Nos encontramos en el antiguo Londres de finales del siglo XIX.
El Mr. Utterson un prestigioso abogado londinense a escuchado una historia de manos de su amigo, el doctor Enfield, que le hace despertar su curiosidad. Así Utterson comienza una investigación para llegar a averiguar la verdadera identidad de Mr. Hyde, un hombre que se presenta muy unido a un viejo amigo conocido como el doctor Jekyll.
Sus investigaciones llevan a Utterson, en primer lugar, a un testamento escrito por Jekyll, en el que hace propietario, en el caso de su muerte o desaparición, de todos sus bienes a Hyde. Más tarde el abogado mantendrá una conversación con Jekyll, el que le pedirá que se olvide del asunto.
Después se produce un brutal asesinato en la ciudad, una testigo asegura que el asesino ha sido Mr. Hyde, tras un largo tiempo de búsqueda, éste no aparece, y se produce la extraña enfermedad y posterior muerte de Lanyon, un viejo amigo de Utterson.
Tras mucho tiempo de tranquilidad, una noche aparece Poole, el criado de Jekyll, en casa de Utterson para pedirle ayuda. Éste se desplaza a casa de su amigo y tras derribar la puerta del laboratorio encuentran el cadáver de Hyde junto a unas cartas escritas por el mismo Henry Jekyll.
Ya en casa, Utterson se pone a leerlas, en estas cartas se explica el extraño caso: el doctor tenía una clara obsesión: dividir las dos naturalezas de la persona (la del bien y la del mal). Esto lo consigue mediante una poción que Jekyll inventa. Cuando se la bebe se convierte en un ser maligno, Mr. Hyde. Cada vez más, Hyde se fue apropiando de su cuerpo hasta llegar el punto en el que los dos personajes se odiaban. Las proporciones con las que fabricaba la poción se fueron acabando y no encontraba la sustancia apropiada para la poción, hasta que ésta se acabó, ambos luchaban el uno contra el otro, pero el final del producto llegó y tanto el Dr. Jekyll como Mr. Hyde encuentran la muerte.
“El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”
Robert Louis Stevenson
(Resumen cortesia de Starmedia.com)
El Mr. Utterson un prestigioso abogado londinense a escuchado una historia de manos de su amigo, el doctor Enfield, que le hace despertar su curiosidad. Así Utterson comienza una investigación para llegar a averiguar la verdadera identidad de Mr. Hyde, un hombre que se presenta muy unido a un viejo amigo conocido como el doctor Jekyll.
Sus investigaciones llevan a Utterson, en primer lugar, a un testamento escrito por Jekyll, en el que hace propietario, en el caso de su muerte o desaparición, de todos sus bienes a Hyde. Más tarde el abogado mantendrá una conversación con Jekyll, el que le pedirá que se olvide del asunto.
Después se produce un brutal asesinato en la ciudad, una testigo asegura que el asesino ha sido Mr. Hyde, tras un largo tiempo de búsqueda, éste no aparece, y se produce la extraña enfermedad y posterior muerte de Lanyon, un viejo amigo de Utterson.
Tras mucho tiempo de tranquilidad, una noche aparece Poole, el criado de Jekyll, en casa de Utterson para pedirle ayuda. Éste se desplaza a casa de su amigo y tras derribar la puerta del laboratorio encuentran el cadáver de Hyde junto a unas cartas escritas por el mismo Henry Jekyll.
Ya en casa, Utterson se pone a leerlas, en estas cartas se explica el extraño caso: el doctor tenía una clara obsesión: dividir las dos naturalezas de la persona (la del bien y la del mal). Esto lo consigue mediante una poción que Jekyll inventa. Cuando se la bebe se convierte en un ser maligno, Mr. Hyde. Cada vez más, Hyde se fue apropiando de su cuerpo hasta llegar el punto en el que los dos personajes se odiaban. Las proporciones con las que fabricaba la poción se fueron acabando y no encontraba la sustancia apropiada para la poción, hasta que ésta se acabó, ambos luchaban el uno contra el otro, pero el final del producto llegó y tanto el Dr. Jekyll como Mr. Hyde encuentran la muerte.
“El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”
Robert Louis Stevenson
(Resumen cortesia de Starmedia.com)
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Palabras de un sobreviviente...
Era maravilloso,en medio del caos,la soledad y angustia de un distante porvenir, poder contar con ella. Su persencia, su grata compañia,siempre dispuesta a conversar...y a escuchar. A trazar una linea paralela,desde donde pudieramos crear un microuniverso personal compartir certezas y desaciertos,reflexiones,pensamientos.
