lunes, agosto 20, 2012

Déjame que te cuente;...



Déjame que te cuente, que aún sigo aqui; 
enhebrando vivencias; creyendo, que a pesar de 
la sorpresa y asombro de  la mezquindad y 
el egoismo cotidiano;todavia pueden anidarse,
 el afecto y la bondad, en el alma de algunos 
mágicos seres, que  trajeados de lugareños,
con la piel también curtida,de tanto andar y
batallar con la tristeza; han logrado,sin embargo
mantener con brillo su luz interior; brindando calor
al prójimo, secando lágrimas,convirtiéndolas en 
preciosos tesoros a guardar, e  incluso en sonrisa 
y esperanzado afecto;

Déjame que te cuente, que sí; extraño tu presencia,
e incluso recuerdo,las ráfagasde ira e intolerante actuar;
pero,tambiéc con la responsabilidad de mis hechos, 
ya no con dolor ni reproche,sino con el entendimiento
de que aún los hermosos dias de cálida brisa, 
pueden estar precedidos o posteriorizados,
con tormentas,rayos y truenos que luego se 
transforman en calma;...

Déjame que te cuente, ...
que te recuerdo aún con alegría,
convencido incluso,de que fue mejor lo vivido, 
que haber dejado de hacerlo;
atesorando la magia de los momentos compartidos;
la risa,la alegria,los mesarios,las salidas;
comprendiendo ahora,la importancia de recordar lo vivido,
para impregnar de dicha y fe, 
cada anuario de vida humana objetivada;...

Volver a reír, con alguien al lado, volver a amar,sentir; 
vivenciar,discutir,sobrellevar la cuesta?,tal vez sea posible;
o a lo mejor quizá, sea tan solo un recuerdo;
como pudiera estar, de nuevo,otra persona especial, 
anhelante,expectante,esperando, a la vuelta de la esquina,
en una estacion de autobuses;los pasillos de un centro comercial;
la barra de un bar,el interior de un video club a punto de desaparecer;
el pasillo de una libreria, poseida por el embriagante olor de 
páginas repletas de conocimiento;oscuridad,luz,imaginacion y afecto;

Déjame que te cuente, que no ha habido, tras la despedida, 
nunca obsesión,mucho menos, ansiedad,desesperacion,
deseo o angustia ante un pretendido regreso;
como tampoco maledicencia,ni malos deseos, ante "diferencias"
o pequeños nubarrones,tras tantos y tantos días, de amor y rosas;
tampoco la necesidad de dar vuelta atrás de lo vivido;
solo la intencionalidad de agradecer, la alegria y dicha
del tiempo compartido;acumulando energía;
para revitalizarlo todo,recordar siempre lo mejor;
y atemperarlo para prever, la posibilidad un nuevo comienzo,
o sencillamente,preservar y atesorar,la magia de lo hermosamente vivido,...

Déjame que te cuente, por si acaso no resultare obvio,
tras quererte tanto y tanto, que dondequiera que estés,
ansío y espero,el bienestar sea tu constante, y la dicha,el viento del norte,
que te dé en la cara,al andar,... 

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