Los " Triple A" del Cine Español... ¡ y Olé ! (I)
Vicente Aranda

Resulta irremediable escribirles de cine y por favor, discúlpenme de antemano quienes no aprecien, disfruten de la apreciación fílmica, pero ya creo haber expresado con suficiente antelación el por qué indefectiblemente siempre vuelvo a mis origenes.

Dicen que la vida es un ciclo, que se retroalimenta y repite de manera indefinida una y otra vez.

Por eso siempre retorno a lo mío, o a lo que humildemente considero mío, mis afectos, mis aficiones, sueños, pesadillas y alucinaciones.

Ese era precisa e inicialmente el título de este blogg: Pesadillas y Alucinaciones, para comentar desaciertos, aciertos, verdades, mentiras, ansiedades y angustias de mi vida cotidiana, pero circunstancias del destino, ligadas a mi por demás confesa incapacidad de liarme de un todo bien con esta poderosa nueva herramienta tecnológica, torció las cosas para llevarme hasta estas memorias.

Para expresarles más del séptimo arte, quiero especialmente referirme a tres (3) dignos representantes de un cine muy especial, el ibérico.

El Cine Español, una caleidoscópica y particular muestra de cine, cuya autenticidad, veracidad, particularidad, idiosincracia y especial personalidad lo sitúan hoy día como una de las más auténticas expresiones del arte.

Es cierto aquéllo de que el cine, como medio de comunicación de los pueblos, maneja un lenguaje universal, circunscrito a una particular circunstancia, un suerte de identidad propia de cada región, que la interconecta primigeniamente a su origen y de allí una vez comprobada su aceptación, es de suponer que lo propio ha de fungir fuera de sus linderos. Pero esto no siempre ocurre. Puede suceder, al contrario de lo esperado, que el efecto comunicacional funcione hacia afuera y no de dentro hacia fuera.

El Cine Español constituye una muestra determinante de la lucha creativa de un contingente de talentosos creadores y artistas que han logrado batallar, para generar fórmulas y establecer distintos modos de acercarse al público para lograr su aceptación en la dura batalla contra los majors de la industria filmica, vale decir, el poderío del cine norteamericano, suerte de "encantador de serpientes" que subyuga a diestra y siniestra todos los públicos.

Esa es la premisa de mayor valía de este cine, auténtico, veraz, osado, su permanente lucha por amoldarse, adecuarse al gusto de un público heterogéneo, disperso y no muy presto a verse a si mismo.

Aquí destacan particularmente, dentro de mi humilde apreciación y entre muchos talentosos realizadores, un triunvirato, tres (3) de ellos, a quienes me referiré separadamente .

Coincidencialmente, los tres se apellidan con la primera letra del abecederario (A): ARANDA; AMENABAR y ALMODÓVAR.

Pertenecen a tres generaciones distintas, cada uno posee un microcosmos particular, pero se adhieren con perfección y validez formal/material/argumental a la universalidad del mensaje.

Pero no se asusten que escribiré de cada uno, no al unísono, sino separada y distanciadamente.

Vicente Aranda, Nació el 9 de noviembre de 1926 en en Barcelona. Siendo un joven emigra a Venezuela. De formación autodidacta. Cineasta español. Está ligado a la llamada "Escuela de Barcelona", cuya refinada estética es una novedad en el cine peninsular. Fata Morgana (1966) es una de sus obras más representativas y encuadradas en esta corriente. Abordó después géneros más comerciales, cine fantástico y cine erótico: Las crueles (1969), La novia ensangrentada (1972), Clara es el precio (1974). Después, con más rigor, trató la transexualidad en Cambio de sexo (1977). Llevó a la pantalla, con talento, La muchacha de las bragas de oro (1980) con Perla Vonasek, producción hispano venezolana, adaptación de la obra de Juan Marsé--incursión de un escritor franquista en su pasado--, Asesinato en el Comité Central (1982) basada en la novela de Manuel Vázquez Montalbán, película policíaca, irónicamente teñida de política y Fanny Pelopaja (1983), retrato sin concesiones de una joven de suburbio y de un policía corrompido. Otras películas: Tiempo de silencio (1986); El Lute (Camina o revienta) ,1987; El Lute (Mañana seré libre),1988; Si te dicen que caí (1989); Amantes (1991); El Amante Bilingüe (1993); Intruso (1993); La Pasión Turca, con Ana Belén y George Corraface (1994); Libertarias vcon un elenco de lujo que incluye a Ana Belén, Victoria Abril, Lolés León, Ariadna Gil y Jorge Sanz, entre otros(1996). La Mirada del Otro. Celos. Juana La Loca (delirante y febril existencia con Pilar López de Ayala). Carmen (Con Paz Vega encarnando a la tantas veces famosa trágica e inolvidable heroína de la ópera , literatura y Cine) y Tirant Lo Blanc, su más reciente producción.

Es un narrador extraordinario que con absoluta precisión, es capaz de llevarnos hasta lo más recóndito de las pasiones humanas, incluso ese filo de la navaja que representa la vida humana, en el que el bien y el mal dejan de ser meros estereotipos de las gente, para convertirse en tonalidades de un mismo origen.

Sus filmes son una muestra palpable de la naturaleza humana, retratan la cotidianidad y su multiplicidad contextual, con una fuerza irreductible apasiona, golpea y sorprende la contundencia de las pasiones humanas, nadie permanece indiferente ante su filmografía.

Particularmente descubrí "Amantes", pieza brutal de tremenda contundencia, plena universalidad (puede incluso estar ocurriendo ahora, muy cerca o lejos de nosotros) y exacerbada calibración artística traida al país, dentro de la más rica y varipinta muestra de la cinematografía española( Lo más Natural con Miguel Bosé y Charo López; Las Cosas del Querer de José Luis Garci con una extraordinaria Angela Molina; Cómo ser Feliz y no Morir en el Intento con CArmen Maura, Don Juan Mi Querido Fantasma; Al fin Solos y Ay Carmela!, del no menos genial y talentoso Carlos Saura, quien a decir verdad, también merece una reseña aparte), en el marco del Festival de Cine Español, que constituyó todo un éxito arrollador, al punto de institucionalizarse cada año, para permitirnos el regalo de apreciar este cine, por allá por el año de 1982, donde Victoria Abril, Maribel Verdú y Jorge Sanz, nos introducen en un espiral de amor, dese y traición, que a veces particularmente me recuerda incluso al Cartero Llama Dos Veces, ratificando que el amor no es más que un juego cruel de manipulación, lujura, poder y enajenación.

Su intensidad dramática es tal, que mediante un brutal triángulo amoroso, obnubila la conciencia y perturba el entendimiento producto de la pasión desmedida del poderío del uno sobre el otro.

Amantes, constituye punto de partida para reencontrarnos con este hábil barcelonés, que una vez vivió entre nosotros, narrador de cuentos, prestidigitador de emociones, que se ha ganado, a punta de esfuerzo y talento un merecido sitial en la historia de este particularmente especial Cine Español....

Desde La Mirada del Otro, no he podido ver nada más de este genio creador en este país, sin embargo no pierdo la esperanza de poder disfrutar de estas producciones ulteriores, mientras tanto, seguiré recreándome con Amantes, de su inmenso talento creativo para seguir amando el cine, en medio de un crescendo argumental que corre indetenible y vertiginoso, hasta su contundente, memorable e inolvidable final.