Un país a punto de explotar, inmerso en una conmoción sin proporciones,que quizás reviente y arrase con cuanto se encuentre a su paso, o tal vez, permanezca,aún aparentemente inalterable,bajo una "tensa calma", a punto de hacer erupción en cualquier momento, tal vez durante cierto tiempo, donde todo el mundo sabe,conoce y está consciente de lo que sucede está por suceder y sucederá...y sin embargo ya nadie se atreve a hacer nada al respecto...
Unos seres incomprendidos que tratan de buscar acomodo, de amoldarse, de "encajar", a pesar del amor, de los sentimientos que aparentemente les unen, junto a la costumbre, pero a su vez,enfrentados al hastío,los problemas económicos que les han distanciado y la "nada inerte" (esa fuerzas incontenible que relata Michael Ende en su célebre y universal ""Historia Interminable", que aniquila lo mejor del hombre:su capacidad de soñar e imaginar) que avasalladoramente avanza por los vericuentos de su terrenal existencia,amenazando con convertir en cenizas lo que antes fué un ideal de vida o al menos un conjunto desueños encaminados a su posibilidad de concreción.
Un medio de comunicación cercenado por los rigores del totalitarismo,la desesperanza y el horror de acabar ,con el derecho a pensar,discernir,plantear y disentir respetuosamente de las ideas de nuestros congéneres.
Un sueño convertido pesadilla,que deambula y se incorpora al boulevard de los sueños rotos, de las ilusiones perdidas,de los puentes rotos y las pesadillas que parecieran no tener fin.
Un grito ahogado y desesperado de quienes,estando despiertos y presenciando ante sus ojos, la más atroz realidad,quisiran no obstante,pensar y creer que estan soñando,conscientes de ser objeto de una incómoda pesadilla y luchando desesperadamente por gritar, caerse de la cama,levantarse sudoroso y poder expresar:¡uf,fué sólo un mal sueño!
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