jueves, julio 20, 2006









Un poco de lectura



La lectura constituye una de mis más vehementes pasiones.

Leer es aprender, descubrir un universo pleno de emociones, abrirse al mundo, despertar ese afán de saber que llevamos dentro. Leer mejora nuestrea vida, la concepción del mundo, la forma de ver las cosas.

Mis mejores recuerdos de infancia, mis preciados tesoros de juventud son el cine, la mágica cajita de cristal, la lectura y la música.

De hecho desde niño, cuando mis coterráneos o incluso mis hermanos, jugaban papagayo, montaban bicicleta,etc, yo leía historietas, cuentos y suplementos, escuchaba música, veía tele o iba al cine...

Por eso me gustaría compartir fragmentos de algunos de mis libros favoritos, invitándoles con ello a propiciar la lectura, expandir horizontes, emprender el vuelo ...

"Blanco de todas las miradas y tiros de la curosidad se hizo aquel espacio de cubierta, adonde ella subió a sentarse por primera vez entre una señora vencida del mareo y un caballero joven, alto, moreno y pálido, a un paso del fumoir y más bien a estribor y hacia popa. Y la curiosidad quedó muy pronto satisfecha. Muy pronto supo, de la amable desconocida, nombre y circunstancias. LLamábase Belén Montenegro. Venía Caracas, y un hermano casado, aquel joven alto, pálido y moreno, y la mujer de este hermano suyo, la acompañaban a Europa. En Saint -Nazaire, puerto de arribo del vapor correo, la esperaba Tulio Arcos, quien si a la verdad no podía llamarse aún su esposo, tampoco podía nombrarse ya su prometido. Tulio Arcos y Belén Montenegro, en efecto, se habían casado por poder algunos días antes.
Merced a esta circunstancia, la admiración por la belleza de Belén cambió de carácter en casi todos los viajeros. Tiñóse en unos de melancolía. En otros, una recóndita furia de celos la avivó con la vida vertiginosa de la llama. Los jóvenes, aquéllos en quienes el deseo andaba ya transformando la candidez de la admiración en viva flor de púrpura, pensaban con envidia en Tulio Arcos y no se lo podían imaginar sino feo, antipático o ridículo, en tanto que los más viejos pensaban en él con sabia ironía, o con el fácil desprendimiento con que un padre ve sobre la frente filial desgajándose a besos la gloria o la ventura..." Manuel Diaz Rodríguez, Sangre Patricia.


..."La presencia de Sebastián fue para Carmen Rosa el punto de partida de una extraña transformación en su manera de ver las cosas, de ver a los otros seres, de verse a si misma. No cuando la ascendieron a Hija de María, ni cuando la madre la llamó aparte para explicarle"Carmen Rosa, desde hoy tú eres una mujer", ni cuando leyó un libro de la señorita Berenice que le hizo entrever el misterio de la vida humana, sino ahora, a los dieciocho años, en la proximidad de este hombre moreno y atlético, impulsivo y valiente, comprendió Carmen Rosa que ya había dejado de ser la muchacheja que golpeaba las aldabas de los portones y le tiraba piedras al indio Cuchicuchi.
Al principio, ni ella misma se dió cuenta. LLegaba Sebastián con panchito, el domingo, después de misa, cuando ella y Martica tenían aún las andaluzas puestas y los rosarios entre las manos. Y se sentaban los cuatro a haqblar de los temas más diversos: de las frutas que les agradaba comer, de las pistas y de las mañas de los caballos, de cómo se moría la gente en los Llanos, de la lejana e inaccesible Caracas, del aún más inaccesible mar..." Miguel Otero Silva, Casas Muertas.


..."Hija única y por lo tanto mimada, de naturaleza débil y enfermiza y temperamento sumamente sensible, Adelaida era una de esas criaturas en quien toda voluntad extraña hace presa fácilmente y que, por consiguiente, sólo han nacido para sufrir. Su infancia y su primera juventud estuvieron regidas de modo absoluto por la voluntad recia e intransigente de su padre, que la amaba con extremos, pero nunca supo complacerla, por ser un hombre de una austeridad implacable. Don José Angel "se espantaba de su sombra"-como decía Carmelita-y mantuvo siemprea su hija en un completo alejamiento del mundo,temeroso deque sus livianos placeres le mancillaran el alma. Amigos, nunca se los consintió, y en cuanto a amiguitas, apenas las del Casal, y eso muy vigiladas las conversaciones, prohibidos los retozos y carreras y duramente reprimidos los secreteos y las risas. A la ventana, en compañía de su madre;a la calle, muy de cuando en cuando; teatro, nunca; novelas, jamás. Era una ley dura y estrecha; pero adelaida jamás pensó ni siquiera que fuese posible protestar contra ella. Por única diversión, el piano, la música clásica. Fue obra de la madre que aprendiera a tocar la guitarra y esto hubo de hacerse clandestinamente como si fuese un delito. Muerto don José Angel, Carmelita se propuso abrir a la sana alegría el espiritu de la hija, y fue una verdadera empresa, en la cual le ayudó Eleonora del Casal, lograr que frecuentara la sociedad..." Rómulo Gallegos, La Trepadora.


"...Su sueño era hondo y libre de pesadillas; hacia mucho tiempo que no conseguía dormir así. Cuando despertó, después de varias horas, le pareció que habían pasado diez años. Oyó el suave murmullo del agua sin recordar dónde y por qué se encontraba allí. Al mirar hacia arriba, se sorprendió de ver los árboles y el firmamento. En eso recordó lo que le había traido hasta allí y sintió deseos de permanecer así por largo tiempo. El pasado le parecia ahora cubierto por un velo. Lo veía remoto y sin importancia. Su vida pasada le pareció, al momento de despertar, que había sido una encarnación remota, una especie de nacimiento anterior a su yo actual. De ella sólo recordaba que había terminado, que había experimentado tal náuseas y abyección, que había deseado destruirla, pero que había recobrado el sentido junto al río, bajo el cocotero, al pronunciar con sus labios la sagrada palabra OM y ahora se despertaba y contemplaba el mundo como un ser nuevo..." Herman Hesse, Siddartha

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En efecto, la lectura es una de las mejores cosas q' existen en la vida, te enrriquecen, no solo en vocabulario sino en conocimientos y ampliación de horizontes, es uno de mis pasatiempos favoritos, por llamarlo de alguna manera, porque en realidad cuando se esta leyendo un libro, una novela o alguna obra determinada, llega un momento en que la trama te atrae, y es necesario continuar leyendo para conocer mas de la historia, igualmente cunado lees un libro en una materia determinada, cuanto mas lees mas quieres saber y apreciar. Mencionaste una de mis novelas favoritas, "Casas Muertas", tan real, q' a pesar de no mostrar ilustraciones te transporta a la época y al ambiente de aquel pueblito, muy parecido al estilo de vida de algunas poblaciones de la época en Venezuela, y con personajes tan vivaces llenos de suspicacia y curiosidad. Bueno en fin, un horizonte de conocimientos y enriquecimiento muy útil a todos, buenisima la columna, que siga así, bye !.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Me encantó la síntesis de obras que seleccionaste, y curiosamente me sigue atrayendo Siddartha. Tienes razón, en cuanto a que la lectura nos proporciona herramientas para viajar a otro mundo, conocer nuevos horizontes, nuevas perspectivas, nos replantea la manera de ver el mundo. Es enriquecedor. De verdad, gracias por permitirme disfrutar a gotitas de estas obras tan maravillosas y que representan de algún modo, algo tan preciado y querido por tí. Un abrazo, MIGUELINA. 30/04/07