más que las ganas de llorar;
Y ahora qué esperar, ante esta inercia inmensa en la que inmersos estamos, sin destino aparente, navegando a la deriva por estas mareas misteriosas plagadas, no sólo de alimañas;sino también, de tanto desencuentro, ...?
,…Y qué tengo ahora, que no
queda nada;más que las ganas
de llorar; y qué hago ahora, que
no puedo amarla; sólo
morderme y aguantar;
hasta cuándo, hasta dónde, este
karma,..
Al momento de escribir esta líneas, el estupor, la desesperanza e incertidumbre hacen mella en mi existencia y si, debo confesar, nublan mi entendimiento ante el caos inminente político, social, económico y vivencial en que me encuentro.
Somos artífices de nuestro destino y ciertamente responsables de ello, por eso no pretendo cuestionar decisiones tomadas pues, a estas alturas del partido, lo decidido vivido y lo dejado de vivir, a un lado, al baúl de los desencuentros o mejor, de los desechos. Esta convulsividad social es tal que ha de hallarse prácticamente en cualquier sitio. Claro, matizada de particular manera en cada ámbito,(en mi caso, ROJO ROJITO, como la sangre, el vino tinto, la manzana envenenada que sumió a la dulce princesa en mortal sueño hasta que recibiera "el primer beso de amor", y aquél fruto prohibido que nos condujo, sin pasar por go ni cobrar los 200 bolívares, directo al mortal destierro, parto con dolor e ignominioso humano destino);así las cosas, no hay nada mas que hacer que seguir hacia adelante, con todo ese bagaje haciendo las veces de andamiaje, suerte de aparatoso equipaje de un multifacético hombre orquesta o juglar moderno, cuya vivencialidad se encuentra tatuada en su cuerpo y alma, constituyendo el peculiar aroma, la fragancia innata que se destila al andar,…?Hasta cuándo;hasta dónde, este karma?,...
XXXUn amor que termina así
deja un mal sabor para seguir
queda en carne viva el corazón,
que di
se vuelve todo melancolía
se va la idea de que seas mía.
Un amor que termina así
deja un gran deseo de morir
queda confundida la razón, en fin
se vuelve todo una porquería
y para que quiero ya esta vida
si no me sabe igual sin ella
si no tendré ya jamás mi estrella nunca más.
Y qué tengo ahora que no queda nada
más que las ganas de llorar
y qué hago ahora que no puedo amarla
sólo morderme y aguantar
hasta cuándo, hasta dónde, este karma
Un amor que termina así
te convierte en un pobre infeliz
lo que ayer fue risa, hoy es dolor sin ti
soy como un barco a la deriva
un alma en pena, un buen suicida
un gran idiota, con la experiencia
un pobre diablo, que ya no piensa, más que en ti.
(Un amor que termina así, Luis Ángel)
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