miércoles, agosto 09, 2006




Para eso son los amigos

Al César lo que es del César.
Antes de proseguir con todo este cúmulo de vivencias, opiniones y situaciones particulares de este "sobreviviente" y los maravillosos y detestables seres que le rodean, justo es de reconocer a un grupo maravillosos de seres, suerte de duendes, que a mi llegada al que aún hoy día es mi actual y desestabilizado entorno laboral, me dieron la mano y aceptaron dentro de mi primer y anterior destino: la Dirección de Administración.

Allí llegué en medio de una difícil situación, preñado de sueños y millones de esperanzas, con la errónea convicción de que las promesas realizadas por quienes conocian de mi desempeño y me habían hecho la antesala de rigor, en corto tiempo habrían de cumplirse,para ubicarme en un lugar que correspondiera a mis habilidades, experiencia y destreza.

Por ello, para nada me importó hacer de todero, resolver mil peos, calarme situaciones que no eran de mi incumbencia y una vez más servir de utility, mediador y autor intelectual de situaciones tendentes a resolver miles de problemas que allí estaban ante la incapacidad pasmosa de quienes supuestamente estaban para resolverlas.

¡Que craso error fue el creerles inicialmente!.
Una vez más caí en la trampa, esta vez tendida, de manera inconsciente o no, por quienes calificándose de amigos, habian "colaborado" en mi entrada a dicho sitio (Sí, de bolas, a la hora del té, todos quieren congraciarse y te dicen que por ellos entraste para, sobre la base de un "agradecimiento forzado", volverte mierda y comprarte el alma).
Afortunadamente para mi y desafortunadamente para ellos, mi manera de entender el agradecimiento, me salvó la vida.
La experiencia anterior de mis no pocos años de vida y servicio administrativo, me hicieron reaccionar y darme cuenta, que todos eran unos coños de madre, viva la pepa y aprovechados, que vieron en mì al "conejillo de indias" para unas vez más, como en el pasado, resolverles todo.

De manera que raudo y veloz, en más de una oportunidad a todos ellos les he dicho sus vainas bien claro, y desde hace tiempo (inicios de este año) no les sigo el juego.

Ahora estoy acá por necesidad, como estadio transitorio...
Hirviente, a punto de ebullición, caldeado, arrecho e insatisfecho (y con razón, pero ojo, sin animos de parecer ni víctima ni querer darmelas de sufrido o víctima, que a estas alturas de la vida, esa vaina ya no me cuadra!), pero tranquilo con mi consciencia y seguro de la clase de seres que son...en el fondo esa es su naturaleza, Dios los cría y ellos se juntan, y son felices en su mísera existencia.

¿Mi agradeciento? Bueno, si, de ser cierto que ellos me ayudaron, se los agradezco y además ya sé los pagué...
Con mi trabajo, mi responsabilidad, dedicación, puesta de mi intelecto para ayudarles a resolver sus peos, esos que ellos por incapacidad, flojera y hasta ignorancia no pueden ni quieren resolver. Y con el cumplimiento de las tareas, tanto las que no me correspondian y me dió la gana de ayudarles como las que me corresponden, porque por y para ello me pagan, aunque no esté de acuerdo con dicha remuneración, en razón, no sólo de mi esfuerzo y talento, sino además, de que deberían de gratificar adicionalmente, la paciencia, voluntad y coraje para sobrevivir en el caos, la desorganización y envidia permanente de este microcaos cotidiano.

Pero bueno... no todo es malo.

Lo que pasa es que esta antesala era necesaria para llegar a la "esencia" de esta nota.

Les relataba al inicio, de esos duendes, mágicos seres que desde ese triste escenario, día a día proferían comentarios, se solidarizaban con mi esfuerzo, testimoniaban mi trabajo y me hacian con sus sonrisas, comentarios, solidaridad y aceptación, menos difícil el camino.

Con ellos debo ser y estar agradecido.
Porque también de eso se trata la vida, de agradecer y compartir.
Es tan breve la existencia mundana y terrenal, tan efímero este regalo del creador, que ni nos apendejeamos se nos extingue y nunca dijimos coño vale, gracias, sabes una cosa? te quiero y agradezco la oportunidad, el mensaje, el abrazo, el cariño, la picada de ojos, en fin el "estar".

A ellos va dirigida esta columna, este pequeño espacio, para agraddecer y retribuir un poco tanto afecto sincero, sin segundas intenciones,con la mejor voluntad.
El dejarme entrar a su espacio, darme cabida en él,hacerme participe de sus alegrías, penas, conflictos personales y hasta laborales.

Siempre he sido partidario de dar gracias al creador por la gente, a pesar de las excepciones que encontramos, porque en medio del caos y la desesperación, siempre hallamos alguien que mnos tiende la mano, nos consuela en la tristeza, comparte la alegría y hasta trata de que apaciguasr un poco, nuestras arrecheras.

Y no son seres anónimos, no, son entidades de carne y hueso, corazón y alma, que sufren,sienten y padecen como uno de la iniquidad y el caos, que a veces quien gritar y salir como locos deese entorno, pero no pueden...porque es mayor el compromiso, es más fuerte el honrar el esfuerzo, para llevar el sustento a la casa o sentirnos independientes y dueños de parte de nuestro destino.

Esos seres hermosos, auténticos, con sus rostros color esperanza, sus alegrías y arrecheras, que añoran al comenzar un nuevo día, ser reconocidos por su esfuerzo,validados por su ciudadania, tratados por sus superiores por igual, o simplemente ganarse la loteria, el 5 y 6 o cualquier artilugio del destino, el azar o la divina providencia que en su defecto permita mandar a ese superior enfermo de grandeza o ajeno a la realidad al carajo viejo...

A ellos, a los de ayer, Carlos Feo, Egilda, Dennys, Ilona, Carlos Alberto (QEPD), Judith, Gioconda y a los de ahora, a Yasmely, Belkicita, Shirlita, Fermín, Willito, Marlenita, Adrianita, Rosita, Liza, Angel, Yanileth, Evelyn, Frey César, a todos ellos, mil gracias por la solidaridad y el afecto, por la oportunidad del trabajo, la confianza, la palmada en el hombro, la llamada telefónica, el almuerzo de cumpleaños, las felicitaciones, las participaciones de sus cumpleaños o los de sus hijos, la llegada de un "nuevo integrante" a sus familias, en fin, de tantos momentos que me han permitido compartir con ellos, para integrarme a su universo y yo hacerlos parte del mío, y con ellos transitar muchas situaciones, unas alegres, otras no tanto, encuentros y desencuentros que validan nuestras vidas y nos permiten crecer para llegar a ser, quizás y a lo mejor, no los Presidentes, Directores o Jefes del futuro, pero eso sí... mejores ciudadanos y por sobre todas las cosas,...buenos amigos.

Gracias otra vez!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para eso son los amigos,bueno, qué mejor prueba que ésta, estar aquí leyendo y compartiendo de esas vivencias, para aprender, crecer, mejorar como personas y disfrutar mientras se pueda, de esas cosas bellas que tiene la vida.Y sí, tienes razón, hay que decir Ahh, sabes una cosa? TE QUIERO MUCHO, Saludos Freddy, sigo en este viaje maravilloso de leerte...MIGUELINA 16/05/07