Por Jose Arce. tomado de la pagina de critica cinematografica La Butaca...
Una de las mejores propuestas de género de los últimos años, capaz de sorprender al tiempo que carga con furor contra los abusos de poder de los gobiernos que actúan en base a intereses creados. De visión obligada.
Hace veinte años se despejaron todas las dudas acerca de si estábamos o no solos en el Universo, cuando una gigantesca nave espacial se posó sobre Johannesburgo sin mostrar ningún signo de hostilidad o actividad de cualquier tipo. Cuando las autoridades de la Tierra decidieron acceder al interior, encontraron a una tripulación desvalida e indefensa, que fue realojada a las afueras de la ciudad sudafricana. “Distrito 9” nace de “Alive in Joburg”, corto filmado en 2005 por Neill Blomkamp en una experiencia similar a la que tuviera Ellory Elkayem con “Larger tan life” (1997) y la posterior “Arac attack” (2002); ahora falta comprobar si el talento que ha demostrado Blomkamp con este espectacular debut cinematográfico perdura ─parece que va a ser así─, o acaba defenestrado como su colega, que poco ha logrado más allá de dos secuelas nefastas e innecesarias de la saga de “El retorno de los muertos vivientes”.
Ciencia ficción, acción, drama, comedia y thriller se dan la mano en una propuesta que aprovecha al máximo los recursos a su alcance, un proyecto en el que el cineasta carga con fuerza contra nuestra convulsa realidad desde un prisma cáustico que arranca con disposiciones de tendencias documentalistas para derivar posteriormente en una aventura por la supervivencia de su protagonista (fantástico Sharlto Copey), en la que los poderes de facto terráqueos son peligrosamente similares a los que comandan nuestros destinos desde tiempos inmemoriales. El abuso de poder, los intereses económicos en torno a la investigación científica y militar, la utilización de grupúsculos mercenarios para defender inversiones privadas… todo ello contemplado desde la hiperrealista recreación de un verdadero gueto en el que los visitantes ─forzosos, otro bofetón a nuestras conciencias que convierte la nave espacial en una suerte de patera descomunal─ malviven hacinados en un vertedero social repleto de drogas, prostitución y demás lindezas regaladas por el progreso industrial.
Columna de opinión Críticas de cine “Distrito 9″: In the ghetto
Escrito por José Arce el 24.08.09 a las 17:00
Archivado en: Críticas
Una de las mejores propuestas de género de los últimos años, capaz de sorprender al tiempo que carga con furor contra los abusos de poder de los gobiernos que actúan en base a intereses creados. De visión obligada.
Hace veinte años se despejaron todas las dudas acerca de si estábamos o no solos en el Universo, cuando una gigantesca nave espacial se posó sobre Johannesburgo sin mostrar ningún signo de hostilidad o actividad de cualquier tipo. Cuando las autoridades de la Tierra decidieron acceder al interior, encontraron a una tripulación desvalida e indefensa, que fue realojada a las afueras de la ciudad sudafricana. “Distrito 9” nace de “Alive in Joburg”, corto filmado en 2005 por Neill Blomkamp en una experiencia similar a la que tuviera Ellory Elkayem con “Larger tan life” (1997) y la posterior “Arac attack” (2002); ahora falta comprobar si el talento que ha demostrado Blomkamp con este espectacular debut cinematográfico perdura ─parece que va a ser así─, o acaba defenestrado como su colega, que poco ha logrado más allá de dos secuelas nefastas e innecesarias de la saga de “El retorno de los muertos vivientes”.
Ciencia ficción, acción, drama, comedia y thriller se dan la mano en una propuesta que aprovecha al máximo los recursos a su alcance, un proyecto en el que el cineasta carga con fuerza contra nuestra convulsa realidad desde un prisma cáustico que arranca con disposiciones de tendencias documentalistas para derivar posteriormente en una aventura por la supervivencia de su protagonista (fantástico Sharlto Copey), en la que los poderes de facto terráqueos son peligrosamente similares a los que comandan nuestros destinos desde tiempos inmemoriales. El abuso de poder, los intereses económicos en torno a la investigación científica y militar, la utilización de grupúsculos mercenarios para defender inversiones privadas… todo ello contemplado desde la hiperrealista recreación de un verdadero gueto en el que los visitantes ─forzosos, otro bofetón a nuestras conciencias que convierte la nave espacial en una suerte de patera descomunal─ malviven hacinados en un vertedero social repleto de drogas, prostitución y demás lindezas regaladas por el progreso industrial.
“Distrito 9” consigue ser original y feroz a partes iguales, difuminando su mensaje a través de la aguda comicidad que regala la figura principal, en principio un perdedor histriónico y exagerado que va evolucionando por dentro y por fuera en una progresión que le llevará a replantearse los valores que mueven su existencia, reconociendo la igualdad en la diferencia y abriendo su percepción para aceptar al otro con el respeto que cualquier vida merece. Una proclama pacificadora vestida de divertimento palomitero inteligente y perspicaz, acertadamente situado en un punto neurálgico del Tercer Mundo que aporta un mayor interés por su “exotismo” de cara a la taquilla planetaria, hastiada de que toda aparición intergaláctica tenga lugar en las principales urbes norteamericanas. A pesar de que el guión abre múltiples interrogantes que no acaban de encontrar respuesta en ningún momento ─principalmente centrados en la extraña naturaleza de los caóticos alienígenas─, el dinamismo general y las referencias fácilmente identificables a infinidad de títulos de género recientes y pasados hacen de la cinta uno de los aciertos más frescos y agradables de los últimos años, destinada con total seguridad a convertirse en clásico de modo casi inmediato.
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Hace veinte años se despejaron todas las dudas acerca de si estábamos o no solos en el Universo, cuando una gigantesca nave espacial se posó sobre Johannesburgo sin mostrar ningún signo de hostilidad o actividad de cualquier tipo. Cuando las autoridades de la Tierra decidieron acceder al interior, encontraron a una tripulación desvalida e indefensa, que fue realojada a las afueras de la ciudad sudafricana. “Distrito 9” nace de “Alive in Joburg”, corto filmado en 2005 por Neill Blomkamp en una experiencia similar a la que tuviera Ellory Elkayem con “Larger tan life” (1997) y la posterior “Arac attack” (2002); ahora falta comprobar si el talento que ha demostrado Blomkamp con este espectacular debut cinematográfico perdura ─parece que va a ser así─, o acaba defenestrado como su colega, que poco ha logrado más allá de dos secuelas nefastas e innecesarias de la saga de “El retorno de los muertos vivientes”.
Ciencia ficción, acción, drama, comedia y thriller se dan la mano en una propuesta que aprovecha al máximo los recursos a su alcance, un proyecto en el que el cineasta carga con fuerza contra nuestra convulsa realidad desde un prisma cáustico que arranca con disposiciones de tendencias documentalistas para derivar posteriormente en una aventura por la supervivencia de su protagonista (fantástico Sharlto Copey), en la que los poderes de facto terráqueos son peligrosamente similares a los que comandan nuestros destinos desde tiempos inmemoriales. El abuso de poder, los intereses económicos en torno a la investigación científica y militar, la utilización de grupúsculos mercenarios para defender inversiones privadas… todo ello contemplado desde la hiperrealista recreación de un verdadero gueto en el que los visitantes ─forzosos, otro bofetón a nuestras conciencias que convierte la nave espacial en una suerte de patera descomunal─ malviven hacinados en un vertedero social repleto de drogas, prostitución y demás lindezas regaladas por el progreso industrial.
Columna de opinión Críticas de cine “Distrito 9″: In the ghetto
Escrito por José Arce el 24.08.09 a las 17:00
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Una de las mejores propuestas de género de los últimos años, capaz de sorprender al tiempo que carga con furor contra los abusos de poder de los gobiernos que actúan en base a intereses creados. De visión obligada.
Hace veinte años se despejaron todas las dudas acerca de si estábamos o no solos en el Universo, cuando una gigantesca nave espacial se posó sobre Johannesburgo sin mostrar ningún signo de hostilidad o actividad de cualquier tipo. Cuando las autoridades de la Tierra decidieron acceder al interior, encontraron a una tripulación desvalida e indefensa, que fue realojada a las afueras de la ciudad sudafricana. “Distrito 9” nace de “Alive in Joburg”, corto filmado en 2005 por Neill Blomkamp en una experiencia similar a la que tuviera Ellory Elkayem con “Larger tan life” (1997) y la posterior “Arac attack” (2002); ahora falta comprobar si el talento que ha demostrado Blomkamp con este espectacular debut cinematográfico perdura ─parece que va a ser así─, o acaba defenestrado como su colega, que poco ha logrado más allá de dos secuelas nefastas e innecesarias de la saga de “El retorno de los muertos vivientes”.
Ciencia ficción, acción, drama, comedia y thriller se dan la mano en una propuesta que aprovecha al máximo los recursos a su alcance, un proyecto en el que el cineasta carga con fuerza contra nuestra convulsa realidad desde un prisma cáustico que arranca con disposiciones de tendencias documentalistas para derivar posteriormente en una aventura por la supervivencia de su protagonista (fantástico Sharlto Copey), en la que los poderes de facto terráqueos son peligrosamente similares a los que comandan nuestros destinos desde tiempos inmemoriales. El abuso de poder, los intereses económicos en torno a la investigación científica y militar, la utilización de grupúsculos mercenarios para defender inversiones privadas… todo ello contemplado desde la hiperrealista recreación de un verdadero gueto en el que los visitantes ─forzosos, otro bofetón a nuestras conciencias que convierte la nave espacial en una suerte de patera descomunal─ malviven hacinados en un vertedero social repleto de drogas, prostitución y demás lindezas regaladas por el progreso industrial.
“Distrito 9” consigue ser original y feroz a partes iguales, difuminando su mensaje a través de la aguda comicidad que regala la figura principal, en principio un perdedor histriónico y exagerado que va evolucionando por dentro y por fuera en una progresión que le llevará a replantearse los valores que mueven su existencia, reconociendo la igualdad en la diferencia y abriendo su percepción para aceptar al otro con el respeto que cualquier vida merece. Una proclama pacificadora vestida de divertimento palomitero inteligente y perspicaz, acertadamente situado en un punto neurálgico del Tercer Mundo que aporta un mayor interés por su “exotismo” de cara a la taquilla planetaria, hastiada de que toda aparición intergaláctica tenga lugar en las principales urbes norteamericanas. A pesar de que el guión abre múltiples interrogantes que no acaban de encontrar respuesta en ningún momento ─principalmente centrados en la extraña naturaleza de los caóticos alienígenas─, el dinamismo general y las referencias fácilmente identificables a infinidad de títulos de género recientes y pasados hacen de la cinta uno de los aciertos más frescos y agradables de los últimos años, destinada con total seguridad a convertirse en clásico de modo casi inmediato.
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El sobreviviente opina...
A veces, uno requiere de los especialistas,los que saben, para definir o predefinir algo que resulta impresionante a nuestros ojos y pareciera dificil de explicar.
Ya lo he expresado varias veces,no soy un critico,adolezco del conocimiento rigurosamente formal y academico filmico como para considerarme tal labor. Ademas,lo agradezco,porque eso me permite libremente expresar respecto a lo que me agrada, dentro de esta voraz pasion o adiccion mortal que padezco,casi desde haber nacido,por la imagen en movimiento en la intimidad de un rincon oscuro...
Distrito 9 es una pelicula extraña,suerte de documental y experimento ficcionario de un futuro no muy lejano,en el que cohabitan,no muy amigablemente, humanos y alienigenas y donde estos constituyen,a juicio de los primeros, la escoria social que debe aniquilarse o al menos desterrarse definitivamente de la faz de la tierra.
Esa premisa hace las veces de un film trepidante,donde el drama,la desesperacion y paroxismo hace de las suyas,para describir una sociedad xenofobica,intolerante y cruel,que lleva a la maxima expresion su politica de aniquilacion despiadada,en medio de la historia particular de un hombre elegido para documentar parte del proceso de desalojo de los alienigenas del Distrito 9,donde estos cohabitan con la miseria,marginalidad,mercado negro e intolerante violencia, cuya vida habra de transformarse para siempre!
Peter Jackson, artifice de la trilogia filmica mas famosa y mejor elaborada hasta la fecha de un clasico literario(El señor de los Anillos) desborda,talento,inteligencia y agudizado buen ojo para presentarnos como productor,ante de su regreso al cine con la esperadisima The Lovely Bones,una de las peliculas mas inteligentes,interesantes,entretenidas e impresionantes de la ultima decada. Ciencia ficcion,docudrama,thriller,experiencia de accion trepidante,reflexion multigenero,cine de vanguardia,en fin, demasiado inteligente como para considerarse tan solo un film de ficcion y excelentemente elaborada,una historia que asquea,deprime,impacta e imprersiona, mucho mas por lo que subyace en su propia historia y deja entrever entre lineas:la intolerancia humana,mas alla que por las impactantes,violentas y si se quiere escabrosas omagenes alienigenas.
Demasiado importante para dejar de ser vista,aun si ud no se siente fanatico o afecto a los films de este genero,porque esta historia tiene que ver tanto con la especie humana,que es imposible encasillarla,de modo que si ud es amante del cine e incluso de estomago sensible,llenese de valor y no deje de ser parte de una importante y aleccionadora experiencia,que apareciera aun no terminar en si misma...todavia!
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