martes, mayo 22, 2007

revolución verdadera....la de Amaral

Somos demasiados y no podrán pasar
por encima de los años que tuvimos que callar
por los libros prohibidos y las entradas secretas
Por todos los que un día se atrevieron a gritar
que la Tierra era redonda y que había algo mas
que dragones y abismos donde acababan los mapas
Por las noches de vacío cuando te ibas a dormir
esperando que la suerte vuelva a sonreir
con los ojos abiertos esperando un milagro

Siento qu llegó nuestra hora
esta es nuestra revolución

Somos demasiados y no podrán pasar
por encima de la vida que queremos heredar
donde no tenga miedo de decir lo que pienso
por todas las canciones que empiezan a nacer
para no ser escuchadas y al fin lo van a ser
cantadas con rabia por los que siempre callaron

Siento que llegó nuestra hora
esta es nuestra revolución
Somos una luz cegadora
fuerte, mas brilante que el sol
(Revolución, este es el día de la revolución)

Por todas las canciones que empiezan a nacer
para no ser escuchadas y ala fin lo van a ser
cantadas con rabia por los que siempre callaron

Siento que llegó nuestra hora
esta es nuestra revolución
porque siento que este es el momento
de olvidar lo que nos separó y pensar en lo que nos une
(Revolución, este es el día de la revolución)
Esta es nuestra revolución
[REVOLUCIÓN]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando ví el video, me emocioné. Pensé que se trataría de otro trabajo de Bellini. Pero a medida que transcurría el mismo pude percatarme que no era, así que quedó claro que se trataba de esta agrupación (o no sé si el nombre corresponde a la cantante). Pero de lo que no cabe duda es que el tema está genial!! Parece que su letra estuviera hecha para los venezolanos!!! ...Lo que hay que preguntarse es si verdaderamente llegó nuestra hora? Gracias de verdad, cariño, por dejarnos entrar en ésta, tu casa y disfrutar de estos regalos. Definitivamente, tú eres el mejor regalo que podemos tener, nosotros, tus amigos, los que sabemos apreciarte y quererte tal cual eres, sin más ni menos. Un besote y un abrazo desde aquí, cielo. MIGUELINA