martes, enero 30, 2007

Donde quiera que estés...






Donde quiera que estés, quiero una vez más saludarte,
como todos los días, como siempre, con cada nuevo amanecer, cuando rezo por tu descanso...

Expresarte, que cada nuevo día, tu recuerdo aflora, como brisa fresca, para alegrar la mañana e infundirme bríos y fuerzas para enfrentar el nuevo reto...

Que sí, se te extraña y añora, como aquéllo siempre deseado, que se tuvo una vez y lamentablemente ya no se posee.

¿Cuántos momentos compartidos y sueños mancomunados, cuántas esperanzas vanas, deshechas con el viento, con la realidad pasmosa, de una enfermedad mortal?

Ese fatídico momento, no el último día de septiembre, como esa horrible acta legalmente expresa, sino el 20, al ingresar a quirófano y tomarme de la mano, para expresar, que esta vez, si ibas a cumplir con las exigencias de tratamientos médicos al pie de la letra,
que te encontrabas, como un niño, como un bebecito, ingresando de nuevo a una nueva etapa, agradeciéndome la paciencia, compañía y el amor, quizás consciente, que esa era, ¡la despedida!

No hubo momento oportuno para hacerla, porque de allí...el final, los cuidados intensivos, la carrera, el cansancio, la falsa esperanza de un retorno útil, el inicio del fin, para dar paso a la oscuridad y la opresión.

¡Cómo entonces no valorar las risas, las salidas, la esperanzada alegría, los momentos compartidos, los sueños de lograr tantas cosas, el constante buen humor, sin nunca haber recibido una ofensa ni cuestionamiento alguno, a pesar de las noches afiebradas, las salidas nocturnas con desesperación y a pié, a buscar en medio de la noche y mojándome con la lluvia inclemente, una farmacia de turno, para conseguir el medicamento indicado, los momentos de llanto, en los que pareciamos no encontrar salida a la enfermedad y falta de recursos económicos, porque lo importante era seguir adelante, estar juntos, volver a reir, compartir el momento y soñar... creer en lo imposible, en la materialización de los sueños e incluso aún... en los milagros...!

Pero una cosa se nos olvidó: el saber que los milagros no ocurren por generación espontánea. Aún para que éstos se den, es necesario un mínimo de esfuerzo, un cumplimiento riguroso de medicamentos, tratamiento, rígidas reglas de vida, de esas a las que siempre te escapabas, a pesar de mis reclamos y los de tu doctora, por ser un alma libre y un espíritu frágil, presa frágil del fantasma de la depresión, ése que embargó a tu alma y que mi amor no pudo desterrar por más que quizo, ésa que la razón y la buena voluntad jamás pudo aniquilar y terminó llevándose consigo a un ser maravilloso, que me brindó su comprensión, compañía y afecto, que desterró de mi mente la posibilidad de quedar sólo, para contrariar incluso la opinión de muchos, que rompió intolerantes barreras, se ganó el corazón de quienes le conocieron y que sin embargo, muy a su pesar, me dejó nuevamente sólo, llevándose consigo, un oloroso jardín de mágicas fragancias, para abandonarme a una suerte de nueva lucha, con otros protagonistas valiosos en si mismos, pero con un nuevo giro argumental diferente, distante, cambiante, intespectivo...

Por eso hoy día, que cuestiono tantas cosas y detalles de mi particular vivir, sin considerarlo una queja y aún a expensas de recibir cualquier cuestionamiento, creo necesario ver atrás, para reconocer el valor de lo andado, con todos sus logros y percances, un puñado de defectos y algunas pocas virtudes, por lo que quisiera desear, que donde quiera que estés, tu alma libre y alegre se encuentre radiante y plena de gozo, para agradecerte lo mucho que me distes y expresarte, fuera de mis plegarias diarias, por el descanso eterno de tu alma, todo mi agradecimiento, ese que de seguro nunca me alcanzará tiempo suficiente para hacerlo, por haber llegado a mi vida para llenarme de afecto y enseñarme a vivir lo posible e imposible, la agonía y el extásis, la locura y la cordura, viviendo con la vida y muriendo con la muerte, permitiendo renacer en mi alma la confianza, aún en medio de la más desoladora tristeza...

