para ser cada día mejores personas y ciudadanos, estas líneas pretenden avivar un poco, en medio de tanto desconsuelo, injusticia e intolerancia en nuestro diario vivir, ese espíritu festivo y esperanzador de la navidad, alejado del mercantilismo de gastarlo todo, enfrascado enb su esencia más pura:la reconciliación y el despertar de la fé en los corazones de los hombres de buena voluntad, para salir airosos de las pruebas que atravesamos y seguir adelante ... con una sonrisa.

Al Lic. Alvarez, en este día especial, el de su cumpleaños, mis esperanzados deseos de que brille en su alma la luz y el destello de la inteligencia, excelencia creativa y feliz desempeño, como excelente persona y brillante profesional de la comunicación social;que ese travieso y anhelante niño que cohabita con tan maravilloso ser, le permita seguir siendo encantador,vehemente, soñador y tan él, que jamás le impida CREER que todo cuanto quiere es posible realizar, si lucha con la suficiente tenacidad para lograrlo y que la pesadumbre y el desespero no existen ni tienen cabida, cuando la fe existe en nuestros corazones, para impulsarnos a seguir adelante, contra todo pronóstico.

A todos los queridos amigos lectores, un abrazo cálido que permita ratificarles el afecto y la bienaventuranza de esta siempre hermosa temporada Navideña.

"¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!" (Charles Dickens)



"El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad" (Charles Dickens)

viernes, diciembre 08, 2006

El Gigante Egoísta, de Oscar Wilde


En la onda de cuentos y fábulas maravillosas, de esas trepidantes y hermosas historias que desde siempre han alimentado nuestra prodigiosa e interminable imaginación, me permito compartir con Ustedes este clásico inmortal de del maestro Oscar Wilde, que espero disfruten y atesoren tanto como yo .

Ojalá y más pronto que tarde, algún genio creador o estudio fílmico pudiera deleitarnos con una excelente adaptación que permita recrear con imágenes, sonido y música esta gran historia, como en su momento ocurrió con La historia Interminable de Michael Ende y El Señor de los Anillos de Tolkien.

El Gigante Egoísta - Oscar Wilde

Todas las tardes, a la salida de la escuela, los niños se habían acostumbrado a ir a jugar al jardín del gigante.

Era un jardín grande y hermoso, cubierto de verde y suave césped. Dispersas sobre la hierba brillaban bellas flores como estrellas, y había una docena de melocotones que, en primavera, se cubrían de delicados capullos rosados, y en otoño daban sabroso fruto. Los pájaros se posaban en los árboles y cantaban tan deliciosamente que los niños interrumpían sus juegos para escucharlos. -¡Qué felices somos aquí!- se gritaban unos a otros.

Un día el gigante regresó. Había ido a visitar a su amigo, el ogro de Cornualles, y permaneció con él durante siete años. Transcurridos los siete años, había dicho todo lo que tenía que decir, pues su conversación era limitada, y decidió volver a su castillo. Al llegar vió a los niños jugando en el jardín. -¿Qué estáis haciendo aquí?- les gritó con voz agria. Y los niños salieron corriendo. -Mi jardín es mi jardín- dijo el gigante. -Ya es hora de que lo entendáis, y no voy a permitir que nadie mas que yo juegue en él. Entonces construyó un alto muro alrededor y puso este cartel: Prohibida la entrada. Los transgresores serán procesados judicialmente.

Era un gigante muy egoísta. Los pobres niños no tenían ahora donde jugar. Trataron de hacerlo en la carretera, pero la carretera estaba llena de polvo y agudas piedras, y no les gustó. Se acostumbraron a vagar, una vez terminadas sus lecciones, alrededor del alto muro, para hablar del hermoso jardín que había al otro lado. -¡Que felices éramos allí!- se decían unos a otros. Entonces llegó la primavera y todo el país se llenó de capullos y pajaritos. Solo en el jardín del gigante egoísta continuaba el invierno. Los pájaros no se preocupaban de cantar en él desde que no había niños, y los árboles se olvidaban de florecer. Solo una bonita flor levantó su cabeza entre el césped, pero cuando vio el cartel se entristeció tanto, pensando en los niños, que se dejó caer otra vez en tierra y se echó a dormir. Los únicos complacidos eran la Nieve y el Hielo. -La primavera se ha olvidado de este jardín- gritaban. -Podremos vivir aquí durante todo el año

