




Entre el panfleto moralista y la ingeniosa inventiva para sobrevivir (cuando la precariedad ostentosa de un discurso planfletario y edulcoradamente moralista y el ingenio de un discurso comprometido con el espectador compiten para salvar un enfermo que todo el tiempo agoniza)…
El cine Venezolano es grande, como grande en si misma es cada intención ciudadana generosa y auténtica de esforzarse por lograr un mejor destino.
Su identidad y esencia, naufraga por los caminos de la precariedad, que justo es de reconocer, no es sólo producto de esta V República, ya en la IV adolecía del desapego del Estado, frente a su responsabilidad de garantizar el sostenimiento de la cultura de su pueblo, a través de la creación de políticas, instrumentos o mecanismos que garanticen no sólo la manifestación de su creatividad sino el fortalecimiento de una industria que garantice entretenimiento ciudadano patrio (no patriotero, distorsionando la realidad o circuncidándola a una sola opinión)además de generar empleo para quienes hacen del arte su medio de sobreviviencia.
Pese a la existencia de la Ley del Cine, modificada en dos oportunidades y la existencia de Organismos Estatales de Financiamiento de carácter nacional, aún la libertad creativa y el sostenimiento efectivo de una industria, que data de más de cien años, ha logrado grandes reconocimientos en festivales internacionales de toda importancia (Cannes, con Araya y Oriana, de dos grandes cineastas venezolanas, Trieste, Biarritz, Chicago, Colombia, New York, etc), tuvo su esplendor y apogeo en los años 80, cuando a causa de una de las mas grandes crisis financiera (por lo menos una que fue lo suficientemente contundente y libertaria como para reconocerse, no como ahora que todo se oculta con corruptela patriotera y petrodólares, hasta que efectivamente reviente) se generó todo un conflicto con dinero adeudado a las grandes distribuidoras norteamericanas y existiendo suficiente material para rodar en el país, muchos cineastas aprovecharon la oportunidad de manifestar sus inquietudes fílmicas dentro de la mas variopinta muestra de nuestra idiosincrasia. No solamente Román Chalbaud, célebre, apreciado y talentoso cineasta, que regularmente nos ofrecía, casi con carácter bianual o anual, de alguna de sus otrora espléndidas creaciones a través de su empresa GENTE DE CINE C.A., que se convirtió en una sólida referencia de cine comercial de alto nivel, esto es, con producciones exitosas con respaldo de crítica y público (Sagrado y Obsceno, la Quema de Judas, El Pez que fuma, su obra más emblemática, Carmen la que contaba 16 años, El Rebaño de los Angeles, Cangrejo, Manon, Cangrejo II, Ratón en Ferretería, La Oveja Negra, Cuchillos de Fuego, Pandemonium la capital del Infierno, de todo lo cual parece haberse olvidado, esto es, de sus grandes éxitos en el mercado cinematográfico, pese a los obstáculos que hubiera podido enfrentar, al plegarse ahora al nuevo régimen y denigrar en demasía de quienes representan a la industria del cine y televisión, obteniendo la “unción de papá” para realizar hoy día un cine diferente, con tono propagandístico, que para nada trasluce la inteligencia, creatividad y sensibilidad social del talentoso cineasta y dramaturgo andino, dando lamentablemente al trasto de una cronología impecable de talento e importancia en la historia de nuestra cinematografía, sino además, otros nombres importantes estuvieron en la palestra, los talentosos Alfredo Anzola, Alfredo Lugo, Joaquín Cortés, Carlos Rebolledo, Mauricio Wallerstein, etc.
Pero bueno, el caso toda esta perorata guarda relación con el estreno simultáneo de dos nuevas producciones nacionales, con temática distinta y que en si misma pretenden dejar bien parado el nombre de nuestra cinematografía.De seguido he de escribirles,lo que se dice de ellas y lo que este servidor piensa al respecto,para que cada quien se forme su propio criterio a posteriori.
