martes, noviembre 08, 2011

Buscar sin encontrar; oir sin escuchar; mirar sin ver; ...



Sabía que estando del otro lado,las cosas iban a cambiar. Por Dios,tenían que hacerlo.

Era,si,"saltar el charco" a la inversa;regresar como Alicia, a través del espejo,de la bizarra realidad paralela de Wonderland, a su mundo particular,pudiera que atribulado,pero seguro. Sin embargo,no fue del todo así.

Las promesas de garantizar un "estatus quo" igual al abandonado no se cumplieron. La gente,que ante la distancia insistía, vente,todo será mejor;al verte,se sacudía,tal vez convencido de que logrado el propósito ya no tenia caso hacer mención a las bondades ofrecidas,porque a fin de cuentas,ya se había consumado el hecho y además,las ofrecidas bondades no existían.

Nada era lo mismo ni igual.Ni las circunstancias,ni los hechos,lugares y hasta incluso,la gente;que al menos,en cierta medida,se suponia sería la misma. Y si, ello podía llegarse a imaginar al igual que el caos instaurado en vorágine ensordecedora;pero es que ni siquiera el calor ofrecido en las alentadoras palabras de aliento,cuando mediaba la distancia, persistía. (Ya estás acá,yo cumplo con parte del trato,ahora a ver cómo carajos te las arreglas).

El respeto,la institucionalidad(?)y mística de antaño se convirtió en leyenda,en mítica experiencia de un cuento bonito,de esos que emocionadamente se echan,porque se sabe que forman parte de la verborrea criolla, de mitificar lo ordinario,para convertirlo extraordinario, a punta de que no es verdad,por resultar, prácticamente imposible serlo.

Ya nadie cumple horarios, ni respeta jerarquia,experiencia y menos las reglas del juego, todo es un caos inmenso, donde lo que no debe suceder, sucede;porque,a fin de cuentas, "si la realidad nacional es un absurdo, y nadie le para bolas a nada,por que han de hacerlo,entonces, los demás?".

Las abanderadas heroínas del afecto y profesionalismo estoico,también cambiaron,alejándose, desdibujándose de lo que eran; una,convertida en mueca y la otra, si, afortunadamente todavía valiosa,y más que querida,amadísima,pero con la autodefensa "a flor de piel "y ultranza de quien, sobreviviendo al apocalipsis, se acostumbra a desmerecerlo todo, a revestirse de una suerte de "costra protectora", para que nada ni nadie, la joda...más(incluida mi disminuida presencia).

En lo afectivo y personal,con más oportunidades del flirteo (gracias a Dios!!!) instantáneo,ese que de exabrupto, se convierte en nada, en espiral catártico de exudación momentánea de fluidos,necesaria,pero al final del dia,intrascendente. Y para colmo, el terrible flagelo de la imposibilidad afectiva, materializado en un encuentro fortuito,inevitable,destinado a un espiral sin fin:el fluir de sentimientos encontrados, sobre la base de anhelar lo evidente,laquello de que no poseerse resulta ser lo que más se desea y por ende no se puede tener,porque de materializarse incluso, conllevaría a transferir, llamaradas de consumida pasión, convertidas en trágica experiencia, para expiar la culpa en busca de una redención, ni siquiera deseada.

Ante un panorama como ese,resultaba,más que difícil, imposible, también, avisorar si acaso,el poder, tan solo al menos,transitoriamente llegar, aunque sea, a un puerto seguro.

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