¡Si no fuera por las Twins!

Antes de iniciar esta columna, debo en absoluto acto de humildad, expresar, mi más sincero agradecimiento, a quienes han leído este blogg, a los que han posteado comentarios y los que no lo han hecho, por concederme el honor de poder contar con vuestra valiosa atención.

De verdad les agradezco infinitamente tan hermoso gesto.

De hecho, para serles franco y totalmente honesto, nunca me lo esperé. Sobre todo al empezar esta aventura, cuando sentía que nadie me leía, e incluso llegué a pensar, que así sería la mayor parte del tiempo.

Sin embargo, persistía, pese a ello, en esta suerte de catarsis particular frente a todas las situaciones diarias.

Por eso, una vez más, ¡gracias!.

Es que, en verdad, reconozco de manera pública y notoria, que debo considerarme afortunadamente agradecido.

Porque, "si bien es cierto", a lo largo de estas más de tres décadas, he subido y bajado, lenta, mediana y estrepitosamente en esta "rollercoaster life", que nada debe envidiarle a las atracciones de los parques de Universal Studios, Disney o Six Flags,"no es menos cierto", que, al mirar hacia atrás y hacer un examen del trayecto recorrido, compendiando momentos, el resultado está cifrado en letras azules, o lo que es lo mismo, el balance es positivo (+), al reconocer que pese a la adversión de muchos, lo cual obviamente es natural, dado que es imposible que todo el mundo te ame o esté de acuerdo siempre contigo (además de resultar, terriblemente aburrido), cuento también con el apoyo y afecto de otros, a quienes nunca tendré tiempo suficiente para agradecerles tanta consideración y afecto.

La mayor prueba de ello, es que en estos paradójicos momentos, a pesar de la tortura diaria de asumir un ejercicio laboral poco cónsone con la trayectoria profesional, sujeto a los vaivenes nauseabundos y situaciones de verdadero paroxismo intelectual, aún ante la adversidad diaria, existe gente en quien apoyarse, suerte de hadas y duendes maravillosos, cómplices extraordinarios que hacen llevadero este tránsito, por este "valle de lágrimas".

Ahí precisamente están "las twins": Cynthia y Naty (en estricto orden alfabético, para no generar polémicas afectivas), dos extraordinarios seres, que se complementan y unifican para robarme sonrisas, despertar el comentario oportuno y procaz, expresar solidaridad y afecto.

Verdaderamente disímiles entre sí. Ellas mismas se pusieron ese apodo. No sé sinceramente si es en honor a la famosa película de Arnold y De Vito, en la que misteriosamente y por obra de la genética resultaban mellizos, o porque sencillamente, la naturaleza es tan sabia, que en medio de las diferencias esenciales y naturales (es decir, personalísimas) existentes entre cada uno de nosotros, ellas lograron reconocerse afines, apoyarse la una en la otra, unidas, como una sola, lo cual además de hermoso, resulta bastante alentador, en estos tiempos de intolerancia y discriminación.

Una es ruda, apasionada del fútbol y los deportes extremos, pero con la inteligencia y sensibilidad necesaria para manifestar, aún de la manera más tosca, a veces, la calidez del afecto sincero, el compañerismo y la solidaridad. Lucha a diario por mantener su independencia y libertad con uñas, pies y dientes, además ha resultado por obra y gracia del destino, coleccionista de novios o amores poco agraciados (le gustan los patitos feos pues, no se si con la auténtica convicción de que algún día se conviertan en cisnes, o porque la caraja es tan buena nota, que hasta es capaz de reconocer la belleza interna del chamo más aporreaito!).

La otra, tierna y aparentemente apacible, pero con la tenacidad y fiereza requerida para protestar ante lo adverso, quejarse de lo injusto, efectuar un comentario oportuno, propiciar una caricia o un hermoso comentario de apoyo. En estos momentos se encuentra "estrenándose como esposa", con un destino compartido, la ejecución de un nuevo proyecto de vida, producto del amor y la fe.

Ambas, con su extraordinaria belleza y natural inteligencia, se han logrado convertir , en tiempo récord, en los pilares que sostienen mi neurosis diaria.

Son mis catalizadores, únicas e irrepetibles.

Sólo ellas representan, de momento, la estabilidad que requiero para subsistir en este trance, que espero en definitiva termine siendo más breve, que los baches anteriores, dado que sin querer pecar de trágico o presa de cuestionados comentarios, su contundencia actual es tan fuerte, que sólo la maravillosa presencia de estas "twins", logra apaciguar ... un poco, tanta desolación y mantenerme con cierta cordura.