martes, junio 12, 2012

Inmensa Minoria a cargo de un talento fuera de serie!


ENTREVISTA |GUILLERMO CARRASCO, CANTAUTOR

"La fama no es un fin"

 
 
"Siempre que tengo un concierto a solas, me da la impresión de estar comenzando desde cero... Es una sensación aterradora", ha escrito en su bitácora personal  KISAÍ MENDOZA
"'Inmensa minoría' tiene ese carácter de urgencia, de necesidad de comunicar..." "No creo que pudiera estar a gusto con las consecuencias de la fama... La fama no es un fin en sí misma"

Por: ÁNGEL RICARDO GÓMEZ , GUILLERMO CARRASCO , CANTAUTOR | EL UNIVERSAL
domingo 10 de junio de 2012
Guillermo Carrasco pudo haber sido perfectamente un coplero, de esos de sombrero, camisa de cuadros y botas vaqueras, con un seis por derecho entre tiples y bordones. En su casa de El Conde en Caracas se cantaba y se disfrutaba la música: Eneas y Asunción, sus padres, le pusieron primero un cuatro en la mano y después, un arpa. Pero hubo un "detallito" con sus dedos...

"Mi familia fue siempre muy sensible con el tema, así que desde pequeño fui estimulado a expresarme musicalmente, con mayor o menor tino, claro. Aprendí cuatro viendo televisión y luego me pusieron un profesor de arpa y toqué los clásicos del género y el instrumento. Después, como me comía las uñas, me resultaba más difícil, así que cambié a la guitarra, que además era mejor vista entre mis pares", recuerda el cantautor que desde mañana regala a los seguidores de El Universal, algunos diamantes de su tesoro, Inmensa minoría.

-¿Cómo definiría este trabajo?

-Es un disco nuevo, con temas inéditos y con un interés social, o más bien, con el interés de provocar alguna reflexión en quien se tome el tiempo de escucharlo.
-¿Es cierto que es el más político de sus discos?

-No sé quién dijo eso, pero es ciertamente el más directo. He intentado desplomar las barreras de complicación musical que hayan podido hacer más difícil el abordaje del "mensaje" en otras ocasiones.

-¿Qué diferencia a este trabajo de otros suyos?

-Inmensa minoría tiene ese carácter de urgencia, de necesidad de comunicar estas angustias y estas ideas que cruzan mi mente a diario, últimamente.

-¿Tiene algún tema favorito?

-La verdad es que me gustan mucho, los he madurado durante unos dos o tres años, así que es difícil decir cuál es el favorito. Creo que tocan además temas diversos y en distintas modalidades.

Progresivo no, progresando

-Cuenta en su blog que en 1978 le dijeron que su música era demasiado "progresiva" para colocarla en una emisora de radio ¿Considera que hace, en efecto, música progresiva?

-Para nada. Eso es lo que llamó mi atención en aquellos días. Solía hacer música progresiva cuando me correspondía etariamente, luego fui intentando modular mis conversaciones, pero he comprendido que lo mejor es no modular nada, más que las tonalidades, después de todo, se trata de tu idea de las cosas, de tus expresiones, así que mientras más auténticas, mejor.

-¿Qué otras anécdotas gratas e ingratas recuerda de sus inicios?

-Las ingratas las he olvidado; las menos ingratas las he convertido y están en el recuerdo como anécdotas. Las muy gratas forman parte de la felicidad de cada uno de los momentos en los que sucedieron. Son muchas...

-Sostiene en su blog que "la música que hacen los que están en la cresta de la ola, menores de 40, no es otra cosa que un remake de lo que se hizo hace 40 años" ¿En qué se basa para decir esto?

-Lo digo como una reflexión y me baso en lo que escucho. Ya sé que es difícil innovar, pero extraño el ímpetu por buscar y con suerte encontrar, un lenguaje propio, una manera genuina de expresarse a través de la música. Son muy pocos los casos en donde encuentras esa inquietud, y les va generalmente bien, así que sería bueno seguirlos.

-Si la fama es la consecuencia de la aprobación o desaprobación de su trabajo, tal como lo sostiene en una de sus reflexiones; y usted no se considera famoso ¿Quiere decir que su trabajo no ha sido aprobado? ¿Cuánto le interesa la aprobación del público?

-Veo la aprobación como una consecuencia. Cuando tu música se expone al público de forma reiterada, la gente suele tomar partido y manifestar su aprobación o disgusto, por lo que es requisito indispensable que se produzca esa exposición. Aunque la escuchan involuntariamente en las radios, la repetición termina haciendo su trabajo. La aprobación siempre es bienvenida. Cada vez que canto en público, siento la respuesta de la gente a mis canciones y ello me hace muy feliz, suelen además, manifestarse en ese sentido, así que puedo decir que quienes las han escuchado, aprueban mayoritariamente mi música.

Lejos de la fama

-¿Le hubiese gustado ser tan "famoso" como otros de su generación como Yordano o Franco de Vita?

-No lo sé. No creo que pudiera estar a gusto con las consecuencias de la fama. Me preocupa lo que puede llegar a causar en algunas personas. De cualquier modo, la fama no es un fin en sí misma, al menos no para mí. Quizá -y esto es una opinión personalísima - para lograr ser muy famoso hubiese tenido que sacrificar cosas importantes en mi vida como la libertad de hacer la música que me apetezca.

-Para muchos, ha tenido más "éxito" en el negocio de los jingles publicitarios que en el mundo del disco ¿Cree que es así?

-Pues tampoco lo sé, va a depender de lo que se entienda por "éxito". Si haces lo que te gusta, en mi caso la música, y eres remunerado por ello, ¿qué más puedes pedir? La publicidad es una de esas cosas que la gente escucha involuntariamente y a menudo, al menos así solía ser. Las cosas han cambiado algo, así que tienes que buscar las rendijas para poder colar tu trabajo "artístico". Hacer música para publicidad me permitió, en todo caso, preservar mi música de las "influencias diabólicas" de las disqueras (risas).

-¿Se puede vivir de la música en Venezuela?

-Si te planteas vivir con ella, es posible que puedas vivir de ella. A riesgo de sonar naif, creo que la música es la alegría de la vida, para quien la hace y para quien la disfruta.

-Participó como actor en la película Anita Camacho de Alfredo Anzola y en otras como músico ¿Por qué no ha hecho más cine? ¿Volvería a hacerlo?

-Nadie me lo ha vuelto a pedir. Como músico, me encantaría. Como actor, me lo pensaría mucho. Hay mucha gente profesional en ese campo que no merece una competencia tan fatal (risas).

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