martes, marzo 10, 2009

"...asi como los hechos reales se olvidan,tambien algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido"




..."En mis noventa años en lugar de esperar la tranquilidad de la muerte, decidí festejar premiándome con una doncella virgen, así que recurrí “una amiga” de correrías llamada Rosa Cabarcas, que decía que la moral es cosa del tiempo, y yo siendo un hombre de principios, ahora la entiendo

-¡Ay mi sabio triste!, contesto el teléfono, ¿Cómo una virgen y urgente?, ¿Qué te quieres probar?, ¡En fin! Luego te llamo Yo esperé muy inquieto su llamada, pues vivo solo, nunca me casé, vivo solo donde vivieron y murieron mis padres, vendiendo todo con el paso del tiempo, trabaje 40 años en el diario de la Paz, yo completaba en prosa indígena las noticias del mundo que atrapábamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas o en código morse, ahora vivo de mi pensión, soy maestro de gramática castellana y latina, escribo en la nota dominical durante 50 años, era viernes, los síntomas del amanecer habían sido perfectos para no ser feliz, me dolían los huesos y me ardía el culo, con tanto trueno no podía dormir, al amanecer fui al doctor y me encontró perfecto, creo estar condenado a la juventud eterna, pero me preocupa un día que desayune dos veces porque se me olvido, nunca me acosté con ninguna mujer sin pagarle, la única relación extraña, fue con Damiana mi sirvienta, quien tome por sorpresa y de reversa, siempre fue así, ella siguió siendo virgen toda su vida, fui maestro y muy malo, le pegaba a mi alumnos, ellos me apodaban “El profesor mustio Collado”, mis pensamientos se interrumpieron por el teléfono, era la voz oxidada de Rosa

-¡Oye, tienes suerte de bobo! Encontré una pavita de 14 años y a las diez de la noche ya me encontraba en la casa de Rosa con dos pasos para la cama, cuatro para la dueña y tres para la niña, cuando Rosa me vio, me dijo, ¡Por ti no pasa el tiempo! Yo le conteste, ¡por ti si, pero para bien!, “ya estaba chimuela, vieja y fea”, bueno, pase al cuarto y la niña estaba dormida, Rosa le dio un té de Valeriana y Tila, la vi acostada, era delgada, morena, de pelo rizado, me acosté a su lado y me dispuse a contemplarla toda la noche y no despertó, me fui a mi casa sin tocarla, al otro día Rosa me hablo para decirme que la noche siguiente estaría esperándome y volví, pero la encontré igual, dormida, y le conté al oído “la canción de Delgadina, de los Ángeles esta rodeada”, la acaricie toda la noche y no despertó, ya la amaba, por todos lados la vía, la tercera vez, llegue a la casa de Rosa, la niña estaba esperándome dormida como siempre, pero yo la acariciaba, de repente, oí gritos de Rosa, ayúdame, mataron a un hombre en un cuarto, lo sacamos arrastrando a la calle, la niña se quedó sola en el cuarto, me fui a mi casa y ya no supe de ella, las busque y nunca las encontré. Después de mucho tiempo Rosa Cabarcas me llamo y me dijo que ya estaba con ella y que me esperaba, ella dormía, pero olía a perfume, traía rojos los labios, y sus senos ya no cabían en mi mano, de repente vi su ropa de noche y grite como loco, rompí todo lo que estaba a mi paso, desgraciada Rosa, le vendió su virginidad a un licenciado y se fue para salvarse de la muerte del contador, por eso no las encontraba, ella entro de repente, que te pasa, me grito, ya, ya se que los celos saben más que la verdad, hambre olvida todo, ella te ama, paso el tiempo y le propuse a Rosa comprarle la tienda, ella me dijo que mejor quien se muriera primero, heredara al otro, y este a su vez, se lo dejaría todo a Delgadina, le dije, crees que este de acuerdo ella,

-“Ay mi sabio triste, esta bien que estés viejo pero no pendejo”, dijo Rosa riéndose, ella esta lela de morir por ti.

Salí a la calle feliz, por fin la vida real, con mi corazón a salvo y condenado a morir de buen amor en la agonía feliz cualquier día después de mis cien años..."

El Gabo lo ha vuelto a hacer, a embrujarnos con su narrativa hermos ,con esa manera de escribir y describir el amor,la vida,la muerte y esa suerte de demonios que llevamos por dentro, a quienes no siempre logramos exorcisar. Esto es parte de lo que puedo expresar para describir parte de la emocion sentida al disfrutar de su mas reciente(espero queo la ultima,para el bien de la humanidad!)obra narrativa. Y no podia ser mas oportuno el momento de reencontrarme con el Gaboy con su maravilloso universo onirico y narrativo para este mortal sobreviviente, por lo que me permito el abuso de compartir esta informacion de Wikipedia y parte de esta excelente pieza que les recomiendo para entrelazar afecto e intercambiar vivencias.

Memoria de mis putas tristes es una novela que el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez publicó en 2004. La novela narra la historia de un anciano y su enamoramiento de una adolescente. Es a la fecha el último libro de este escritor.

Esta novela relata el enamoramiento de un anciano nonagenario y una joven de 14 años. El día de su nonagésimo cumpleaños, el anciano decide como Delgadina. En el transcurso del relato, éste describe sus vivencias con otras mujeres y cómo encuentra significado a la vejez por medio del amor.

También se percibe en el libro el ansia de García Márquez de morir desacompañado. El autor tenía 76 años de edad cuando lo escribió. En la novela el nonagenario que nunca formó familia, se encuentra por azar con una vieja prostituta, de la cual había sido un cliente asiduo desde que era una adolescente altiva. Ella, todavía en plena forma, le expresa que siempre le había querido y que hubiera sido su pareja ideal. El viejo, muy emocionado, empieza a llorar y le dice: - Es que me estoy volviendo viejo. Le cuenta la historia de la Delgadina y ella le dice: - Haz lo que quieras, pero no pierdas a esa criatura. No hay peor desgracia que morir solo.

En este libro García Márquez muestra nuevamente su gran capacidad en la narrativa, pero ahora no con trasfondo político sino con un toque de nostalgia y un poco más de su propia filosofía. Está basada en la novela La Casa de las Bellas Durmientes del escritor japonés Yasunari Kawabata, en la que los ancianos pagaban por yacer junto a muchachitas desnudas narcotizadas para observarlas durante el sueño.

Un antecedente de este relato lo podemos encontrar en "El avión de la bella durmiente", integrante de la colección "Doce Cuentos Peregrinos".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, querido amigo: Gracias por compartir estos extractos del libro que mencionas. Disfruté mientras leía a este magnífico autor, a quien sé admiras tanto por su espléndida narrativa. El título del post tiene que ver con su libro o es propia la idea? Saludos, besos y abrazos. MIGUELINA