La Nieve cubrió todo el césped con su manto blanco y el Hielo pintó de plata todos los árboles. Entonces invitaron al viento del Norte a pasar una temporada con ellos, y el Viento aceptó. Llegó envuelto en pieles y aullaba todo el día por el jardín, derribando los capuchones de la chimeneas. -Este es un sitio delicioso- decía. -Tendremos que invitar al Granizo a visitarnos. Y llegó el Granizo. Cada día durante tres horas tocaba el tambor sobre el tejado del castillo, hasta que rompió la mayoría de las pizarras, y entonces se puso a dar vueltas alrededor del jardín corriendo lo más veloz que pudo. Vestía de gris y su aliento era como el hielo. -No puedo comprender como la primavera tarda tanto en llegar- decía el gigante egoísta, al asomarse a la ventana y ver su jardín blanco y frío. -¡Espero que este tiempo cambiará! Pero la primavera no llegó, y el verano tampoco. El otoño dio dorados frutos a todos los jardines, pero al jardín del gigante no le dio ninguno.

-Es demasiado egoísta- se dijo. Así pues, siempre era invierno en casa del gigante, y el Viento del Norte, el Hielo, el Granizo y la Nieve danzaban entre los árboles. Una mañana el gigante yacía despierto en su cama, cuando oyó una música deliciosa. Sonaba tan dulcemente en sus oídos que creyó sería el rey de los músicos que pasaba por allí. En realidad solo era un jilguerillo que cantaba ante su ventana, pero hacía tanto tiempo que no oía cantar un pájaro en su jardín, que le pareció la música más bella del mundo. Entonces el Granizo dejó de bailar sobre su cabeza, el Viento del Norte dejó de rugir, y un delicado perfume llegó hasta él, a través de la ventana abierta. -Creo que, por fin, ha llegado la primavera- dijo el gigante; y saltando de la cama miró el exterior. ¿Qué es lo que vio? Vio un espectáculo maravilloso. Por una brecha abierta en el muro los niños habían penetrado en el jardín, habían subido a los árboles y estaban sentados en sus ramas. En todos los árboles que estaban al alcance de su vista, había un niño. Y los árboles se sentían tan dichosos de volver a tener consigo a los niños, que se habían cubierto de capullos y agitaban suavemente sus brazos sobre las cabezas de los pequeños. Los pájaros revoloteaban y parloteaban con deleite, y las flores reían irguiendo sus cabezas sobre el césped. Era una escena encantadora. Sólo en un rincón continuaba siendo invierno. Era el rincón más apartado del jardín, y allí se encontraba un niño muy pequeño. Tan pequeño era, no podía alcanzar las ramas del árbol, y daba vueltas a su alrededor llorando amargamente. El pobre árbol seguía aún cubierto de hielo y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía en torno a él. -¡Sube, pequeño!- decía el árbol, y le tendía sus ramas tan bajo como podía; pero el niño era demasiado pequeño. El corazón del gigante se enterneció al contemplar ese espectáculo.

