viernes, enero 04, 2008

Cuando la aplicación de justicia no es más que una entelequia, ¿vale la pena hacerlo uno mismo?




La ley del talión,el famoso "Ojo por Ojo" visto ya no desde la perspectiva de la desgarradora experiencia de una madre a quien le han ultrajado brutal y sádicamente su pequeña hija (la extraordinaria Sally Field frente a un lascivo y aborrecedor Kiefer Sutherland bastante alejado del heróico Jack Bauer, en "Ojo por Ojo") o las célebres andanzas de un bastante adulto y mimético Charles Bronson, erigido en suerte de Robin Hood social demócrata, en la casi interminable saga del Vengador Anónimo I,II,II,IV y V", o más cercano aún a nuestra ideológica existencia,el célebre "hombre de la etiqueta" que erigiera como héroe social el talentoso dramaturgo Ibsen Martínez, en nuestra famosa telenovela criolla "Por estas Calles" vuelve aser objeto de tratamiento discursivo narrativo, pero esta vez con una interesante variable: en la piel de la otrora atormentada y ultrajada agente del FBI Clarice Sterling de "El Silencio de los Inocentes" o incauta alegre mujer cuyo entusiasmo de una noche se transforma en mueca de dolor ante la mirada complaciente de un colectivo prejuicioso en "Acusados" .

Para Erica Bain (Jodie Foster), las calles de Nueva York son tanto su casa como su forma de vida. Ella comparte los sonidos y las historias de su querida ciudad con el público que escucha su programa de radio. Es la locutora del programa 'Street Walk'.

Al llegar la noche, Erica vuelve a su casa, a los brazos de su amor, su novio David Kirmani (Naveen Andrews, Sayid de Lost).

Pero una noche horrible, todo lo que Erica conoce y ama le es arrebatado, cuando ambos son atacados viciosa y violentamente.

A David lo matan y ella queda medio muerta. Aunque el cuerpo quebrado de Erica se cura, hay heridas profundas que nunca cierran: ella perdió a David, y lo que es peor, ahora un miedo que la sofoca la persigue a cada paso.

Esas calles que ella una vez amó y por las que le gustaba pasear, ahora le parecen extrañas y peligrosas. Hasta teme estar en los lugares que antes le parecían acogedores y familiares. Cuando su miedo ya es algo intolerable de soportar, Erica toma la fatídica decisión de armarse.

A partir de este momento, comienza una vorágine de ajusticiamiento y crisis interna en este personaje que se debate entre la materialización de su dolor proyectado a la impotencia colectiva frente a la administración de justicia de la selva de concreto más cosmopolita del universo y su propio dilema moral e intelectual. ¿Quién ganará o quién tiene la razón, basta materializar la rabia e impotencia ante el abuso y criminalidad despiadada frente a la imposibilidad manifiesta de los medios de represión de dicha criminalidad y el sistema de administración de justicia o dejar en manos de éstos, o aún más allá,de la justicia divina, la aplicación del castigo requerido?.

El talentoso, ingenioso e inteligente Neil Jordan (El Juego de las Lágrimas, El Fin de un Amor, El Niño Carnicero, El Buen Ladrón) dirige con bastante pericia esta interesante historia, que durante buena parte de su discurrir narrativo nos mantiene con los ojos abiertos y expectantes, gracias a una actriz como pocas,un ser cuya camaleónica presencia, es capaz de transportarnos a las despiadadas y violentas noches de la ciudad que nunca duerme, pero que finalmente decae en un planteamiento que si bien pudiera complacer a más de un espectador, no concretiza realmente la polémica iniciada y se rinde en si misma, ante el encanto de una dos veces ganadora de oscar, una mujer de un talento sobrecogedor, a quien pareciera calzarle cualquier personaje, capaz de servir de portaviones a cualquier argumento medianamente inteligente, al punto de ganarse con ello, no sólo el Globo de Oro, como mejor actriz dramática por este rol, el 13 de los corrientes, y dejar con los "crespos hechos" a la excelente Cate Blanchet, en su nueva represenación de la reina Elizabeth en la secuela de dicha producción fílmica, sino ganar además, una segura nominación al Oscar por ello, y cuidado, si no arrebatar otra vez, con la estatuilla dorada, arrebatandoselo a las otras cuatro restantes competidoras, en un año en el parecieran no haber existido significativos roles femeninos.

Por ella, por Jodie Foster, aún más allá de la polémica que despierta y no concluye la película, vale la pena encontrarse,con esta nueva justiciera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Particularmente, admiro a esta gran estrella. Es tremenda actriz. Y todos sus trabajos han sido excelentes, tanto, que ella misma constituye una referencia en el mundo del cine.
Gracias, por esta nueva entrega que me hace tener ganas de verla pronto. Un saludo y mi abrazo...MIGUELINA