A Dios le pido

Otra vez es domingo, pero a diferencia de cada domingo, últimamente se ha roto la monotonía y aparente calma que suele acompañar a estos "días de descanso", no precisamente como quisiera...

Tengo a Golfo Guillermo conmigo, pero aún falta mi consorte y parece mentira como crece la añoranza del ser querido cuando no se tiene al lado de uno, aunque sea para discutir y tratar de validar quién tiene la razón o ratificar cuán equivocado puede uno estar.

Por otra parte,pese a que el reencuentro con Moni fue agradable, porque siempre es una "divina locura" verla, hablarle, con la de situaciones que hay que contar, analizar, interpretar,trajes que coser y descoser!,pero esta vez nos unió una lamentable noticia: la enfermedad repentina de "Mamá I": estoica, bella, radiante, ser de luz, amor y sacrificio, mujer de valentía, sabrosura europea/criolla que ha dado a esta tierrra, tres inteligente hijos, mucho esfuerzo y lucha.

Acudimos, en la medida de nuestras escasas pero sinceras posibilidades, a hacernos presentes, manifestar que somos y estamos con ella, aunque quizás ni siquiera ella lo sepa aún,pero no importa, eso no es lo que cuenta, de verdad, lo hacemos confiados en el amor y la fe en el creador, en el afecto sincero que sentimos, la admiración y el aprecio, por lo que le pedimos por su bienestar, su recuperación.

Ella es la fuerza y magia de una familia entera de ancestros germanos, de gente de bien.

Progenitora de una amiga, compañera de sueños lejanos, pero siempre presentes, de esos bonitos, de superación y esfuerzo, talento y profesionalismo, de los que provocan evocar siempre a fuerza del afecto y la fe en el porvenir.

Aquí estamos... pidiendo,orando silenciosamente, sin aspavientos, esperando que sea lo mejor lo que suceda, con la convicción de que tanta entereza y bondad debe ser recompensada, abrazándonos a la vida, con ella y aún más allá de ella, al estar vivos de a de veras, con corazón y alma ...