-¡Qué egoísta he sido- se dijo. -Ahora comprendo por qué la primavera no ha venido hasta aquí. Voy a colocar al pobre pequeño sobre la copa del árbol, derribaré el muro y mi jardín será el parque de recreo de los niños para siempre. Estaba verdaderamente apenado por lo que había hecho. Se precipitó escaleras abajo, abrió la puerta principal con toda suavidad y salió al jardín. Pero los niños quedaron tan asustados cuando lo vieron, que huyeron corriendo, y en el jardín volvió a ser invierno. Sólo el niño pequeño no corrió, pues sus ojos estaban tan llenos de lágrimas, que no vio acercarse al gigante. Y el gigante se deslizó por su espalda, lo cogió cariñosamente en su mano y lo colocó sobre el árbol. El árbol floreció inmediatamente, los pájaros fueron a cantar en él, y el niño extendió sus bracitos, rodeó con ellos el cuello del gigante y le besó. Cuando los otros niños vieron que el gigante ya no era malo, volvieron corriendo y la primavera volvió con ellos. -Desde ahora, este es vuestro jardín, queridos niños- dijo el gigante, y cogiendo una gran hacha derribó el muro. Y cuando al mediodía pasó la gente, yendo al mercado, encontraron al gigante jugando con los niños en el más hermoso de los jardines que jamás habían visto. Durante todo el día estuvieron jugando y al atardecer fueron a despedirse del gigante. -Pero, ¿dónde está vuestro pequeño compañero, el niño que subí al árbol?- preguntó. El gigante era a este al que más quería, porque lo había besado. -No sabemos contestaron los niños- se ha marchado. -Debéis decirle que venga mañana sin falta- dijo el gigante. Pero los niños dijeron que no sabían donde vivía y nunca antes lo habían visto. El gigante se quedó muy triste. Todas las tardes, cuando terminaba la escuela, los niños iban y jugaban con el gigante. Pero al niño pequeño, que tanto quería el gigante, no se le volvió a ver. El gigante era muy bondadoso con todos los niños pero echaba de menos a su primer amiguito y a menudo hablaba de él. -¡Cuánto me gustaría verlo!- solía decir. Los años transcurrieron y el gigante envejeció mucho y cada vez estaba más débil. Ya no podía tomar parte en los juegos; sentado en un gran sillón veía jugar a los niños y admiraba su jardín. -Tengo muchas flores hermosas- decía, pero los niños son las flores más bellas.

Una mañana invernal miró por la ventana, mientras se estaba vistiendo. Ya no detestaba el invierno, pues sabía que no es sino la primavera adormecida y el reposo de las flores. De pronto se frotó los ojos atónito y miró y remiró. Verdaderamente era una visión maravillosa. En el más alejado rincón del jardín había un árbol completamente cubierto de hermosos capullos blancos. Sus ramas eran doradas, frutos de plata colgaban de ellas y debajo, de pie, estaba el pequeño al que tanto quiso. El gigante corrió escaleras abajo con gran alegría y salió al jardín. Corrió precipitadamente por el césped y llegó cerca del niño. Cuando estuvo junto a él, su cara enrojeció de cólera y exclamó: - ¿Quién se atrevió a herirte?- Pues en las palmas de sus manos se veían las señales de dos clavos, y las mismas señales se veían en los piececitos. -¿Quién se ha atrevido a herirte?- gritó el gigante. -Dímelo para que pueda coger mi espada y matarle. -No- replicó el niño, pues estas son las heridas del amor. -¿Quién eres?- dijo el gigante; y un extraño temor lo invadió, haciéndole caer de rodillas ante el pequeño. Y el niño sonrió al gigante y le dijo: -Una vez me dejaste jugar en tu jardín, hoy vendrás conmigo a mi jardín, que es el Paraíso. Y cuando llegaron los niños aquella tarde, encontraron al gigante tendido, muerto, bajo el árbol, todo cubierto de capullos blancos.

jueves, diciembre 07, 2006

La cerillera (La Pequeña vendedora de Cerillos)


Hans Christian Andersen escribió este cuento breve.“La niña de los fósforos” es un relato triste sobre una pequeña vendedora de cerillos, que obligada por su padre sale a vender bajo el gélido invierno, en el último día del año.

Como no ha vendido, la niña no puede regresar a su casa, por lo que decide sentarse en el frío piso. Lo helado del ambiente la obliga a encender una cerilla, y con ese calorcito su imaginación se despierta; luego enciende otro y después otro más.

En una de esas ocasiones ve a su abuelita, quien ya está fallecida, y entonces para no perder la imagen de su abuela enciende todos los fósforos, y le pide que se la lleve con ella.

En la primera mañana de enero, los transeúntes vieron el cadáver de la chiquilla con lástima, sin saber con qué gloria había entrado con la abuela en el gozo del año nuevo.

La maravillosa magia creativa de los estudios Disney ha ideado,un excelente cortometraje de esta historia, que a mi juicio, terminará convirtiéndose en un clásico más de esta sorprendente fábrica de sueños, dotado de una calidez y sensibilidad pasmosa, para acompañar el lanzamiento de la Edición Especial de "La Sirenita", inspirada en la homológa historia del maestro danés, un cortometraje lleno de magia y extraordinaria ternura que curiosamente en esta oportunidad si resulta fielmente aproximado a esta contundente historia que gracias a youtube me permito compartir con todos Ustedes.

