miércoles, septiembre 03, 2008

Otra reflexion de la seccion opinion del vespertino EL MUNDO



4 / El Mundo / Martes / Caracas , 02 de Septiembre de 2008
Los opositores somos mayoría
«Por suerte en la Venezuela de hoy la alternativa al poder político no es la de los militares totalitarios ni la de los grandes empresarios que se arrodillan frente al semidiós de Sabaneta »

SIXTO MEDINA
La oposición es débil, desorganizada, impotente, comete muchos errores, a la oposición no le gusta la unidad, se dice. La oposición no se une o, cuando se une, no se ponen de acuerdo, aducen. La oposición no logra convertirse en una alternativa de poder, pontifican.

La oposición es complaciente con el Gobierno, se quejan unos, u obstruccionista, aguijonean otros. Si todo esto fuera cierto, lo único que existiría en la política venezolana sería el Gobierno. Sus voceros lanzan tales frases y muchos se montan sobre ellas y cabalgan hacia el lugar común. Sin embargo el Gobierno, utilizando todos los recursos: los poderes públicos, los ministros, la Fuerza Armada, los gobernadores y alcaldes, los dineros de los venezolanos, los aviones, los helicópteros, los vehículos oficiales, las milicias bolivarianas, los jefes y jefas de la administración pública, los medios de comunicación afines y no afines, la propaganda oficial, los programas sociales, los bancos del Estado, los electrodomésticos, se pone en campaña, buscando un buen porcentaje de los votos que le permita seguir en el poder; se mueve a lo largo y ancho del país pensando ganar las gobernaciones y alcaldías para seguir impulsando, imponer y desarrollar a mocha y trocha su "revolución".

Se desprestigia, también, a la oposición cuando se sostiene que todos los chavistas son lo mismo y, que quienes abandonan el Gobierno y pasan a la oposición no son confiables, se llega al mismo punto de partida: en la política venezolana sólo existe el Gobierno. Tal cosa no es cierta. No se puede decir que el chavismo que comanda Chávez a izquierda y derecha, como se ha de entender, mantenga la misma solidez de conducción, ni que la táctica del teniente coronel sea asimilable por todos sus seguidores. Tampoco es posible sostener que los 40 años de democracia no dejaron huella, que estamos mejor que antes con las estatizaciones y la cubanización de Venezuela. Que el fin de la Guerra Fría o la caída del Muro de Berlín, no significó nada.

Es cierto que no hay un partido orgánico con una estructura en todos los estados y poblados del interior del país que sea alternativa al oficialismo. Pero el oficialismo tampoco es un partido orgánico. La crisis de la década del 90 no dejó partidos orgánicos en pie y, en ese contexto, decir que la única opción orgánica es la del Estado es una obviedad. Por eso, si bien no está en pie el bipartidismo del pasado, no es cierto que no haya oposición. Si el oficialismo es la propuesta de Chávez, entonces hay una poderosa oposición, pues eso no representa a Venezuela. Por suerte en la Venezuela de hoy la alternativa al poder político no es la de los militares totalitarios ni la de los grandes empresarios que se arrodillan frente al semidiós de Sabaneta.

La oposición está en un alto porcentaje de ciudadanos, que no tienen miedo, que no se amilanan cuando quienes opinan los descalifican; cuando el Gobierno los pone preso, los amenaza o los reprime.

Está en un número cualitativamente alto y creciente de periodistas, de columnistas, de políticos, de empresarios, de medios de comunicación, de obispos, de luchadores sociales, de maestros, de técnicos, de gente descontenta, de dirigentes sindicales, de educadores, de profesionales, de estudiantes, de militares democráticos, de trabajadores del campo y la ciudad, de pequeños y medianos empresarios, de artistas, de empleados públicos, de amas de casa, de familias, en fin de la mayoría de ciudadanos que opinan con libertad aunque los saquen del aire y del espacio oficial. Está en jóvenes que quieren a su patria, sin sumisión a proyectos totalitarios, sino por sendas de libertad y democracia.


sxmed@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo:
En la Venezuela de hoy, resulta difícil conceptualizar el término oposición.
Y para no cometer el grave error en tratar de hacerlo, prefiero darte una particular forma de ver nuestro panorama.
Muy lentamente, casi sin darnos cuenta, hemos dejado que se nos pisotee, que poco a poco tengamos menos capacidad para elegir nuestro modo de vivir, de opinar...no obstante, si existe o no una fuerza capaz de combatir tales arbitrariedades e injusticias, dependerá única y exclusivamente de nosotros mismos, y pienso que más allá de saber quiénes somos y cuántos somos, no podemos esperar que quien pisotea nuestros derechos y no es capaz de respetar la propia normativa, que se hace en principio en cada nación con el objeto de profundizar los sentimientos de paz, organización y armonía que debe coexistir y cohabitar entre los ciudadanos de un país como cualquier otro, que tiene la osadía de querer vivir aún en democracia.
"La fuerza es la unión", dice una línea de nuestro respetado y querido Himno Nacional, quizá de allí nazca y pueda prevalecer lo primero que debe hacerse, unirnos y crear esa fuerza que nos impulse a sacar este país adelante, con valentía y SIN MIEDO.
Lo que precede a toda acción VOLUNTARIA, es el pensamiento, no basta con creer y pensar, lo que hay que hacer ES HACER!!!...
Un placer, querido amigo, pasar y dejarte mi opinión en esta oportunidad.
Te dejo mi cariño de siempre y abrazos...MIGUELINA