Vestirse de viernes

Quiero aprovechar la ocasión, para desmitificar un poco el blogg de tanto desencanto, paranoia y fantasear dentro de los límites certeros de la imaginación, para lograr desde el despunte del alba, homenajear la vida como muestra clara de un sano propósito que trasciende la mera existencia terrenal.

Hoy es viernes, y en nuestro pais, vestirse de viernes, es trajearse de fiesta, rumba, liberación.

Es sinónimo de aliviar tensiones, interactuar con los amigos, visitar sitios al aire libre o cerrados, donde de manera alergre se comparte, bebe, conversa, flirtea o comparte y departe con el amigo, compañero, pareja, amante, familia, etc.

Bien sea que se trate de quincena, cuando la copsa se pone buena, porque siempre a cómo de lugar se deja un "apartadito" para la cañandonga,birra, cervecita, smirnoff, traguito, roncito, o cualquier derivado etilíco consumido para aletgrar el alma, liberar tensiones de la semana o en general , cualquier excusa que a juicio de los entendidos, acrecienta nuestro complejo problema con el consumo de alcohol y manifestación certera del "alcoholismo social" que desde temprana edad pareciera que casi todos padecemos (sin embargo esa es harina de otro costal y será tratado quizás en otra ocasión, prometí apartarme hoy, de las sombras, pesadillas, alucinaciones y angustias recurrentes que quizás aleje de ustedes, mis consecuentes amigos, a este humilde servidor).

Es también, "viernes de estrenos", como se estila en norteamérica y las grandes capitales del mundo, las carteleras cinematográficas renuevan sus ofertas a los espectadores cada viernes, lo cual hace aún más interesante los fines de semana para los cinéfilos, amén del criterio comercial del incremento del consumo los días de semana para dedicarlos a las diversiones,dentro de las cuales, todavía el ir al cine sigue siendo una de las más accesibles (por ahora y a pesar del reciente incremento del precio de las entradas, que vaticina que para fin de año volverá a subir).

Cada viernes acrecienta la emoción ante la proximidad e inmediatez de un estreno, de una nueva oportunidad de compartir la magia de las historias ajenas, las grandes emociones,entretenidas aventuras, románticas historias, aterradoras narraciones e hilarantes situaciones que en la vasta oscuridad de una sala de cine se dan lugar para hacernos sentire pate de otros mundos, inmiscuirnos en otras vidas, fisgonear y sentir afinidad o adversión ante diferentes modos de ver y de actuar...

Vistámonos de fiesta, como más nos plazca, pero eso sí, con raciocinio, austeridad y prudencia, dejémonos llevar por la magia de este día especial, regalándonos un poco de cariño, que tanto nos merecemos...