Ojalá se sensibilisen y la disfruten tanto como lo hice yo, al descubrirla en este excelente DVD pleno de interesante material adicional. Cuando la vean, por favor expresen sus comentarios para enriquecer esta sencilla, pero afectiva nota.

¡Se les quiere!


Navidad 2006




Con la llegada de la Navidad, sobreviene la calma, persiste la alegría y se apaciguan los ánimos.

Producto de la época decembrina, conscientes o no de ello, nos dejamos llevar por la contagiosa alegría de niños, jóvenes y adultos dispuestos a renovar sus deseos y anhelos, confiados en que el niño Dios ha de concederlos o al menos coadyuvar en su futura concreción.

Es tiempo de reflexión, de introspección, respecto a cuanto hemos hecho y lo que pretendemos o hemos pretendido hacer con nuestras vidas, para redireccionarla o redirigirla para el caso de asumir conscientemente las riendas de nuestro destino.

Por ello durante este mes, dentro de los post a realizar, trataré de incluir, alternativamente, música y temas alusivos a esta fecha de reconciliación y buena voluntad, sin obviar lo que el espíritu y la conciencia ciudadana me animen a compartir con Ustedes, mis extraordinarios amigos.




miércoles, diciembre 06, 2006

Todo lo que quiero para Navidad...


"Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen". Camilo José Cela.

Al fin, llegó Navidad. La época más hermosa del año, en la que el amor y la buena voluntad parecieran irradiar "sorpresivamente" en los rostros y corazones de la gente, solamente durante sus 31 días.

Es el mes del nacimiento del niño Dios, del renacer de la fé en la esperanza y salvación de la humanidad.

No sé, quizás allí radique esa particular magia, ese encanto, ese afán que comminado por el comercio internacional y nacional nos lleva a correr absurdamente contra el tiempo y desaforadamente gastarnos hasta el último centavo de nuestros ingresos y ahorros para regalar a todo el mundo, aunque sea un pequeño presente, que constate que estamos "sintonizados" con dicha onda expansiva de amor sin medida... para terminar al fin de año pidiendo prestado hasta la siguiente quincena del mes, lamentándonos de habernos excedido en el gasto, con la resaca moral, biológica y económica del excesivo gasto, las tremendas farras y la exacerbada ingesta de licor, propia de estas fechas.

No obstante a ello y después de los inclementes y sacrificados momentos que este bravo pueblo ha atravesado, tanto opositores como oficialistas, cual montescos y capuletos, todos merecemos hacer un alto en la atrincherada guerra e incesante, contradictoria y absurda lucha, que lamentablemente aún no termina, para dar paso a la reflexión y tranquilidad.

El reposo necesario de quienes, llevamos bastante tiempo, en un vaivén de dimes y diretes que pareciera aún no tener fin.

De ahí el por qué resulta necesario e inminente hacer una tregua y bandera blanca en alto, reponer fuerzas, respirar profundo, meditar, redirigir metas y sueños y a pesar de todo, creer.

Ahora bien, no pretendo caer en el cursilismo concreto de pensar, en ese soñado, abstracto e idealizado "Abrazo solidario", sin distingo de diferencias, en esa posibilidad más que remota, de obviar diferencias, que ya, al menos lamentablemente es imposible aplicar por estos lares, no, que vá, lamentablemente eso solo existe en los clásicos del cine, en esas obras imperecederas como "It´s a wonderful life" y casi toda la filmografía de ese genio creador de Frank Capra, que supo visionar y redirigir la época de la gran depresión americana, para soslayar la desesperación y la angustia y reconfortar los millones de corazones de una sociedad desesperada, ansiosa de retomar la fe y creer en el mañana, producto de una difícil realidad concreta.

