Recorriendo los caminos del "hardcore", muchísimo después de la emblemática película protagonizada por George C Scott, coincidencialmente también, como el atribulado padre que desciende a los infiernos urbanos para descubrir un universo paralelo de sexo duro, perversión y crimen, tras el rastro de su hija desaparecida; o mas recientemente Liam Neeson en Taken, convertido de abnegado padre a vengador anónimo contemporáneo tras la huela de su raptada hija adolescente; retomamos este punto, ahora, desde la venezolanidad para hablar de Las Caras del Diablo, el filme criollo de Carlos protagonizado por Jean Paul Leroux y William Goite.
Antes de desarrollar a gusto este comentario,dos aclaratorias. La primera,una vez mas, no soy critico ni pretendo serlo. Solo soy un enfermo del cine.Lo llevo en el alma,en las venas,con el torrente sanguineo y es un furor que se apodera de mi sin contro. Amen. Para bien o para mal. Por eso, si un filme me gusta,poco me importa lo que piensen "los que saben" aunque lo consideren un desastre;e incluso, si para mi, trasciende incluso la barrera de lo magico,con una conjuncion orgasmica de talento,inteligencia,buen gusto,arte:kapoom, genial. Si por el contrario,la emocion es menor,pero emocion al fin, recordandome que no soy mas que un mero mortal,espectador comun,tambien esta bien. Si al contrario,no hay emocion ni nada que agradecer,tan solo una perdida de tiempo y una profunda desazon,es algo con lo que tengo que lidiar bajo mi propia responsabilidad y no lo que escriban,digan o piensen los demas. El rigor de la critica la mayoria de las veces,a mi juicio,destruye;sobre todo en este ambito,donde por lo general,quienes jamas han cargadso con el peso creativo de dirigir un filme se atreven a juzgar y vaticinar si esta bien o no el trabajo de otro.
Escrito lo primero, lo segundo. Hay que detenerse un poco para incorporar una expresión agradecida inicial antes de comentar este filme. Y es para su director, guionista y productor, Carlos Daniel Malavé. Agradecida, porque cuando uno ama el cine y logra verse reflejado no solo en los ojos sino en el trabajo representativo de quienes, haciendo cine, también demuestran cuanto lo aman, es algo que definitivamente se debe y tiene que agradecer. Sobre todo porque, amando el cine, se pretende colaborar con el, haciendo cine, cada vez con una mejor propuesta, rompiendo paradigmas y tratando de granjearse un lenguaje propio, eso se agradece y es lo que tenemos, a través de tres propuestas con un elemento y genero común, cada una mejor que otra. “Por un polvo”, tengo que reconocer, no me gusto del todo. Me pareció entretenida, bien hecha, divertida, a veces; pero, demasiado visceral. Luego vi, ULTIMO CUERPO, (de la que pienso escribir, después) y me encantó, quedándome prendado de una suerte de estilo personalísimo lleno de agudeza, humor y buena vibra. Y ahora veo Las caras del Diablo, suerte de descenso personal a los laberinticos caminos de la desolación y el estupro.
Un subcomisario, carcomido por sus demonios personales ante la impunidad y la impotencia para resolver un crimen sexual que conmocionó a la opinión pública, se convirtió n cangrejo y lo lanzó al descredito funcionarial, ve como su vida personal, familiar y profesional se deshace ante sus ojos. Y para colmo, la violación y desaparición de su hija menor acontece para desquiciarlo todo.
Otra vez la noche se torna cómplice en medio de la jungla de asfalto para mantenernos al filo de la navaja, en una historia que si bien adolece de algunas fallas de guion ante su complejidad y periferia, en el sentido de que,como espectador hubieramos querido saber mas del por que de la visceralidad demencial del subcomisario,de su entorno conyugal (le montaron cachos o no?,yo creo que si;y de las connotaciones del trafico y abuso de menores,tan en boga y lo perniciuoso de las redes sociales y comunicacion electronbica moderna)con todo y todo esta bien actuada y dirigida; con un solido elenco, donde sus dos principales figuras masculinas y parte de un cast garantizado sostienen la mayor parte del peso de la historia con sobriedad y tino, pese a sus limitaciones, sin salirse de ese delicado limite que bordea la feroz angustia de sentirse cercado con los fáciles excesos del lugar común. El resto del equipo, muy acompasado y preciso, pero sin duda, son Jean Paul y Goite, punteando y pulsando de extremo a extremo, junto a María Fernanda León, Mariaca Semprún, Carlos Madera (Nigga), Catherina Cardozo, Matilda Corral, Agustín Segnini, Diego Hernández, Sócrates Serrano, Guillermo García, José Roberto Díaz, Jackson Gutiérrez e Indra Santamaría, entre otros.
Al final, con este interesante Thriller nacional, plagado de mucha venezolanidad, de bajo presupuesto, pero buen nivel, gana la vida, el cine nacional, ganamos todos; a pesar de las limitaciones, el apuro; la malignidad de la noche, las malas intenciones humanas y la raíz del mal que se anida en el alma de todos, y algunas veces, incluso, florece.
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