13 Segundos, el segundo largometraje de Fadel luego de la comedia Mi Mujer es la que Manda en 2004, fue rodado durante de los meses de abril y mayo de 2006 en diversas locaciones de Maracay. Los actores que participan son de gran trayectoria en la televisión venezolana -como Daniela Alvarado, Nohelí Arteaga, Carmen Julia Álvarez, Lourdes Valera, Enma Rabe, Gabriela Vergara, entre otros- por lo que reunirlos y distribuir los horarios, según dijo el director, fue una de las cosas más difíciles de la producción.
La película del género de acción y suspenso, tuvo un presupuesto aproximado de mil 500 millones de bolívares, financiados por la empresa privada. ''Pensamos que es importante que paralelamente al esfuerzo del estado el sector privado avance por otro camino para que haya una industria cinematográfica. No podemos depender para todo de papá estado'', dijo el director maracayero, quien intenta acordar la distribución internacional del filme con las empresas Warner y Lion Gates.
Fadel, de 37 años, adelantó que tiene tres nuevos proyectos de largometrajes para los que está concordando el financiamiento y el castin con la intención de grabar alguno de ellos a finales de año; no descarta la colaboración del CNAC en alguna de sus propuestas.
Ficha técnica
Título: 13 Segundos
Dirección y guión: Freddy Fadel
Producción ejecutiva: Freddy Fadel y Tony Fadel
Música: Roberto Graterol y Daniel Barón
Dirección de Arte: Carmen J. Álvarez
Director de fotografía: Rafael Pacheco
Edición: Freddy Fadel
Elenco:
Gabriela Vergara (Claudia)
Lourdes Valero (Mercedes)
Daniela Alvarado (Luisa)
Nohelí Arteaga (Lorena de Valladares)
Víctor Cámara (Dr. Eduardo Valladares)
Roberto Lamarca (Alonso)
Enma Rabe (Isaura)
Sabrina Seara (Daniela)
Carmen Julia Álvarez (Teresa)
Augusto Galíndez (Manuel)
Rossana Fernández (María)
Gledys Ibarra (mamá de María)
Antecedida de todo un boom publicitario que la relaciona con distribuidoras americanas para su distribución internacional, con tomas auténticas de bebes dentro del útero y una impactante temática de la vida real, se estrena 13 segundos, de Freddy Farell, con la intención de abordar el tema del aborto desde una óptica diferente, con impactantes tomas desde el útero materno de fetos que protagonizan 5 historias que representan la lucha por sobrevivir y la inconveniencia de tomar la decisión de aniquilarla. Una temática importante, interesante e inteligente que lamentablemente, a juicio de quien escribe, se diluye en un mar picado, cargado de buenas intenciones que naufragan en un guión irregular, con personajes sin desarrollar y un elenco de figuras de la televisión para nada aprovechadas. (salvo, a mi juicio, Roberto Lamarca, Lourdes Valera y el famoso golden retriever Bambú).
Yo he de confesarles que soy un apasionado del cine venezolano. Crecí con él y durante una época, no tuve más remedio que vivirlo y de ese modo, nutrirme de él, conocer nuestros realizadores y sus ópticas particulares, aprender a apreciarlos y considerar sus propuestas, hurgando en ellas para descubrir parte de mí. Carlos Oteyza, Diego Rízquez, Ivan Feo, Antonio Llerandi, César Bolívar, Olegario Barrera, Mauricio Wallerstein, Román Chalbaud, Fina Torres, Freddy Siso, Clemente de la Cerda, Luis Alberto Lamata, Luis Armando Roche, Carlos Rebolledo, Alfredo Lugo, Alfredo Anzola, Solveig Hoogestein, Leonardo Henríquez, Marilda Vera, los recientes Jonathan Jakubowicz y Eduardo Arias-Nath, con sus célebres e interesantes Secuestro Express y Elipsis, entre otros talentosos creadores. Por ello, siento que la suerte de éstos es la mía, como integrante de una idiosincrasia particular, de un modo de vida. Pero ello no obsta para que, a tientas, deba promover cualquier fallido intento de alternativas, independientemente de haber acudido al llamado, como espectador, para apoyar y fomentar a nuestro cine.