Los cineastas de hoy dia y el público hacia quien dirigen su mensaje, están conscientes que no hay discurso almibarado que pueda contra la intolerancia, el desaliento y oprobio del mundo moderno, por lo que ya no se esfuerzan en utilizar esta fórmula que en el pasado tantos buenos resuiltados produjera. Prueba de ello es el escaso interés que en el mercado norteamericano ha despertado el estreno de "Una navidad muy prendida"con los geniales Danny de Vito, Mathew Broderick y Kirsten Davies, cuya trama decae estrepitosamente luego de los primeros 15 minutos del film, para casi convertirse en un somnoliento especial de televisión para un domingo en la tarde. Ahora las apuestas fílmicas son para la violencia, recreación de hechos históricos, acontecimientos terribles, documentales que nos demuestran, cuan perniciosos y despreciables podemos llegar a ser, bajo los abusos de poder o animaciones que pretenden demostrar lo valerosos que podemos resultar, si nos esforzamos en ser quienes somos y otros mensajes de autoayuda, para dejar atrás el afecto y apoyo solidario. Confundir sociedad con suciedad, en un maquiavélico juego de palabras que lamentablemente profundizan la gran brecha que día a día nos separa y enfrenta en una cruenta lucha descarnizada por sobrevivir...para vivir.

Pero hey, no todo está perdido, mientras haya vida, existe la esperanza y el compromiso efectivo de tratar de ser mejores cada día, pese a todo lo que acontezca, es nuestro compromiso, ser felices.

Por eso quiero, de verdad, aprovechar la magia de estas fechas, retomar ese espíritu solidario y afectivo, que no sólo es producto de ella, gracias al comercialismo o verdadero asiento que reside en la bondad que se anida en el corazón de todos, de ese cariño sincero que he percibido y recibido de quienes me han visitado y aún lo hacen, de mis seres cercanos, de quienes comparten conmigo el día a día laboral, afectos o no a mi modo de ser y de pensar, para desearles a todos, durante estas navidades, lo mejor.

Que sean capacez de lograr alcanzar la mayor parte de lo que anhelan y desean, de materializar el producto de su creativo esfuerzo, de pasarla bien, de ser visitados por el espíritu de la navidad, entendido éste como la manifestación festiva de una época de reflexión y convivencia ciudadana, de respetar lo mayor posible nuestras diferencias, de dejar pasar el reproche, la intolerancia, la fatalidad y en franco ejercicio de respeto ciudadano, vivir la tranquilidad de las fiestas.

Para aquellos que especialmente forman parte de mi vivir, todos esos amigos que están, los que me visitan a diario, los que algunas veces lo hicieron y los que no lo han hecho ni lo harán, todo mi cariño y mis mejores deseos porque durante estas fiestas irradie en sus corazones la paz y permanezca viva e inalterable la llama del amor, entendido éste como fuente de vida, instrumento vital para la consagración de metas y esperanzados deseos.

Y ojo, aclaro que no estoy despidiéndome, ni pienso salir del blog, simplemente estoy tratando de "ponerme al día" con mi cronograma de posts, truncado por circunstancias ajenas a mi voluntad inicial, que habían impedido su concreción.

¡Se les quiere!

"La enfermedad del ignorante, es ignorar su propia ignorancia." Amos Bronson Alcott

¡Ante la adversidad, Amémonos todos!

"Aquel que deja de aprender, es un viejo tenga veinte u ochenta años. Aquel que sigue aprendiendo, se mantiene joven." Henry Ford


"Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. En realidad, la vida es una calle de sentido único."
Agatha Christie

¡Ireemplazables!



Ireemplazable, es el amor que se anida en cada uno de nosotros, haciéndonos cada vez más fuertes, permitiéndonos soportar las caídas, sosteniéndonos, aferrarnos a este hermoso lazo de vida útil, subjetiva, apreciable en cada instante, maravilloso o no, de nuestra terrenal existencia .

Decir "Te Quiero y Gracias" resulta, además de grato,realmente necesario, para validar la honrosa preocupación que nace del afecto y con certeza nos reafirma que no estamos solos, que disponemos los unos de los otros para subir la cuesta, hacer más llevadero el camino cargado de obstáculos que ha de dirigirnos hacia nuestro estimado destino...

Cada uno de nosotros, como entidad genérica afín, se retroalimenta del otro en la compleja y maravillosa diversidad particularizada de su esencia, que constituye un valioso tesoro, un crisol que expande su luz, para iluminar cualquier recóndito rincón de nuestras vida, incluyendo las penas, inseguridades y temores ocultos.

