lunes, julio 17, 2006















Lo bueno y malo de enseriarse!


Verdaderamente que "enseriarse" puede dar lugar a múltiples situaciones.
Pero no, no es lo que estan pensando, amigos míos.
Me estoy refiriendo al hecho adictivo de asumir el pegarse, adherirse, aficionarse sin razón y sin medida a la televisión por suscripción, pero para dedicarse exclusivamente a disfrutar de los seriados que ésta ofrece.
Que si las inteligentes y arriesgadísimas andanzas de Jack Bauer & su gran amiga y compañera Cloe (más fiel que perro de rancho), con su atribulada vida como agente secreto para salvar a los Estados Unidos de cualquier amenaza (ya incluso el gran maestro de lo oculto, el propio Stephen King declaró que podía perderse el funeral de su abuela, pero nunca un capítulo de 24).
Que si las creativas peripecias de los internos atribulados de Grey´s Anatomy, las locuras de los médicos de Scrubs, las vidas inciertas de las neuróticas y ya lamentablemente poco interesantes mujeres de Desperate Housewives, suerte de soap opera, que tras una brillante y muy entretenida primera temporada, navegó en los mares de los desaciertos y confusión en una triste segunda temporada, sin mayor aliciente argumental, salvo la inclusión en un capitulo de la cubano-venezolana María Conchita Alonso y las talentosas Caroll Burnett y Penelope Ann Miller, defraudando con ello las mejores expectativas generadas con su ingeniosa primera tremporada que arrasó con los premios concedidos por la tv americana durante el año pasado, o las incongruencias inexplicables del atribulado grupo de naúfragos en una isla desierta, al mejor estilo Robinson Crusoe/Robinsones Suizos/Triángulo de las Bermudas, que parece contener "el principio... del fin" en Lost.
Las desaforadas aventuras de dos amigos-enemigos, colegas cirujanos estéticos obsesos con el sexo, que comparten mucho más que la amistad y profesión, con sus terribles relaciones interpersonales y familiares de nip/tuck, el desternillante universo paródico de futurama o las barbaridades de la disfuncional familia simpson...
Y es que, precisamente de eso se trata, !de expectativas! de emociones, desenfrenos y situaciones al extremo por parte de personajes ajenos a nuestro mundo, con problemas o incidencias peores a las nuestras, que sin embargo logran de algún modo solucionar al final de cada episodio, para luego caer en otras situaciones difíciles, que igualmente encuentran solución.
Lo contrario a nuestro día a día, suerte de pesadilla sin fin en la que ni siquiera el más elemental conflicto doméstico encvuentra solución (ni hablar de la situación política o nuestro destino ciudadano dentro del panorama democrático, eso no lo arregla perio ni bambarito!).
Tensión, ansiedad y angustia generan estos seriados, plenos de múltiples situaciones, anécdotas, personajes que se entrelazan con inteligencia e ingenio, en algunos casos y con verdadero desdén en otros, para alegrar la existencia de quienes, atribulados y deseperados con nuestra triste vida ciudadana, plena de deudas, desencantos, conflictos, arrecheras y dudas, nos sumergimos en el mundo de la tv por suscripción, para aunque sea dentro del prime time (horario estelar) evadir tanta locura diaria, desesperación e impotencia.
Otro de los motivos, además de las interminables y nunca alentadoras alocuciones presidenciales, lo constituye la pésima calidad de la programación de los canales locales y nacionales de señal abierta, empecinados en tratarnos como oligofrénicos, carentes de inteligencia y buen gusto, o a avasallarnos ante la impotente realidad de sentirnos presos del mundo noticioso de un caos total, en el que no existe interlocutor inteligente que nos muestre alternativas de desarrollo.
Si a eso añadimos, lo costoso del servicio y sus restricciones económicas (los mejores bpaquetes son los más elevados) podrán entender por qué incluso esta amena alternativa puede tornarse terriblemente diabólica y a veces hasta inalcanzable para el común denominador de usuarios.
Me imagino la de vericuetos de dicho común denominador (para denominar el standard, ojo, el que gana salario mínimo, o menos de éste, sin discriminación de ningún tipo) para poder hacer maromas y no dejar fuera de su presupuesto mensual el pago de la tv por cable.
Yo he estado al borde de ese abismo, incluso en esta oportunidad, estuve propenso al corte del servicio y sólo la idea de imaginarme sin él hizo fluir la drenalina en mi organismo de tal modo, que cual Eduardo Manos de Tijera, "recorté" mi exiguo presupuesto al punto de sacrificar otra necesidad, convertida de ipso facto en gasto superfluo, sólo por el hecho de no prescindir de ella.
De todas maneras, gracias a Dios, próximamente el poeta Leonardo Padrón estrena en señal abierta su nueva producción, Ciudad Bendita, que mucho promete, aunque al fin y al cabo, como están las cosas, uno nunca sabe!.
Hasta un problema situacional y personal generó el momento en que me trasladé a pagar la mensualidad de este servicio, que ni les cuento.
O sea, esta nueva y mortífera adicción, puede acabar relaciones, terminar amistades, propiciar cansancio visual, generar cambios de humor, producir elevadas dosis de arrechera (cuando se terminan las temporadas de tus series favoritas y comienzan a repetir hasta el cansancio los viejos capítulos, mientras llegan los nuevos episodioss, o te colocan rellenos, enlatados de pésima calidad y mal gusto, mientras retoman la programación regular).
Todo un microuniverso de particularidades con multiplicidad de efectos!

2 comentarios:

Ney Enrique Alvarez dijo...

Hola, pues cierto todo lo que dices. Está buenísimo este post.

Anónimo dijo...

¿quièn es bambarito? Pertenezco al común denominador de usuarios donde como bien describes, somos a veces tratados como idiotas, con alguna que otra programación que finalmente logra salirse de lo vulgar o chabacano, y logra enfilarse entre las pocas o escasas, que sirven para entretener o informar. Las compañías de cable pronto comenzarán a hacer su agosto cuando tengamos un canal menos, no es que quiera ser pesimista, pero este Gobierno es capaz de hacer eso y mucho más, desgraciadamente para todos, pero creo que eso es harina de otro costal y merece otro tratamiento. Por los momentos te dejo, y mil gracias por todo. Un abrazo enorme. MIGUELINA 30/04/07