Regalito Musical (y visual)

Uf! hoy ando un tanto apurado (bueno, como la mayoría de las veces!) pero particularmente medio complicado, con mil vainas qué hacer y el gusanillo de la inconformidad, posado sobre mi hombro izquierdo, sacándome la lengua y mofándose de mi por mi triste, pero lamentablemente necesaria realidad laboral!

Imagínense, para muchos de mis colegas y amigos soy afortunado, por tener un empleo; más, sin embargo no quisiera conterariarlos ni resultar malagradecido, pero... Bueno, no es tiempo de ponerse a llorar, por el contrario, desde hace tiempo he querido escribirles de Katherine Mc Phee.

Esta joven y talentosa concursante, ganadora del segundo lugar de la quinta temporada del reality show American Idol, que precisamente hoy, miércoles 12 de julio estrena su versión latina en Sony Entertainment Televisión, bajo el título de Latinamerican Idol, convirtiéndose en la producción más costosa de una cadena de cable local realizada para latinoamérica, en la que jóvenes talentos de Argentina, Colombia, México y Venezuel,a se disputarán la posibilidad de convertirse en estrellas de la Música. Esta idea, que ya no es tan original, después de la inolvidable experiencia española de Operación Triunfo, que sobre todo en su primera temporada nos dejó como resultado los talentosos David Bisbal, Rosa, Chenoa y David Bustamante. Seguida de innumerables copias en México y Venezuela. Sin embargo, aún resulta una alternativa válida de entretenimiento.

Katherine es hermosa, nativa de los Angeles, California, y además talentosa. Su talento sobrepasa el estandard natural de la gente con probabilidades de destacar y sobresalir del común denominador y su hermosa voz es verdaderamente descomunal. Tuvo que lidiar en una reñida competencia, entre voces femeninas de rango y tesitura diversa, para medirse finalmente con Taylor Hicks, un joven talentoso y carismático de Alabama, cuyo particular estilo y sobre todo su popularidad de "patito feo" se convirtió en el arma perfecta para lograr convertirse en cisne, arrebatándole el triunfo a esta rutilante nueva estrella.

No se necesita ser muy inteligente, para después de escucharle y verle, vaticinarle una fructífera y permanente estela de éxitos a esta linda aspirante a estrella. Les invito a que se den cuenta de ello.

Recuerden que se les quiere!