Cada uno representa en sí mismo la magia de la Vida, cuyo devenir constante llega provisto de múltiples páginas especiales, que se escriben con creyones de colores, para determinar cada estadio de su increíble e incesante aventura particular: Todas y cada una de las páginas de su maravillosa historia personal, que se entrelaza con la de muchos otros seres de luz, algunos incluso, inicialmente anónimos que luego se convierten en factores determinantes, suerte de elenco integrante de una excelsa obra coral, producto de vicisitudes, alegrías, encuentros y desencuentros del increible juego de la Vida, del cual todos formamos parte.

Por ello, reciban todos un fuerte abrazo, acompañado del susurro del viento del Norte, que acompasado les manifiesta mi cariño, con un caluroso y fresco agradecimiento, por estar al pendiente de cuanto acontece, para ratificar ese afecto sincero que ha nacido entre nosotros, esa solidaridad fraterna que resulta ireemplazable, como Ustedes, para seguir adelante.

¡Gracias otra vez!.
"La tristeza es la cuna de inspiración de todo escritor."
Agatha Christie

martes, diciembre 05, 2006

Respeto (Coming Home)

Regreso a esta casa, después de una breve, pequeña y necesaria ausencia...

A todos los queridos amigos que se preocuparon y escribieron líneas de apoyo, e incluso mensajes electrónicos, MIL GRACIAS por ese afecto y solidaridad demostrado.
Era necesario, hacer un alto, interiorizar las circunstancias exógenas y las endógenas de cuanto nacionalmente sucedió, sucede y está por suceder.
Poder interiorizar todo...para desde allí empezar a materializar y concretar ideas, acciones, actitudes, todas en función de evolucionar,aún en medio de la involución pasmosa de estos tiempos de intolerancia que han de acrecentarse hasta llegar a un inevitable caos insostenible, que quizás materialice algún cambio; y aún si así no fuere, igual ha de expectarse hacia un camino liberador que permita salir adelante a quienes todavía, pese al irrespeto, abuso de poder y actitudes fraudulentas aún creemos en la libertad y necesaria interrelación de los pueblos, en el esfuerzo creativo como elemento generador de prosperidad, en la dignidad humana y la decencia como factores claves de autodesarrollo, aunque todo esos principios parezcan hoy día vetustos e infuncionales.
Hacer paréntesis y en consecuencia, salir transitoriamente del blog, para nada me parece el ejercicio de acto de cobardía alguno; por el contrario, a mi entender y salvo mejor opinión, en ejercicio de respeto al prójimo, vivenciar en soledad interna la crisis, asumirla y sentirla para calibrarla, combatirla y hacerle frente, desde dentro, sin interferencia colectiva alguna, para no contaminar a los demás de las consecuencias de un sentir y padecer particularizado, ni dejarse inundar por ésta, reconociéndole el control total de la situación, con posibilidad de vencer sobre el ententendimiento y la razón.
Por ello agradezco a todos la solidaridad y el respeto y si en algun momento les causé preocupación desmedida, pido Mil Disculpas por ello, no fué mi intención.
Simplemente necesitaba revalidar conceptos, pensar claro y asumir como siempre, con absoluta responsabilidad las riendas de mi vida para tratar de salir adelante, por encima de cualquier circunstancia...sin morir en el intento.
No estaba muerto, pero tampoco estaba de parranda. Sólo me encontraba interiorizando mi sentir,vivenciando mi padecer, asumiendo la lucha interna del ser frente al deber ser, idear estrategias para seguir enfrentando, de momento, esta ignominiosa existencia a las que nos someten,contra nuestra voluntad.
No todo aún se ha dicho y cuanto ha sucedido y sucede aún puede contrariar lo que sucederá. Sin ánimos de asumir posiciones alarmistas ni vaticinar presagios, el determinismo de los últimos acontecimientos pareciera avecinar el desbordamiento del caos, así como no puede pedirsele peras al olmo, ni obsequiársele margaritas a los cerdos, la historia y el tiempo se encargarán de juzgar cuanto ha acontecido, sucede y sucederá.
A todos, otra vez, ¡Gracias, con todo mi cariño!.
¡Se les quiere y recuerda siempre!