El cine Venezolano es grande, como grande en si misma es cada intención ciudadana generosa y auténtica de esforzarse por lograr un mejor destino.
Su identidad y esencia, naufraga por los caminos de la precariedad, que justo es de reconocer, no es sólo producto de esta V República, ya en la IV adolecía del desapego del Estado, frente a su responsabilidad de garantizar el sostenimiento de la cultura de su pueblo, a través de la creación de políticas, instrumentos o mecanismos que garanticen no sólo la manifestación de su creatividad sino el fortalecimiento de una industria que garantice entretenimiento ciudadano patrio (no patriotero, distorsionando la realidad o circuncidándola a una sola opinión)además de generar empleo para quienes hacen del arte su medio de sobreviviencia.
Pese a la existencia de la Ley del Cine, modificada en dos oportunidades y la existencia de Organismos Estatales de Financiamiento de carácter nacional, aún la libertad creativa y el sostenimiento efectivo de una industria, que data de más de cien años, ha logrado grandes reconocimientos en festivales internacionales de toda importancia (Cannes, con Araya y Oriana, de dos grandes cineastas venezolanas, Trieste, Biarritz, Chicago, Colombia, New York, etc), tuvo su esplendor y apogeo en los años 80, cuando a causa de una de las mas grandes crisis financiera (por lo menos una que fue lo suficientemente contundente y libertaria como para reconocerse, no como ahora que todo se oculta con corruptela patriotera y petrodólares, hasta que efectivamente reviente) se generó todo un conflicto con dinero adeudado a las grandes distribuidoras norteamericanas y existiendo suficiente material para rodar en el país, muchos cineastas aprovecharon la oportunidad de manifestar sus inquietudes fílmicas dentro de la mas variopinta muestra de nuestra idiosincrasia. No solamente Román Chalbaud, célebre, apreciado y talentoso cineasta, que regularmente nos ofrecía, casi con carácter bianual o anual, de alguna de sus otrora espléndidas creaciones a través de su empresa GENTE DE CINE C.A., que se convirtió en una sólida referencia de cine comercial de alto nivel, esto es, con producciones exitosas con respaldo de crítica y público (Sagrado y Obsceno, la Quema de Judas, El Pez que fuma, su obra más emblemática, Carmen la que contaba 16 años, El Rebaño de los Angeles, Cangrejo, Manon, Cangrejo II, Ratón en Ferretería, La Oveja Negra, Cuchillos de Fuego, Pandemonium la capital del Infierno, de todo lo cual parece haberse olvidado, esto es, de sus grandes éxitos en el mercado cinematográfico, pese a los obstáculos que hubiera podido enfrentar, al plegarse ahora al nuevo régimen y denigrar en demasía de quienes representan a la industria del cine y televisión, obteniendo la “unción de papá” para realizar hoy día un cine diferente, con tono propagandístico, que para nada trasluce la inteligencia, creatividad y sensibilidad social del talentoso cineasta y dramaturgo andino, dando lamentablemente al trasto de una cronología impecable de talento e importancia en la historia de nuestra cinematografía, sino además, otros nombres importantes estuvieron en la palestra, los talentosos Alfredo Anzola, Alfredo Lugo, Joaquín Cortés, Carlos Rebolledo, Mauricio Wallerstein, etc.
Pero bueno, el caso toda esta perorata guarda relación con el estreno simultáneo de dos nuevas producciones nacionales, con temática distinta y que en si misma pretenden dejar bien parado el nombre de nuestra cinematografía.De seguido he de escribirles,lo que se dice de ellas y lo que este servidor piensa al respecto,para que cada quien se forme su propio criterio a posteriori.
13 Segundos, el segundo largometraje de Fadel luego de la comedia Mi Mujer es la que Manda en 2004, fue rodado durante de los meses de abril y mayo de 2006 en diversas locaciones de Maracay. Los actores que participan son de gran trayectoria en la televisión venezolana -como Daniela Alvarado, Nohelí Arteaga, Carmen Julia Álvarez, Lourdes Valera, Enma Rabe, Gabriela Vergara, entre otros- por lo que reunirlos y distribuir los horarios, según dijo el director, fue una de las cosas más difíciles de la producción.