Perdón por la nostalgía, pero esto era algo que desde hace mucho, debía escribir y manifestar...

Se les quiere Amigos...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay de que pedir perdón, la nostalgía es algo inevitable así como tantas otras cosas, q' comunmente se tratan de evitar pero a veces es bueno sacarlo, fue una situación bastante difícil y angustiosa para tí, por decir lo menos, supongo q' fueron momentos muy difíciles y fuertes de principio a fin, es bueno q' añores recuerdos y procura que los buenos estén más presentes q' los malos, y ver hacía adelante q' como siempre se dice por ahí, la vida sigue y hay q' poner mucho empeño bajo cualquier circunstancia q' viva cada quien, para seguir adelante. Un abrazo amiguis y ya sabes q' aunq' a veces no sea muy "comunicativa" aqui está tu amiguis!

Gavriel dijo...

Amigo:
Sé que ese homenaje es tan sublime e inigualable como la calidad de tu alma. Lo sé, pero no pude disfrutarlo a pleno, no tenía las "pilas" como se dice. Pero no por nada en especial amigo, no te preocupes, son sólo esos pocitos en los que caemos a veces cuando no miramos donde pisamos.
Volveré a leerlo en otro momento, cuando me reintegre y si caminando mejor y seguro que descubriré que es un post como sospechaba.
Disculpame, pero ando atacado por mi pesada humanidad, como le sucede a todos, claro.
Te mando un abrazo gigante.
Gaby

Anónimo dijo...

Cuando se ama tan profundo, podemos amar por siempre. Y aunque ya no esté físicamente a tu lado, de algún modo siempre lo estará. Ten por seguro... que donde quiera que esté, también estará agradecido de haberte dado lo mejor de sí, porque el cúmulo de experiencias vividas serán guardadas siempre en tu corazón y cada vez que quieras estará allí de nuevo. Cuán hermoso es el AMOR, verdad? TQM. MIGUELINA

FEVC dijo...

Cynthia, amiguis, que hermosa sorpresa tenerte de vuelta por estos lares, gracias, por tu visita, comentario y abrazos que retribuyo con afecto sincero, que bueno tenerte por acá.

Gaby, gracias amigo por ser y estar, espero que las pilas se estén recargando de energía y buena vibra,para salir adelante,amigazo.

Miguelina, gracias por pasar y por tan inspiradoras palabras de aliento...
Ciertamente amiga, el amor es demasiado hermoso, es la fuerza vital que nos alimenta, día tras día, permitiéndonos no sólo sobrevivir, sino además, ¡vivir un poco...siempre!

Daniela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Daniela dijo...

Freddy...hermoso lo que has escrito, nunca desaparecerá ese amor , dónde esté lo sentirá y tu también querido amigo. La forma tan especial como has abierto tu alma hace que siente por tí, una gran admiración y sabes?... te quiero mucho. Recibe un abrazo fuerte y un beso. Estoy contigo.

Gavriel dijo...

Freddy querido.

Ahora leí mejor y creo que esa persona descansará, no sólo en paz, sino lleno de tu amor que le sigues manifestando y entregando.
No tengo dudas de que eso le llega y seguro que estará pidiendo por tí para que vivas de la mejor manera.
Creo que las almas cuando aman, no importa desde dónde, el amor es tan real como todo lo que vemos diariamente.
Tan seguro estoy de ello, como que algún día moriré.
Te abrazo con mi alma amigo.
Beso.

tormenta del mar dijo...

Freddy: Terriblemente dolorosa esa ausencia, pero sólo es física amigo, él está a tu lado y jamás...te dejará solo! Así es el amor, crea hilos de un material indestructible al tiempo y al espacio!
Te abrazo fuerte!!!!

Besos de hada!