martes, abril 21, 2009

Los años del miedo han vuelto!



Reflexiones de Iván Simonovis al conocer la sentencia de 30 años

El 11 de abril del 2002 convergieron más de 100.000 personas; entre ellas, miembros de mi familia, amigos queridos, vecinos de toda la vida, así como gente de todas partes que confiaban en nosotros, eran tiempos de cambio y progreso para la policía venezolana. Seguramente, usted mismo que ahora me lee estuvo ahí y fue testigo de lo que aquí relato.

Nuestro deber era defenderlos a ustedes y eso fue lo que hicimos hasta el final, incluso ahora, desde nuestras celdas. Porque hemos decidido que aún condenados a 30 años de injusta sentencia defenderemos la verdad y contaremos tantas veces como sea necesario lo sucedido.

Para encubrir a los verdaderamente implicados en la masacre del 11 de abril se requerían culpables, funcionarios de diferentes niveles a quienes echarles fácilmente los 19 muertos encima. Y es aquí donde entramos en este juego político los 3 comisarios y los funcionarios de la Policía Metropolitana. Nuestros nombres y cargos han sido utilizados como bomba de humo para despistar a la masa, mientras los nombres de los verdaderos autores intelectuales y materiales se han ido desdibujando gracias a esta macabra estrategia.

Para montar la pantomima de nuestro juicio requirieron esfuerzo extra al que inicialmente tenía planteado: se presentaron más de 5700 fotos, declararon cerca de 200 testigos, se mostraron más de 30 horas de videos, se dieron cita a 40 expertos para que prestaran su testimonio. Como si esto no fuera suficiente, se revisaron 50 experticias de todo tipo, sin embargo, con toda esta información, aún 7 años después de estos sucesos, la Fiscalía no ha encontrado ninguna prueba que nos incrimine, porque simplemente no existen.

Desesperados, buscaron y buscaron la manera de culparnos, pero no lo consiguieron y aún así nos sentenciaron hasta a la pena máxima.

En el caso de los funcionarios de la Policía Metropolitana no hay ni una sola prueba dentro de las 400 armas sometidas a experticia que los señalen como responsables, sin embargo, resuelta irónico, que aunque todos vimos en fotos y videos a cerca de 60 pistoleros ubicados en Av. Baralt y Puente Llaguno disparando a una masa de gente desarmada, sólo algunos fueron a juicio… y para colmo, todos ellos fueron absueltos porque NO se pudo demostrar su responsabilidad en ningún caso (cabe acotar que en un proceso más que expreso, duró sólo 3 meses).

Muchos dicen "vamos hacia una dictadura"; pues no señores, permítanme corregirles: "ESTAMOS en una dictadura" y nuestro caso y condena son sólo alguno de los elementos que así lo comprueban. Y si no es así, ¿porque este juicio estuvo tan plagado de irregularidades desde su inicio? ¿Porqué este juicio se tardó tanto, convirtiéndose en el mundialmente reconocido "juicio más largo de la historia"?¿Porqué el gobierno tuvo que poner tantos peones a trabajar para defender algo que evidentemente no era cierto? Me refiero a que la jueza del juicio del 11-A llamada Marjorie Calderón Guerrero, es la esposa de un reconocido y muy conectado activista político del PSUV (partido del Presidente de la República Hugo Chávez) en el Estado Aragua, conocido como "El Chino". Por otra parte, la Fiscal del Ministerio Público, llamada Haifa Aissami, cabeza principal del Ministerio Público en el caso, es hermana germana del actual ministro Tarek El Aissami. ¿Acaso les convenía?

¿Por qué se aplica la máxima sentencia si ninguno de los 196 testigos que declararon en el juicio atribuyó responsabilidades individuales de ninguno de los acusados? ¿Por qué si el comisario Domingo Chávez, del Cicpc y líder del equipo que se encargó de la investigación de los sucesos del 11 de abril, declaró durante el juicio que la investigación NO encontró elemento alguno o pruebas que demostraran que alguno de nosotros hubiera dado a nuestros subalternos órdenes de disparar para matar a personas el 11 de abril, así como tampoco de suministrarles armas (curioso resulta que estos dos son los hechos imputados en la acusación fiscal), recibieron 30 años cada uno? ¿Por qué cuando Chávez se "entera de la condena dice: "estoy de plácemes con esta sentencia", manifestando abiertamente sentirse complacido, como si se tratara de una ofrenda o sacrificio humano hecho por y para él?

El 3 de abril a las 11:45 am. fui juzgado a 30 años de presidio, sin derecho a ningún beneficio y basta con sacar un simple cálculo para entender que la muerte me alcanzará antes de cumplir esta condena. Sentado acá, en la soledad de este calabozo que me ha hecho entender las cosas desde otra perspectiva, no puedo dejar de pensar en lo que me esperaba ese día, justo después de despedirme de mis esposa e hijos, cuando salí a cumplir mi deber como desde hacia 23 años para aquel 2002... y es por ello que les digo "reaccionen pueblo". Esto nos está pasando a todos. No sólo a nosotros. El líder que estamos esperando para salvarnos está dentro de cada uno de nosotros. Actuemos antes de que Venezuela sea una gran cárcel por sí misma.

Iván Simonovis Aranguren

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, querido amigo, creo que los años del miedo regresaron hace ya cierto tiempo, lamentablemente.
Es difícil retomar la cuesta, cuando el panorama cada vez se encuentra más cerrado, para quienes, aun creemos, exista un vestigio de esperanza en medio de esta desidia y caos.
Hace falta más que despertar, hace falta más que tener miedo, aunque éste sea hasta cierto punto, natural en todo sentido, para salir de donde estamos.
Sé que desear salir del estancamiento, no basta. Pero ¿cuánto más aún se puede hacer cuando nos damos cuenta que los poderes que conforman un país, se encuentran secuestrados, maniatados, a la espera de la orden del día?
Ojalá y sirviera esta reflexión de este ciudadano para hacernos ver que más allá que unirnos y esperar, hay que REACCIONAR.
Cuán duras y cuán ciertas sus últimas palabras "Actuemos antes de que Venezuela sea una gran cárcel por sí misma"...
Duele, como duelen las cosas que poco a poco perdemos, fue inevitable recordar la salida del aire del canal de televisión que por decenas de años constituyó un instrumento de avance, de entretenimiento que nos fue quitado, por un simple capricho. Duele recordar la caída de decenas( o más bien, centenas, miles?) de hermanos, cuya sangre hoy, no ha sido recogida del suelo donde fue derramada, pues con nuestra indiferencia y nuestro olvido, es como si la dejáramos allí, recordándonos, ¿cuánto valen nuestras vidas?
Imperiosa la necesidad de recordar, pero más aún la de reaccionar, es como si nos hubieran inyectado una dosis de olvido e indiferencia...
Te dejo mi abrazo y cariño de siempre, recordándote y queriéndote más que nunca, no sé si por hallarte lejos o esta necesidad inmensa de seguir contando con el amigo de siempre, reflexionando y de algún modo, seguir soñando, no solo con un país libre, sino con el encuentro que permita darnos un abrazo que nos devuelva ese calor de esta tierra, tu tierra tan querida. Tu amiga de siempre, MIGUELINA