Enredos de Oficina (¡Que vaina con cierta gente!)

Vivimos rodeados de gente y en consecuencia, resulta imposible vivir aislados,de manera hermitaña,sin entablar contacto con la gente e interactuar con la humanidad.

Pero es que sinceramente a veces pareciera correcto seguir la senda inicial de Robinson Crusoe, o naufragar como los Robinson de los mares del Sur (ojo, ¡ni de vaina como los aterrorizados y límbicos náufragos de lost,que ya ni siquiera saben quién carajos son!)

Pero es que sinceramente, no salgo de mi asombro ante el tupé de ciertas "personas"(si es que merecen ser tratadas o consideradas como tal),que acostumbradas a atropellar,con cara de yo no fui, bajo la detentación de cierto poder jerárquico,enlodan y ensucian la reputación de quienes efectivamente laboran bajo su desacertada autoridad (que no es tal cuando no se tiene ni admiración ni respeto,por no haberlo generado,sino que resulta ser meramente accidental, como es hoy día la administración pública y de justicia en este pequeño país,ultimamente aparentemente olvidado de Dios, que no quiere peos con el chavismo).

Es así, como después de sabotear eldesempeño de sus subordinados,bajo la espeluznante e incrédula premisa de que "ella se las sabe todas",la susodicha no conforme con irrumpir la privacidad de sus subordinados,a los cuales además de respeto,debería deberles gratitud,por ser éstos lo que sustentan su triste desempeño y lo maquiillan para que no termine por derrumbarse,cual castillo de naipes su supina ignorancia,pretende incluso que éstos le deban lealtad, más allá del estricto cumplimiento del deber,por estado de necesidad(que en este cdao es absoluta supervivencia) eincluso interrumpan sus vacaciones para "correr a socorrerle en el ejercicio de labores de absoluta rutina"... O sea, que mis súbditos se arrodillen ante mi y se me bajen los pantalones,para hacer con ellos lo que me venga en gana porque, a fin de cuentas, no son más que mis trabajadores y la vaina está muy difícil en la calle, ¿qué tal?.

Una persona ruin,miserable, con cara de yo no fuí, que sólo se sabe un viejo discurso de una vieja guardia pasada, que jamás ha liderado grupo alguno (ni en su casa) pero que ha sabido con su tonito de voz bajito y su grandilocuente y rastrera forma de tirarse al piso, para que su jerarca la use de alfombra, pretende hacerse acreedora, no sólo del respeto, sino también, de la admiración,cariño ,lealtad y solidaridad, que sólo se merecen, los verdaderos líderes de equipo,esos que entienden, que "una golondrina no hace verano", "ni una gaviota se pierde en el mar",ésos que valoran la labor conjunta para el logro de resultados,que saben asumir la equivocación humana y por demás natural e involuntaria de un miembro del grupo y la hace propia, que sabe y reconoce que sólo al unísono se han de lograr los triunfos que no son el resultado de la sapiencia del jefe, sino de su liderazgo y capacidad de coordinar y valorar la labor de un grupo, al que defienden a capa y espada, no sólo por razón de integridad,solidaridad,agradecimiento y compañerismo, sino hasta de inteligencia, en el entendido de que es lalabor del grupo la que sostiene y materializa de manera efectiva una gestión y si esta no existe,la gestión por ende,se desmorona.

Ese ser, que dista mucho de tomar conciencia de lo que significa y dignifica el "ser jefe", sabe de lo que acabo de relatarles, tanto como yo sé de física cuántica(o sea, ¡un COÑO!), pretende, que exista voluntad y vocación de servicio para socorrerle, después de haber vulnerado y haberse intrometido en la intimidad de sus trabajadores, de haber urgado y mandado a bloquear el acceso electrónico, a quien en teoría, debe ser su mano derecha, pero a quien envidia y trata de dejar siempre mal parado y además pretende de esa persona, la consideración y el respeto que ella jamás ha tenido ni tendrá, no sólo para él, sino para el resto de los excelentes profesionales que conforman su equipo, a quienes según ella, necesita, para tener alguien a quien echarle la culpa delante del máximo jefe, si algo sale mal y quienes lamentablemente, jamás podrán salir del ostracismo y el más ignominioso anonimato, mientras se encuentren, bajo su decepcionante e ignorante autoridad.

Ayudar a alguien así, ni siquiera representaría el craso error de "poner la otra mejilla",tan pasado de moda como inservible en estos tiempos,que se los digo yo, que casi quedo con parotiditis perenne, por estar haciendo caso a mi madre en eso de darle la lección a la gente,para que aprendan y reflexionen. Eso es válido con la gente,no con los seres enfermos que creen y estan convencidos que se las saben todas,siempre tienen la razón y son los mejores sobre la faz de la tierra,a esos hay que dejarlos que se caigan de culo,lo contrario, es hacer el mal de seguirles la corriente, conferirles la razón, ratificarles como "la última coca cola del desierto" y permitirles que se sigan creyendo..."los reyes del arroz con pollo", que se los escribe y asegura un sobreviviente...En fin, no me hagan caso y por favor disculpen la palabrería...no son más que enredos de oficina (¡que vaina con cierta "gente").