domingo, junio 25, 2006





Los surcoreanos también aman (Il Mare, La Casa del Lago)

Ante la incontenible moda de reversionar y hasta redireccionar, no todas las veces con éxito, no sólo aquellos clásicos de ayer (Psicosis, King Kong), sino además aquellas fórmulas de comprobada ganancia taquillera (La Niebla, Más Barato por Docena, Los Tuyos, los Míos y los Nuestros, La Pantera Rosa, El Padre de la Novia, Adivina Quién viene a Cenar), entiéndase desde comedias francesas (Los Tres Fugitivos, Tres Hombres y Un Bebé, El Closet, Mi papá es un Héroe) a la nueva moda de thrillers y films de horror asiáticos (La maldición 1 y 2, El aro 1 y 2, Dark Water, La llave del mal, próximamente El ojo) y muchas otras que aún desconocemos, ahora les toca el turno, al trío conformado por el director argentino Alejandro Agresti y los norteamericanos Sandra Bullock y Keanu Reeves, entretenernos con "La Casa del Lago". Sandra Bullock, una de las estrellas más promisorias, consentidas y atractivas del cine norteamericano, cuenta con una especial sensibilidad y carisma, pero ha tenido una irregular carrera con peliculas románticas (la hermosa y convencional Mientras Dormías), la trepidante Speed (donde coincidió con Reeves y se catapultaron al estrellato internacional y cuya secuela en solitario fue un desastre), Tiempo para Matar (excelente recreación de la novela de John Grisham), la trepidante La Red, la creativa Miss Simpatía (sólo la primera parte, la segunda fue un innecesario desatino) y una coleccion de desaciertos como Gun Shy, Love Poison Nº 8, Hope Floats, Murder by Numbers, En el Amor y La Guerra, mientras que Reeves, imbatible en la trilogía Matrix (cuya importancia obtuvo a mi entender, sólo en el inicio de la saga, para desinflarse aparatosamente después), las excelentes Drácula de Bram Stoker en manos del maestro Francis Ford Coppola, El Abogado del Diablo de Taylor Hackford y la poco comprendida pero brillante Constantine, con Rachel Ward, fuera de otros títulos nada prometedores, como Dulce Noviembre, The Watcher y Reacción en Cadena.
Ambos necesitan un éxito contundente que les traiga de nuevo a la palestra y esta película, a decir de la información que compartimos, pareciera ser el trampolin perfecto para ello. El director argentino Alejandro Agresti (El viento se llevó lo que, Boda Secreta, Luba, El Acto en cuestión,Buenos Aires Viceversa, Valentin, El Amor es una Mujer Gorda y Una Noche con Sabrina Love, con la excelente Cecilia Roth) da el salto a Hollywood siguiendo los pasos de autores latinoamericanos que recientemente lo han hecho.
Se estrena en California con el drama metafísico “La casa del lago”, con Keanu Reeves y Sandra Bullock a su servicio. Hollywood reclama ahora sus servicios para una película que necesita tanto de buenos sentimientos como de su gusto particular por las historias diferentes. “La casa del lago” está basada en una pequeña película surcoreana llamada “Il mare”, a nivel internacional o “Siworae”, dirigida por Hyun-seung Lee. A pesar de su belleza, desde que se estrenase en Corea en septiembre del 2000, “Siworae” no ha tenido una gran distribución, habiéndose estrenado esencialmente en festivales pequeños dedicados al cine asiático. Warner Bros, Vertigo Entertainment y Village Roadshow Pictures acertaron al descubrir esta joyita para hacer una nueva versión.
Esta última película de amor hollywoodense, constituye una rareza que mezcla “Tienes un e-mail” con los cuentos de Julio Cortazar y películas fantásticas como “Frequency”. La Historia va como sigue: Con la sensación de que es el momento para efectuar un cambio en su vida, la Dr. Kate Forester sandra Bullock), abandona su trabajo en las afueras de Illinois para trabajar en un ajetreado hospital de Chicago. Algo que le da reparo dejar atrás, sin embargo, es la bellísima y original casa que ha estado alquilando-un refugio amplio y de alto diseño con enormes ventanales que dan a un tranquilo lago. Es un sitio que la hace sentirse totalmente libre. De camino a la ciudad, Kate deja una nota en el buzón dirigida al próximo inquilino de la casa del lago, pidiéndole que le envié el correo que la llegue y avisándole que las inexplicable huellas de pata pintadas que puede ver al lado de la puerta de entrada ya estaban allí cuando ella se mudó a la casa.
Pero cuando el siguiente inquilino llega, ve algo muy diferente. Alex Wyler (Keanu Reeves) encuentra la casa muy abandonada: polvorienta, sucia y el jardín invadido de maleza. Tampoco hay ninguna señal de huellas de patas por ningún lado. No hace caso a la nota de Kate, hasta días después, mientras pinta el muelle, deteriorado por el tiempo, ve a un perro suelto correr sobre la superficie recién pintada y luego hacia la entrada de la casa, dejando sus huellas exactamente donde ella dijo que estarían. Aturdido, Alex le escribe, contándole que no hubo ningún inquilino antes de él y preguntándose cómo ella podía saber lo del perro; a todo esto, Kate que acaba de dejar la casa hace tan sólo una semana, piensa que él la está gastando algún tipo de broma y rápidamente le contesta..., descubriendo con ello un terrible secreto, que desencadena múltiples situaciones de interés.
¿Podrá Sandra Bullock, ahora de la mano de quien fuera su exitosa pareja en Speed, retomar la cuesta y repetir el suceso romántico que logró con Mientras dormías?, yo pienso que sí. Celebremos pues el regreso de esta pareja, aspirando que con ello se conjuguen todas las herramientas necesarias para hacer de ésta, una de las más interesantes películas del año.
!Aparentemente, tiene con qué!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta película forma parte de la lista de mis favoritas, es hermosísima y además super romántica. Definitivamente ambos actores crean una magia tan especial que es un verdadero placer disfrutarlos en escena. Tu pronóstico, creo fue muy acertado. Esta película dió mucho de que hablar. La puedo ver una y otra vez sin cansarme de hacerlo. Las historias románticas me atrapan. Un abrazo, Freddy. MIGUELINA