jueves, agosto 17, 2006

Maroa o cuando lamentablemente el amor y la música no logran vencer la violencia...















Solveig Hoogesteijn nació en 1946 en Suecia, hija de padre holandés y madre alemana, un año después la familia Hoogesteijn emigró a Venezuela. Entre 1971 y 1976 estudió Cinematografía en la Escuela Superior de Cine y Televisión de Múnich.
Más tarde estudiaría también Literatura y Arte en la Universidad Central.
Aunque en un principio Hoogesteijn filmó sobre todo documentales y películas para la televisión, es conocida sobre todo por sus largometrajes, en los cuales ha sido, en muchas ocasiones, no sólo directora sino también guionista.
En 1977 ganó con su primera película "El mar del tiempo perdido", el premio del Festival de Cine de la Habana. Otras distinciones han merecido por ejemplo sus películas Manoa (1980) y Maroa (2005).
Es precisamente de esta, su más reciente producción fílmica,que quiero comentarles.
Fui a ver Maroa con la mayores expectativas e ilusiones. Primero, porque necesitaba con ansias reencontrarme con nuestro cine, al que le dedicaré unas líneas próximamente.
Y segundo, por tratarse de Solveig.
Una mujer talentosa, inteligente, apasionada de su trabajo, con uina clara idea de la vida y de sus propios propósitos para con la suya. Valiente, de aparente rudeza y total claridad, con la que tuve el honor y gusto de compartir hace más o menos dos años y medio, en un taller de dirección cinematográfica, que para mi fue como un crisol, del cual se desprendieron millones de luces multicolores, para alegrarme la vida (¿aunque casi me cuesta el trabajo!) y ampliar mis horizontes.
Directora de "Macu, la mujer del policía", una de las peliculas venezolanas más taquilleras de la historia de nuestro malquerido cine.
Ya para el tiempo del curso, Solveig, divertida, amena, inteligente y creativa, nos habló de Maroa, nos mostró partecitas del guión e hizo mención que en su reparto estaba Elba Escobar, nada más y nada menos, quien, a juicio de este servidor, después de la fallecida Hilda Vera, constituye la gran diva del cine venezolano.
Entonces, con esos antecedentes, cómo no salir corriendo a verla!
Pero resulta que lamentablemente, todas mis expectativas se desvanecieron, porque lo que representaba una premisa interesante: el despertar del amor por la música en una niña-mujer, criada en la violencia y miseria, se convirtió en un manido ejercicio de dramaturgia no resuelto, plagado de lugares comunes y algunos desaciertos.
No obstante, ciertamente lo mejor de la pelicula lo es Elba Escobar, perfecta en su personaje de la abuela desalmada, inescrupulosa, real. Y Víctor Cuica, con su, si se quiere poético rol que recuerda a aquella primera "Manoa", que dió a conocer a esta talentosa mujer de cine.
Ni la presencia de Tristán Ulloa, talentoso actor español, ni la musicalización, ni la brillante Yorlis Domínguez en su debut fílmico, ni el aguerrido Luke Grande, en una participación importante, consiguen salvar del naufragio guionistico a esta película.
El problema, ni siquiera es formal, puesto que, a juicio de quien suscribe y salvo mejor opinión, los primeros 25 minutos del film, la dirección es acertada y la idea resulta interesante. Pero no convence, le falta fuerza al argumento, sabor, esencia, las imágenes no son lo suficientemente contundentes para apreciar la particularidad del verdadero entorno y por tanto el mensaje no llega, no hace "click".
El tratamiento dado a la historia no termina por convencer y las grandes expectativas se disipan, dando lugar, en mi caso, a cierto dejo de tristeza.
De todos modos, sigo respetando y valorando no sólo el extraordinario talento y profesionalismo de esta mujer de cine, sino además sostengo el compromiso moral por brindar apoyo a nuestro cine y permitirnos apreciar el regreso a este medio de la brillante Elba Escobar, bajo la batuta de una gran realizadora, por lo que Maroa puede y debe verse, para que cada uno se forme su propio criterio de ella. Yo lo expreso, con reservas y esperando una mejor ocasión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tus críticas siempre son para mí bien fundadas, más , sin embargo, me gustaría poder disfrutarla para así compartir un criterio más apropiado. En su oportunidad me llamó la atención, pues al igual que tú, siempre he considerado que nuestro cine ha sido poco valorizado, aunque considero que ha dado grandes saltos, pues según he sabido, films como el de "Francisco de Miranda" recibió muy buenas críticas, a pesar que tampoco pude disfrutarla, sin embargo, la tengo en mi lista de las que me gustaría tener y apreciar. Saludos, corazón MIGUELINA 16/05/07