Hasta que llego él, para inmiscuirse y sembrar la inquietud,remover las tranquilas aguas de un estanque dorado y al hacerlo,enturbiar el agua cristalina,conel lodo del fondo...crear turbulencia y aguas agitadas en lo que hasta hace poco reinaba la calma.
Por ello, le aborde, trate de estyablecer premisas que nos permitieran,aclarar las cosas, reestablecer el equilibrio. Ella lo confeso, era cierto, hubo esa amenaza externa,ante la cual casi sucumbe,porque no le era indiferente o tan solo porque habia sido removido un sin fin de sensaciones,un torbellino efervescente de emociones,ante las cuales,pudo poner coto,porque las circunstancias lo permitieron,pero ni siquiera por decision propia.
Que ironia, tal confesion fue como un balde de agua fria, una descarga electrica que a su vez sembro un cumulo de dudas e incipente decepcion ante mis ojos, al haberla idealizado y olvidar con ello,su verdadera esencia de mujer,nuestra propia fragil naturaleza a la que nos encontramos expuestos,sobre todo cuando hemos sacrificado tanto en el andar, en funcion de aquello que nos impotrta y por ello nos impide,la mayoria de las veces,ser quienes verdaderamente somos.
Pero mas alla de aquello que me carcomia, debia peguntarme, quien era yo, para atreverme a juzgar su sentir y permitir con ello, erradicar los gratos momentos,el sincero afecto,la autentica compañia?,como podia inmiscuirme en su sentir y profanar con ello su propia naturaleza,aquella que trasciende la piel y aunada al misterio del alma indica,señala o determina a veces,mecanismos,racionales o no,de actuar y de sentir mas alla de la piel, si yo mismo tambien tengo mi lado oscura,con temores y dudas,arrebatos y secretos,muchas veces ocultos, a la luz del dia,que tambien podrian ser objeto de bochornosos coma los ojos de terceros ?Entonces pude entender,tras reflexionar un poco, que asi como de musico,poeta y locos,todos tenemos un poco, tambien todos somos el Dr Jekyl y Mr Hyde, a la vez, sin posibbilidad de desmembrar una parte de otra,porque dejariamos de Ser,...todos tenemos la posibilidad de actuar conforme al bien y al mal,segun se disponga, por nuestra propia conciencia,el convencionalismo social, la moral que nos regenta o los principios que de alguna manera hemos adoptado o no,por disposicion,obligacion o conviccion.
Y si, seamos francos, mas alla de cualquier convencionalismo,dogma o fe, No porque en una determinada situacion, lleguemos a hacer cosas malas,necesariamente hemos de pensar,que seamos por ello, malas personas. La nocion de cielo e infierno,de permitido y prohibido,bueno o malo, obedecen a una concepcion axiologica tan subjetiva, que es imposible trazarla de manera absoluta para prejuzgar o concebir un standar de vida util objetivada, que si bien puede satisfacer a un comun denominador,a veces;no deja de ser restrictivo y degenerativo para el individual proposito de vida de cada ciudadano del mundo.
Ser o no ser,he ahi el dilema,que cuantos problemas ocasiona y ha causado a lo largo de nuestra historia personal, el hecho de SER lo que realmente queremos y deseamos frente a un particular actuar,a favor ,de una sociedad hipocrita,con una amoralidad latente que subyace bajo el manto de lo politicamente correcto(a lo que en el fondo,jamas hace caso y nunca terminamos de entender o lo hacemos cuando resulta demasiado tarde),o la sujecion al deber y pensar de aquellos que mas nos importan,por la sencilla razon,de no contrariar lo que se espera de nosotros,sacrificando con ello,a un alto y a veces irreparable costo, nuestra verdadera esencia.
Si, todos tenemos un poco del Dr Jkyll y Mr Hyde, no somos buenos ni malos,simplemente humanos y quizas,ha de radicar en nuestra propia conciencia, el adecuar nuestro actuar al verdadero sentir, de nuestra mundana esencia,tratando de lidiar un poco con el sostenimiento de cierto equilibrio social no radical,por mas dificil que resulte.... para poder Ser... quienes realmente somos...
Si, todos tenemos un poco del Dr Jkyll y Mr Hyde, no somos buenos ni malos,simplemente humanos y quizas,ha de radicar en nuestra propia conciencia, el adecuar nuestro actuar al verdadero sentir, de nuestra mundana esencia,tratando de lidiar un poco con el sostenimiento de cierto equilibrio social no radical,por mas dificil que resulte.... para poder Ser... quienes realmente somos...
FEVC
Motormania, 1950 Disney's classic
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