viernes, octubre 19, 2012

La gran ilusión, de nadar contra corriente,seguro de que de alguna manera ha de llegarse, aunque sea, más tarde que temprano, a puerto seguro!

Idealista,estúpido romántico, poseedor de un "insensato corazón", herido, recompuesto con pegamento barato, como inmediato recurso para no dejarlo esparcido y fragmentado en múltiples dispersos pedazos,asi se sentia nuestro antihéroe anónimo al batallar con la tristeza y tener a la soledad incipiente por dama de compañía...
Había pretendido encontrar,por vez primera, de manera conciente, su "Pigmalión"; dar vida útil y exitosa, moldear personalidad e ingenio para hacer evidente ese talento,permitirle brillar y de paso,conciente de sus limitaciones, sin llevarse más mérito alguno, que unas migajas de afecto e incluso,por qué no?, pocos momentos de placer: pero, fue en vano; porque a esa persona no le importó jamás, ni el esfuerzo ni tuvo ganas de brillar;cosa que muchos ya habían percibido, visto en su mirada; y que él, en medio del frenesí de la sed de sentirse también tomado en cuenta, fue incapaz de percatarse. 

Siguió por otros derroteros senderos,tropezando con lo que había, tratando de urgar, en callejones solitarios para hallar siquiera sobras, sino de afecto,al menos de compañia. 
Una vez más, cual hidalgo y quijotesco caballero en inacable afán de enfrentar molinos de viento, parafraseando parte del coro de la canción de Julio Iglesias, "tropezó de nuevo con la misma piedra", reflejándose en la mirada de otro, con madurez, valía y sed de ser  descubierto, que también aprovechadamente  supo sacar beneficio de esta sed, ansiada necesidad de compañia;  para en vano hacerle creer que seria posible, una minima y concertada reciproca concesión al obtener el esperado merecido reconocimiento;que si bien llegó para su destinatario final, de menor cuantia a su puerta (el reconocimiento),una vez obtenido, no tuvo su par frente a la de él. Propiciando con ello, ya ni siquiera honda pena, sino el paroxismo, la decepción e ingrata sensación de estar de nuevo, "atrapado sin salida en una oscuridad sin luz". Preso de mi mismo, con nada más que ello, por compañía.(???)
Después, una primera nota oculta, tras una bandeja de almuerzo, le trajo también, una instantánea emoción  que casi en simultáneo de igual manera se desinfló al verificar que se trataba tan solo de venta de compañia (que no es que tenga un ribete moralista o escrupuloso,sino que en ese preciso momento, desencajaba, hería, al representar, casi que la mejor alternativa para evitar callos y duchas de agua fría!), vaticinando con ello,  la vieja maldición pregonera, de aquél ingrato y explotador ser del pasado remoto:... omissis,..."Pagarás por compañia y vagarás por las esquinas!",...
Ahora, recibía otra nota, esta vez más cercana y cotidiana,que la torna más comprometedora y aflora el peligro, en su irregular trazo, coloca en el umbral de la  anunciada  expectación, que con cierto resquemor, pareciera vaticinar de nuevo, más que una alegría, otro desengaño, un subterfugio terminado en rechazo;porque, a decir verdad, pensar lo opuesto y dar pie a alguna remota exitosa posibilidad de satisfacción compartida, merecida, de inmediato, temía se convirtiera en equivalente del inútil recurso de contrar ovejas, para conciliar el sueño por parte del más insomne de los seres; más que atreverse u osar pensar, que a estas alturas, humanamente debería ser lo ideal,pero,...


No hay comentarios.: