lunes, septiembre 26, 2011

El eterno abrazo de la madre mocha! (o mejor dicho, quieres que te cuente el cuento del gallo pelón?)



ENTREVISTA | MANOEL RANGEL, SECRETARIO EJECUTIVO DE LA CAACI

"Necesitamos un cine inventivo"

"Aparecen espacios para que empresas trasnacionales comercialicen el cine de la región" "Necesitamos contar con un cine inventivo, con un cine que hable a millones"


ROBERT ANDRÉS GÓMEZ , MANOEL RANGEL , SECRETARIO EJECUTIVO DE LA CAACI | EL UNIVERSAL
lunes 26 de septiembre de 2011 12:00 AM
Fundada en 1989, la Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica, CAACI, se creó con el propósito de desarrollar este sector, a partes iguales, industrial y creativo. Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, Honduras, Guatemala, México, Panamá, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela suscribieron entonces en Caracas el acuerdo que permitió dar forma a la institución.

22 años después de su fundación, la realidad del cine latinoamericano ha cambiado un poco. Desde los festivales latinoamericanos existe un mayor reclamo para conocer estas cinematografías, pero desde la región sigue existiendo una distancia enorme a la hora de conseguir en pantalla una cinta firmada en Argentina, Brasil, México o Uruguay, por sólo nombrar las cuatro cinematografías m´as reconocidas.

Manoel Rangel, presidente de la Agencia Nacional del Cine de Brasil (Ancine) y Secretario Ejecutivo de la Caaci, estuvo en Venezuela para sostener un encuentro con autoridades de la región e incluso respaldar el inicio del VI Festival de Cine Latinoamericano.

-La distribución y exhibición permanente del cine latinoamericano sigue siendo una asignatura pendiente para la región.

-En la actualidad existe una gran novedad cinematográfica. El cine latinoamericano está viviendo un gran momento. Los ciudadanos de nuestros países además están viendo nuestras películas. Sin embargo persisten las dificultades. Son las mismas que pueden vivir otros países como Italia o Francia. El cine de Estados Unidos tiene una estructura de distribución mundial que es muy efectiva.

-El cine de Estados Unidos tiene una increíble estructura de distribución, pero qué están haciendo las autoridades locales para propiciar la exhibición del cine de la región. La diversidad de las pantallas no tiene por qué estar reñida con una y otra industria.

-No quiero decir que aquéllo sea malo. Sólo estoy describiendo una situación. Eso es un hecho. El cine francés hizo estructuras de promoción mundial de su cine, y pese a ello no ha conseguido tener en los distintos mercados el impacto que ha tenido una industria como la de Estados Unidos. Por qué no lo lograron, pues no son la primera economía del mundo. Producir una película es un asunto de millones de dólares y en función de ello tiene que ver con las estructuras económicas y políticas.

-¿Cuál es el camino a seguir entonces? La distribución del cine latinoamericano es una discursión de larga data que parece estar anclada en el mismo puerto...

-El mundo va hacia una vía multipolar. Creo que ese el rumbo. Creo que van surgiendo espacios para que aparezcan empresas trasnacionales que comercialicen el cine de la región. Ya no se trata de tener lo mejor en cada cinematografía para distribuirlo en su respectivo territorio; se trata de tener lo mejor de todos los países y conseguir su distribución y comercialización. Hoy día deben existir los capitales que propicien eso.

-Desde el camino legal, de los reglamentos, ¿que se está haciendo?

-Actualmente la legislación argentina aprobó una ley para cambiar las estructuras de televisión y potenciar la industria cinematográfica. Históricamente, América Latina tuvo problemas para generar esa sinergia. Estados Unidos y Europa consiguieron desde caminos distintos favorecer la colaboración y la competencia. Estados Unidos tomó previsiones para que la industria de la televisión no aplastara a la industria del cine. Generó competencia local. Propició también el apoyo mutuo para que tuviera una estructura internacional. En Europa se trabajó desde las redes públicas. Hoy día la BBC, una de las principales broadcast del mundo. Esto nos enseña que debemos cambiar la legislación en América Latina. Una legislación que promueva mejor y mayor competencia entre los canales privados. Que permita integrar el cine y la televisión. En América Latina uno y otra están separados. Hasta ahora no existían leyes que propiciaran alguno de los dos modelos. En Argentina, Brasil y Uruguay ya se está caminado en ese sentido, en pos de conseguir estructuras mundiales de distribución.

-¿Cómo convertirse en una distribuidora latinoamericana en el marco de esa realidad?

-Hoy día existen buenos agentes de venta internacionales en México y Argentina. Existen distribuidoras independientes que apuestan a convertirse en ello, con planes incluso para Venezuela. Por supuesto, no es fácil. Construir ese camino pasa por el mercado interno antes. Hay que asociarse con las empresas de cine en cada mercado. Apoyar significa tener una regulación que garantice una competición más justa. Mejorar nuestra capacidad para producir con nuestra gente. Hablar con pocos no es suficiente, y hablar no significa pasteurizar la producción. Necesitamos contar con un cine inventivo, que hable a cientos de millones. Que sus historias y su dramaturgia sea más sencilla, que sus elencos se reconozcan en el público. Miremos el ejemplo de Estados Unidos. Tenemos el Oscar y también Sundance. Este y Oeste. No es posible tener Sundance si no existe Hollywood. Y para que la industria se renueve, hace falta la presencia de autores. Es una retroalimentación. Hoy día lo mejor del cine de Estados Unidos está en la tv, esto quiere decir algo.

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