Queriendo llegar...caminé mil caminos, recorrí senderos plagados de promesas, escalé montañas repletas de esperanza, con la ilusión certera de alcanzar el cielo, o al menos llegar cerca de él.
En esos caminos, descubrí la gracia y desgracia de la gente que al pasar, se fué agregando a esta maravillosa aventura de validar destinos.
Miles de seres que en su transitar, compartieron conmigo la esperanza y el deseo ferviente de lograr llegar a la meta ansiada.
Con ellos, conocí y compartí la tristeza y el desencanto de los tropiezos vividos, unos medianos, otros inmensos.
Los vi caer y ayude a levantarse a aquéllos que aún preñados de esperanza, validaban y guardaban en el rincón de sus sueños cada lágrima, atesorandola con la esperanza de reconvertirla algún día en alegría.
Ellos también me vieron caer y sostuvieron mis manos, aferrándome a la vida pese a cualquier contingencia, abrazándome y acobijándome ante la desesperación de creer no poder lograrlo.
Me contagié de su entusiasmo y les brinde mis mejores comentarios, robándoles algunas sonrisas e infundiéndoles esperanza en los más desesperados momentos de desilusión.
También me llené de ellos y traté de albergar la alegría y buenaventura en aquellos pasadizos lúgubres en los que parecía encontrarme en un valle espinoso, de desolación y tristeza..
Queriendo...construimos castillos en el aire, producto de la libertad de pensamiento y el firme deseo de superación, tras el sacrificio y la lucha.
Queriendo...los encontré una y mil veces, ví llegar a algunos, con el rostro emocionado y la satisfacción plasmada en risa franca, emoción segura.
Queriendo...validé con esperanza cierta la agudeza de mis sentidos, aclaré las ideas y desarrollé mi precoz capacidad, percatándome de la maravillosda posesión de un cerebro racional pero ademàs emotivo, con inteligencia y razón.
Descubrí ademàs las maravillas de la vida, pese a la inobservancia de algunos y el dolor causado por la apatía,envidia y sin razón. Eso validó también mis sentimientos, despertando a mi corazón e infundiéndome valor para aprender a detectar y descubrir que a pesar de todo y pese a cualquier circunstancia, "no hay lugar como el hogar", que no es más que aquél donde se encuentra a gusto nuestro sentir, en el país de los afectos.
Queriendo...les recuerdo a todos, día a día, mientras sigo aqui...subiendo y bajando,llegando y no llegando, pero esperanzado al recordarles y saber que un día, muchas manos atesoraron mi lucha y me acompañaron en el devenir y transitar por el camino de losas amarillas...hasta llegar al mago y encontrar mi destino !
En esos caminos, descubrí la gracia y desgracia de la gente que al pasar, se fué agregando a esta maravillosa aventura de validar destinos.
Miles de seres que en su transitar, compartieron conmigo la esperanza y el deseo ferviente de lograr llegar a la meta ansiada.
Con ellos, conocí y compartí la tristeza y el desencanto de los tropiezos vividos, unos medianos, otros inmensos.
Los vi caer y ayude a levantarse a aquéllos que aún preñados de esperanza, validaban y guardaban en el rincón de sus sueños cada lágrima, atesorandola con la esperanza de reconvertirla algún día en alegría.
Ellos también me vieron caer y sostuvieron mis manos, aferrándome a la vida pese a cualquier contingencia, abrazándome y acobijándome ante la desesperación de creer no poder lograrlo.
Me contagié de su entusiasmo y les brinde mis mejores comentarios, robándoles algunas sonrisas e infundiéndoles esperanza en los más desesperados momentos de desilusión.
También me llené de ellos y traté de albergar la alegría y buenaventura en aquellos pasadizos lúgubres en los que parecía encontrarme en un valle espinoso, de desolación y tristeza..
Queriendo...construimos castillos en el aire, producto de la libertad de pensamiento y el firme deseo de superación, tras el sacrificio y la lucha.
Queriendo...los encontré una y mil veces, ví llegar a algunos, con el rostro emocionado y la satisfacción plasmada en risa franca, emoción segura.
Queriendo...validé con esperanza cierta la agudeza de mis sentidos, aclaré las ideas y desarrollé mi precoz capacidad, percatándome de la maravillosda posesión de un cerebro racional pero ademàs emotivo, con inteligencia y razón.
Descubrí ademàs las maravillas de la vida, pese a la inobservancia de algunos y el dolor causado por la apatía,envidia y sin razón. Eso validó también mis sentimientos, despertando a mi corazón e infundiéndome valor para aprender a detectar y descubrir que a pesar de todo y pese a cualquier circunstancia, "no hay lugar como el hogar", que no es más que aquél donde se encuentra a gusto nuestro sentir, en el país de los afectos.
Queriendo...les recuerdo a todos, día a día, mientras sigo aqui...subiendo y bajando,llegando y no llegando, pero esperanzado al recordarles y saber que un día, muchas manos atesoraron mi lucha y me acompañaron en el devenir y transitar por el camino de losas amarillas...hasta llegar al mago y encontrar mi destino !