La película del género de acción y suspenso, tuvo un presupuesto aproximado de mil 500 millones de bolívares, financiados por la empresa privada. ''Pensamos que es importante que paralelamente al esfuerzo del estado el sector privado avance por otro camino para que haya una industria cinematográfica. No podemos depender para todo de papá estado'', dijo el director maracayero, quien intenta acordar la distribución internacional del filme con las empresas Warner y Lion Gates.
Fadel, de 37 años, adelantó que tiene tres nuevos proyectos de largometrajes para los que está concordando el financiamiento y el castin con la intención de grabar alguno de ellos a finales de año; no descarta la colaboración del CNAC en alguna de sus propuestas.
Ficha técnica
Título: 13 Segundos
Dirección y guión: Freddy Fadel
Producción ejecutiva: Freddy Fadel y Tony Fadel
Música: Roberto Graterol y Daniel Barón
Dirección de Arte: Carmen J. Álvarez
Director de fotografía: Rafael Pacheco
Edición: Freddy Fadel
Elenco:
Gabriela Vergara (Claudia)
Lourdes Valero (Mercedes)
Daniela Alvarado (Luisa)
Nohelí Arteaga (Lorena de Valladares)
Víctor Cámara (Dr. Eduardo Valladares)
Roberto Lamarca (Alonso)
Enma Rabe (Isaura)
Sabrina Seara (Daniela)
Carmen Julia Álvarez (Teresa)
Augusto Galíndez (Manuel)
Rossana Fernández (María)
Gledys Ibarra (mamá de María)
Antecedida de todo un boom publicitario que la relaciona con distribuidoras americanas para su distribución internacional, con tomas auténticas de bebes dentro del útero y una impactante temática de la vida real, se estrena 13 segundos, de Freddy Farell, con la intención de abordar el tema del aborto desde una óptica diferente, con impactantes tomas desde el útero materno de fetos que protagonizan 5 historias que representan la lucha por sobrevivir y la inconveniencia de tomar la decisión de aniquilarla. Una temática importante, interesante e inteligente que lamentablemente, a juicio de quien escribe, se diluye en un mar picado, cargado de buenas intenciones que naufragan en un guión irregular, con personajes sin desarrollar y un elenco de figuras de la televisión para nada aprovechadas. (salvo, a mi juicio, Roberto Lamarca, Lourdes Valera y el famoso golden retriever Bambú).
Yo he de confesarles que soy un apasionado del cine venezolano. Crecí con él y durante una época, no tuve más remedio que vivirlo y de ese modo, nutrirme de él, conocer nuestros realizadores y sus ópticas particulares, aprender a apreciarlos y considerar sus propuestas, hurgando en ellas para descubrir parte de mí. Carlos Oteyza, Diego Rízquez, Ivan Feo, Antonio Llerandi, César Bolívar, Olegario Barrera, Mauricio Wallerstein, Román Chalbaud, Fina Torres, Freddy Siso, Clemente de la Cerda, Luis Alberto Lamata, Luis Armando Roche, Carlos Rebolledo, Alfredo Lugo, Alfredo Anzola, Solveig Hoogestein, Leonardo Henríquez, Marilda Vera, los recientes Jonathan Jakubowicz y Eduardo Arias-Nath, con sus célebres e interesantes Secuestro Express y Elipsis, entre otros talentosos creadores. Por ello, siento que la suerte de éstos es la mía, como integrante de una idiosincrasia particular, de un modo de vida. Pero ello no obsta para que, a tientas, deba promover cualquier fallido intento de alternativas, independientemente de haber acudido al llamado, como espectador, para apoyar y fomentar a nuestro cine.
1 comentario:
Con esos "abrebocas" estoy que no me las quiero perder. ¡Arriba el cine venezolano! (con todos los "pros" y los "contras")MIGUELINA
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